La finalidad del proceso de excavación en la arqueología tradicional es la adquisición de material cultural para posteriores análisis en campo y de laboratorio, así como para documentar las relaciones entre los artefactos por medio de un procedimiento preciso de registro del trabajo en un sitio. Pero la excavación destruye irreversiblemente al sitio y sus interrelaciones espaciales, además de que el tiempo requerido para excavar sitios completos en general es insuficiente, por lo que los arqueólogos se ven forzados a limitar la evaluación de los sitios por medio de la examinación de artefactos encontrados en superficie y/o por algún número reducido de pozos de sondeo o trincheras. Por esta razón, la arqueología necesita de métodos de reconocimiento para evaluar rápida y efectivamente las dimensiones ocultas de un sitio sin destruirlas. La aplicación de métodos geofísicos resulta ser relativamente más económica, más eficiente y rápida en la prospección de un sitio; por otro lado, se puede inferir la funcionalidad y complejidad interna de un sitio arqueológico. Por lo tanto, resulta conveniente su aplicación con el fin de que los diversos proyectos puedan programar a futuro excavaciones basándose en la construcción de mapas y modelos 3D de anomalías geofísicas, tanto de áreas previamente estudiados como de las inexploradas. Esto con el fin de que se tenga una expectativa más exacta de lo que se puede encontrar y a qué profundidades, aumentando la probabilidad de éxito en la selección de las estrategias del trabajo arqueológico. Por otro lado, existen instrumentos de análisis elemental que permiten determinar la composición geoquímica de diversos materiales, lo que permite realizar la identificación de materias primas, compuestos agregados, autentificación, así como los procesos de cambio que han sufrido los materiales. La técnica de fluorescencia de RX en su modo portátil es un medio para realizar este tipo de análisis sin la necesidad de alterar la pieza ni trasladarla de su sitio original. Este proyecto apoya a los proyectos de investigación del patrimonio cultural material por medio de la aplicación de técnicas no invasivas ni destructivas procedentes del área de la geoarqueología como las antes mencionadas, alineándose a las prioridades establecidas en el Programa Institucional de Mediano Plazo del INAH, particularmente, a la línea de acción '1.2.4 Apoyar la investigación aplicada a través de programas o mecanismos bajo enfoques multidisciplinarios que contribuyan al conocimiento y solución de las problemáticas nacionales.'