Este proyecto trata sobre el estudio del sistema alimentario de un pueblo originario que, aun cuando hace pocas décadas perdió la lengua indígena, mantiene una fuerte identidad centrada en la comunidad. Uno de sus ejes es, justamente, la comida tradicional vinculada al sistema milpa. Se trata de entender al sistema alimentario, producción de comestibles y su transformación a través de la cocina, como prácticas de resistencia cultural frente a la expansión del sistema agroindustrial. El sistema alimentario en Tlalnelhuayocan es resultado de un largo proceso histórico. El manejo de la biodiversidad local está determinado por el sistema milpa y el saber-hacer gastronómico proviene de la conjunción en la región del Totonacapan de varias tradiciones culturales mesoamericanas, las cuales han tenido innovaciones desde la Colonia, pero han mantenido su identidad. Es hasta hace unas cuantas décadas que parte del patrimonio alimentario local empezó a ser desplazado por la penetración de los alimentos procesados industrialmente. Los efectos de este cambio alimentario afectan parte del patrimonio biocultural, vulneran la soberanía alimentaria local y modifican el sentido del gusto entre la población. Pero lo más grave, es el problema de salud que está generando la ingesta excesiva de azucares y grasas. La obesidad con toda su problemática y la diabetes tienen ahora los primeros lugares en cuanto a las enfermedades más extendidas en la región. De ahí que, la canasta del bien comer regional, es una propuesta alternativa diseñada a partir de estudiar y revalorar la comida tradicional asociada a la milpa. Se considera que esta problemática tiene un impacto socio-cultural importante a nivel local y regional, pues se trata de recuperar un saber-hacer milenario con el fin de generar una alternativa alimentaria que no caliente el planeta y que sea culturalmente significativa, es decir, por su pertinencia identitaria.