Epistemologías de la niñez sobre el territorio. Tlayacapan (Morelos) explicado por las niñas y los niños que lo habitan [2018]
OBJETIVO GENERAL
Comprender las diversas formas en que las niñas y los niños explican su territorio y territorialidad; qué elementos son centrales para ellas y ellos, así como las relaciones de poder inscritas en las dinámicas socioespaciales de su territorio. - Realizar un estudio comparativo en 2 localidades de Tlayacapan, con el fin de analizar contextos sociales que a pesar de su cercanía geográfica, puedan dar cuenta de continuidades y diferencias de la niñez y su territorio. - El alcance general tiene un doble propósito. No sólo se genera una investigación teórico etnográfica en un producto escrito, sino que dentro del trayecto de investigación se busca que las niñas y niños participantes generen productos audio visuales que generen un debate interno sobre su territorio, además de buscar la difusión de los videos y fotografías que ellos generen durante el proyecto.
ANTECEDENTES
El proyecto antecesor, titulado "La vida comunitaria vista por las niñas y los niños de San José de los Laureles, Tlayacapan, Morelos", fue presentado ante la convocatoria: "Procesos de reconfiguración sociocultural de la identidad y el sentido comunitario en los pueblos originarios morelenses", cuyo plazo fue de octubre de 2017 a abril de 2018, con el fin de obtener la definitividad para la plaza de profesor-investigador. El proyecto actual guarda una estrecha relación con el anterior, ya que busco continuar con el análisis de la información obtenida en campo, y que no fue incorporada al anterior. Además, si bien se retoma la información etnográfica del proyecto inicial, se hará una investigación comparativa con otra localidad del mismo municipio. El propósito del ejercicio comparativo es doble. Por un lado es tener una visión más amplia sobre los conocimientos de la niñez sobre el territorio y por otro, comprender las continuidades y diferencias entre dos localidades que a pesar de su cercanía, la religión es un elemento que marca un importante diferencia entre ambas. Las niñas y niños entrevistados en San José en su mayoría se auto conciben como "de la religión de dios" o "católicos". En la colonia Jericó se auto consideran cristianos de la iglesia de Nuevo Israel. El proyecto tuvo como eje investigar sobre los conocimientos que tienen sobre la gente y el espacio que habitan; qué elementos colocan como centrales para exponer las dinámicas: laborales, territoriales, religiosas, económicas, familiares, festivas y de diversa índole, acerca de "su pueblo". Cobró relevancia la categoría analítica presentada por ellos como: "pueblo". A nivel metodológico, se realizaron talleres de foto y video (tipos de tomas y el manejo de luz y los movimientos de cámara en el video) impartidos especialmente por la documentalista Patricia Ramírez Ramírez quien me auxilió con la edición del video y la limpieza de audio. También impartí talleres de diversas manualidades (encuadernación, portarretratos, títeres, dibujo a lápiz y pulseras), y a petición de los participantes y de nuestro interés, realizamos caminatas por "el cerro" y fuimos a la cancha a jugar fútbol, handball, "a las correteadas" y "a las escondidilas", con el fin de que fuera del interés de los niños para que se allegaran al proyecto. A la par que daba el taller Patricia Ramírez, realizaba grupos focales y en algunos casos entrevistas individuales o bien una niña o niño entrevistaba a otro. La combinación entre talleres, grupos focales y entrevistas, le denomino "talleres focales" como una herramienta lúdica que permite convocar y mantener a los niños entre el juego, la acción y la conversación sobre un tema, pues especialmente la plática prolongada los aburre o cansa. Las niñas y niños interesados sumaron 11: 8 niñas y 3 niños. Dentro de los resultados expuestos se observó una vinculación afectiva y laboral con el "campo". Es el espacio vital "de la familia"; y que "les divierte", "les gusta" o donde van a "ayudar" a sus papás o tíos. Aunque no lo asociación "a aprender cosas" califican a la escuela; se muestra los conocimientos que adquieren y comunican sobre lo que hacen, observan, oyen y platican en el campo. "Ir al cerro" es para mucho de ellos que conocen el espacio, un referente del territorio que "se debe cuidar". Por ejemplo después de ir a la caminata y observar que se han llevado trozos de las petrograbados, fue impactante para ellos pues de ese momento en adelante nos dijeron que ya no habláramos nada de "las pinturas" porque se las estaban robando. Respecto a la heteropercepción y construcción de la niñez por parte de "los adultos". Es de resaltar que no se les considera "ignorantes", como sucede en contextos urbanos, marcados por la tradición europea del siglo XVII, del niño como "ignorante" cuya única función es ir a la escuela para "aprender" del adulto (Alcubierre, 2010). A José un habitante de la