La región de Cholula enclavada en el valle Puebla-Tlaxcala, ha tenido una ocupación casi ininterrumpida que puede ser rastreada hasta el Preclásico (930 a.C.) aproximadamente, continuando hasta la actualidad. Este valle localizado en las partes altas de la planicie central mexicana (2100 msnm), rodeado de volcanes y serranías, con un clima templado y abundancia de recursos naturales fue el escenario donde se desarrolló la historia de lo que en un momento fue, el centro sagrado más importante en toda Mesoamérica. El conocimiento de la historia prehispánica de Cholula hasta hoy, se ha logrado por labores académicas de investigación, y en gran medida, por los hallazgos derivados de rescates y salvamentos arqueológicos realizados desde 1982 en el contexto de obras públicas o de particulares en los municipios de San Pedro y San Andrés Cholula. A continuación, se mencionan aquellos que cobran relevancia en el contexto del proyecto aquí planteado. En 1984, derivado de una excavación para la introducción de un drenaje particular en la calle 8 Oriente y 2 Norte se dio el hallazgo de 52 entierros humanos y diversas vasijas del Posclásico Tardío y el arranque de una plataforma arqueológica recubierta de estuco (Suárez y Martínez 2005). En la misma década, en la calle 12 oriente y privada Rafael Moreno, en San Pedro se encontraron quince cráneos dispuestos al interior de cajetes (Suárez 2014). Suárez y Martínez (2005) reportan el hallazgo de una plataforma del Clásico tardío en la Calle 11 norte 408 de San Pedro. En particular, ésta se encuentra a una calle de distancia de la 13 norte/sur, propuesta a ser intervenida por las obras de agua potable. Durante el 2006 derivado de un proyecto de rehabilitación de alcantarillado y agua potable en San Pedro, Suárez (2014), reporta que en la Av. 5 de mayo, entre las calles 6 y 8 poniente, se encontró una estructura estucada y una plataforma habitacional, mientras que en la calle 2 oriente, entre la 4 y 6 norte, se ubicó un gran basamento con núcleos de adobe que pudieron corresponder a estructuras adosadas a la Gran Pirámide. En 2009 se exploró la calle 12 oriente de San Pedro, esto, derivado de la instalación de un colector pluvial. Cedillo y colaboradores (2018) relatan el hallazgo de un conjunto de estructuras. En este contexto, destacan los depósitos mortuorios de al menos 37 individuos, acompañados de ofrendas de vasijas policromas.