Se continuará con el estudio de las representaciones sociales sobre la niñez en el Morelos del siglo XX, por medio de textos impresos o imágenes, resguardadas en diferentes espacios dedicados a su resguardo y conservación: la fototeca Juan Dubernard del centro INAH-Morelos, la hemeroteca del estado de Morelos y las etnografías clásicas escritas hacia la primera mitad del siglo XX. Lo que se hará en el proyecto, es la búsqueda de un acercamiento inicial sobre registros que conciernan a los primeros años de vida de las personas. En el año anterior se analizaron los registros fotográficos albergados en la fototeca Juan Dubernard y las etnografías. En este año se pretende dar especial énfasis en las notas periodísticas de la hemeroteca del estado. Los resultados analíticos del año anterior, nos llevan a la reflexión sobre la relación entre la construcción y percepción de Morelos, como lugar turístico y la niñez como un elemento simbólico que comunica "diversión familiar". Los resultados se presentan en el suplemento cultural El Tlacuache, número 1009 y 955. La tarea pendiente es revisar en qué periodo de la vida social, económica y política del estado, la violencia comenzó a asociarse con historias de vida de la niñez. Es una pregunta que forma parte del actual año del proyecto. A nivel académico se busca un aporte académico, trazando el discurso narrativo de la niñez durante el siglo XX en el estado. La pregunta central de fondo es: cuáles son las presentaciones sociales, que han contribuido en los procesos de violencia contemporáneos. Las representaciones sociales cuya genealogía teórica se sitúa en los autores: Durkheim (hacia comienzo del siglo XX) y Moscovici (hacia mediados del mismo siglo), bajo la categoría de representaciones colectivas, han encontrado un amplio eco en los estudios antropológicos. "En este proceso los seres se hacen en relación, y lo que es, depende de lo que esa relación es con" (Ortiz, 2013:186). Sosenski (2012), Alcubierre (2012) y Masferrer (2013), han señalado que durante el siglo XIX y parte del XX, hubo una preocupación a nivel continental, por construir una identidad infantil latinoamericana. En caso de que la investigación no pueda ser realizable, se buscaran vías alternas. La investigación podría cambiar en algunos aspectos ya que he considerado ingresar a un posgrado, por lo tanto, el proyecto podrá tomar el cauce de las propuestas o sugerencias analíticas que puedan surgir en caso de ser aceptada en un programa de estudios de posgrado. Por el momento me encuentro en la tercera fase de la convocatoria en el doctorado en humanidades de la UAEM (Morelos).