localidad le solicitó una consulta médico que él dio con éxito pues se curó el señor. Yos, los hermanos Flores Vargas y Brisa, ya sea solos o acompañados de un adulto han participado en actividades comerciales (venta de tortillas y verduras) donde ellos reciben el dinero y "dan cambio" Son además los "encargados" de "los mandados" como sucede en muchas regiones de México (Masferrer, 2014). En la dinámica del mapa, se muestra también la territorialidad en cuanto al vínculo "individualidad" / "colectividad", pues dibujaron espacios de uso colectivo-comunitario (el molino, la ayudantía y la cancha) y dibujaron sus casas. En ambos mapas se refleja la relación con "la naturaleza" o "medioambiente". En uno de los mapas dibujaron el sol y José en el video recalca "este es el sol". En el otro mapa Kitzia explica con detalle la función de los bambús para filtrar el agua. Es importante además resaltar el cruce de las narrativas entre lo que puede ser una historia "imaginada" o "no vivida", entretejida con relatos vividos. Entre los niños por momentos discuten entre ellos lo que implica "una veracidad" de sus relatos, mediante calificativos de "no ser chismoso" o "mentiroso". Este primer acercamiento deja abierta la investigación sobre la categoría "del pueblo" mediante la cual las niñas y los niños participantes explicaron algunas de las dinámicas socioespaciales, traducidas en la territorialidad y en el territorio; mediante las experiencias de vida que ven, oyen, imaginan y viven.
DESCRIPCIÓN
El proyecto de investigación se centra en los conocimientos o la epistemología que niñas y niños generan y poseen sobre las dinámicas socio-espaciales del territorio, en contextos rurales o no marcadamente urbanos. Se busca dar continuidad al proyecto previo que realicé para la convocatoria titulada: "Procesos de reconfiguración sociocultural de la identidad y el sentido comunitario en los pueblos originarios morelenses", en donde se obtuvo un amplio material etnográfico sobre la visión de 11 niñas/os de San José de los Laureles (Tlayacapan, Morelos), acerca de "su pueblo" (como ellos le denominan). Se obtuvo material sobre la forma en que comprenden y explican "su pueblo"; sobre los elementos colocan como centrales para exponer las dinámicas: laborales, territoriales, religiosas, económicas, familiares, festivas y de diversa índole, acerca de "su pueblo". Por lo que el propósito es continuar la investigación sobre los conocimientos que tienen sobre la gente y el espacio que habitan, y ahondar teóricamente sobre cómo "el pueblo" adquiere relevancia por ser la categoría analítica que explica las dinámicas socioespaciales, dentro de la epistemología de los niños. A partir de éste estudio inicial, se busca incorporar una mirada comparativa con otra localidad del mismo municipio, que muestre un panorama más amplio y complejo de la niñez y los conocimientos que construyen sobre su territorio. Se realizará un estudio comparativo entre la localidad de San José de los Laureles y la colonia Jericó, del mismo municipio. Ambas localidades, a pesar de su cercanía geográfica (10 km) y de compartir ciertos elementos culturales, como el cultivo de maíz para autoconsumo, cuentan con otros elementos visiblemente diferentes, ya que la colonia Jericó está habitada en su mayoría por personas adscritas a la iglesia cristiana de Nuevo Israel y el tiempo de conformación de la colonia, es según sus habitantes muy reciente (aproximadamente hace 17 años) en tanto que en San José, podría suponerse que ha habido una mayor continuidad de ocupación. El arqueólogo González Quezada (2017) señala que los petrograbados encontrados en la localidad datan del preclásico terminal (200 a.d.n.e al 200 d.n.e). La importancia de comprender la construcción del territorio adquiere una mayor atención, frente la aparición de los "puntos de control y vigilancia" en diversas localidades del municipio, como son San José, San Agustín y San Andrés. La comparación en este sentido adquiere relevancia, ya que en San José existe un punto de control y vigilancia pero no lo hay en la colonia Jericó. Otro aspecto que marca una diferencia es la percepción que tiene las niñas y niños sobre "los trabajos" que hay en su localidad. En San José refieren que "la gente" se dedica "al campo" y "a veces a la albañilería". En Jericó dos niños, Alexander (11 años) y Carlos (8 años) refieren que "son albañiles". Y por dinámica diaria observada, en San José de los Laureles hay un movimiento de camionetas que llevan herramientas utilizadas para el trabajo agrícola y se puede ver la gente laborando en los campos durante la siembra. En el caso de Jericó se observa en la calle generalmente mujeres y algunos hombres que se encuentran construyendo algunas casas. Una señora que lleva a sus nietos al preescolar de la colonia e integrante de la Iglesia cristiana de Nuevo Israel, señala que "los hombres se van toda la semana a trabajar lejos, por el DF y el estado de México, a trabajar de albañiles". Como se puede observar en la tabla anterior la población de Jericó tiende a remarcar su pertenencia a una religión; nadie manifestó no identificarse con una religión y casi el 100 % no se considera católico. Respecto a la percepción de quien "debe" a nivel discursivo o tiene al cargo un "hogar", en Jericó existe una mayor tendencia, casi del 100 % nuevamente, en otorgarla a un hombre, en tanto que en San José es menor el porcentaje. Asimismo, durante los talleres focales, tres niños han señalado que viven con su mamá y papá, pero el padre llegó a vivir al terreno o al espacio de la unidad de residencia de su pareja o esposa. Las "otras" epistemologías, coinciden con una visión mesoamericana en donde la categoría de "pueblo" permite analizar y explicar procesos sociales que comprenden diversas aristas económicas, religiosas territoriales o ambientales. Como señala Bonaventura de Sousa Santos (2010), es necesario estudiar los procesos de producción y valoración de conocimientos, sean o no científicos, a partir de las relaciones de poder derivadas del capitalismo y los mecanismos de opresión que genera la colonialidad. Es por ello que se debe poner atención en las voces de las niñas y los niños de contextos que han sido marcados por estas relaciones de poder; investigar cómo crean y transforman la construcción de los conocimientos que poseen sobre sus realidades. Masferrer (2014) y Podestá (2007), la primera el caso de la población afromexicana de la costa chica de Oaxaca y la segunda en el caso de la población infantil nahua de Puebla, muestran la necesidad de comprender, como desde la primera década de vida, las personas si bien viven e incorporan elementos que reiteran desigualdades (sean de clase, género, etnicidad, entre otras), también transforman o son críticos ante los modelos hegemónicos. La línea de investigación sobre los conocimientos que tienen los niños sobre su espacio social, cuenta con referentes importantes realizados en otros contextos. Como menciono en el párrafo anterior, Masferrer (2014) realizó un estudio en José María Morelos, en la región de la costa chica oaxaqueña, donde problematiza no sólo el vínculo de la niñez como poseedores de conocimientos sobre "su pueblo", sino su relación frente al tema de la etnicidad. La construcción de "lo moreno", "lo negro" y "el ser niño". Un punto vertebral que señala la autora es el conocimiento que tiene los niños sobre el nombre anterior de la localidad y la explicación del porqué cambió de nombre. Es de subrayar que en San José sucede un fenómeno similar y en diversos contextos mexicanos (Morayta, 2003), donde "el pueblo" es la categoría para habitar, recrear, construir y explicar un espacio social (entendido desde el territorio, la relación con el medio ambiente, las actividades económicas, religiosas, la etnicidad, el género, etc.). Podestá realiza también una investigación importante en Puebla, incorporando la visión de las niños y niños de localidades rurales y urbanas, para explicar su territorio. La metodología de incorporar dibujos, video y fotografía, señala la autora, debe ser parte constitutiva del trabajo de investigación con niños. "Dar la palabra a los niños, en sentido amplio, requiere entrar en terrenos que no sólo son verbales (orales y escritos). Con la fotografía, el dibujo y la filmación contribuiríamos a ampliar sus horizontes expresivos e incursionaríamos en el discurso no verbal de un grupo, tarea urgente de la antropología contemporánea. Con esta diversidad tecnológica los niños estarían a gusto y demostrarían sus preferencias y destrezas comunicativas es muy sugerentes para el trabajo de investigación." (Podestá, 2007:41). Por otro lado, respecto al concepto de territorio, que es la categoría conceptual que da eje al proyecto, Barabas lo define (2003:21), como un concepto donde se remarca el carácter social y simbólicamente construido del espacio habitado e imaginado o discursivamente representado. "Un espacio geográfico social propio bordeado de fronteras". El territorio para la autora son: "espacios geográficos culturalmente moldeados, pero no sólo los inmediatos a la percepción (paisaje) sino también los de mayor amplitud que son reconocidos en términos de límites y fronteras (2003:21)". Es decir refiere a la forma de delimitar un "nosotros" frente a "los otros", en términos de un espacialidad construida con diversos elementos o recursos (delimitaciones político- administrativas, culturales, económicas, por lengua, etc.). El concepto de territorialidad "es un importante organizador de la vida social. Ya que a la vez que permite articular la frontera entre individuo (territorio de privacidad) y colectividad (territorio público) constituye a la construcción de la noción de pertenecía a una colectividad y de identidades étnicas estrechamente vínculadas con el medio ambiente modelado por la cultural" (Barabas, 2003:25). El concepto de territorio se centra en la delimitación de una colectividad, sin embargo la territorialidad en una doble relación: una persona con la colectividad y una colectividad frente a otra colectividad, además de poner el acento en el vínculo con el medio ambiente. El concepto de "el pueblo" puede relacionarse al concepto de territorio pues engloba una delimitación de frontera, relacionado también con elementos de división administrativo política (traducidos por ejemplo en la relación de poder frente a la gestión de recursos que tiene con la cabecera) y la gestión de recursos colectivos. Por ejemplo Kitzia, una de las niñas que participó en proyecto anterior, cuando explicó el mapa que dibujaron, comentó que la ayudantía es donde se reúnen para ver "lo de las cosas del pueblo" sin implicar una connotación religiosa, pues ahí se acuden sin importar si es de la "religión de dios", "de los cristianos" o "de los testigos". En la dinámica donde los niños dibujan y explican el mapa que pintaron, se muestran muchos espacios de carácter colectivo que forman el "pueblo" (adelante descritos). La territorialidad se puede traducir en otro tipo de elementos. Por ejemplo la importancia que tiene para los niños participantes, "las aguas negras", como un mecanismo para resolver un problema que puede afectar a los animales o al medio ambiente por la contaminación. Referenciar el espacio mediante las casas de los habitantes (más adelante detallo que al preguntar por direcciones se puede responder "por casa padrino"), implica la relación individuo-familia-colectividad. En los dos mapas pintaron sus casas. Otro elemento importante para la construcción epistemológica de los niños, es la presencia de "los cerros" y "los campos", que como mencionó más adelante, aunque no se conozca el nombre de determinado cerro e inclusive aunque no hayan ido, son parte del discurso sobre su entorno. "El ir al campo" tiene una presencia importante en la territorialidad, pues es el lugar que los niños asocian "a la familia"; a "lo divertido" o "para ayudar" porque es un lugar de trabajo. Frente ambos conceptos, el término teórico de "paisaje" como señala Morayta (et al, 2003), si bien refiere a la construcción simbólica del espacio, acentúa las relaciones y elementos culturales de la religiosidad que son articuladores de un orden social basado en la noción de lo "sagrado". La construcción de lo sagrado en este sentido es importante para delimitar fronteras culturales, pues en ciertos grupos sociales, aunque "no se hable náhuatl" continúan las presencias culturales nahuas. Uno de los pilares culturales importantes que señala el autor (2003: 389), independientemente si la población se dedica o no a actividades agrícolas para su subsistencia, es "el paisaje sagrado", traducido en la noción de "fuerza", que inclusive se mencionan "las promesas", como parte constitutiva de la "fuerza" de los "sagrado". En el caso de San José también existe una multiplicidad de "promesas" con diferentes "pueblos" y diferentes santos y santas, donde destaca con una fuerte presencia, las promesas vínculadas a San José y la Virgen María. Una dualidad que se traduce en el discurso que manejan respecto al género los delegados (encargados de la festividad de un santo o santa), en donde dicen que el cargo lo tiene un matrimonio, "es de dos, porque se necesitan dos, el hombre y la mujer". Respecto al concepto de la "niñez", como señala Pérez Ruiz (2008), respecto al concepto de juventud (que se pude trasladar también al de niñez), supone una condición generacional; una etapa en la vida de las personas. Al ser una proceso de identificación con una división sobre las etapas que debe recorrer la vida de un ser humano en un contexto cultural, la autora señala que (en el caso de los jóvenes) "se concibe como un fenómeno transclasista, transétnico y transnacional que implica una condición generacional de transicionalidad pues que se refiere a un etapa en la vida de los individuos"" (Pérez Ruiz, 2008:12). Asimismo, las relaciones de poder entre sectores generacionales se ven atravesadas por el género, la etnicidad y la división rural-urbano. Cómo señala Sánchez (2000) la posición económico-estructural que tiene el ámbito agrícola- rural, impacta en las trayectorias de vida de los niños. Las niños y niños participantes en el proyecto, expresan que estudian y realizan labores en campo y la unidad de residencia del grupo doméstico, y por lo narrado sobre la vida que llevan sus hermanos mayores, al término de la secundaria, aunque no "se hayan juntado", mucho de ellos no estudian sino se dedican a laboral en un oficio o en el campo o bien en ambas actividades. Pérez Ruiz (2008) subraya la complejidad del estudio de sectores relacionados a etapas generacionales, frente a las posiciones de poder, económicas y culturales que conllevan los ámbitos rurales ante los urbanos y complejizándose aún más en contextos indígenas. Al ser una condición asociada con la temporalidad de la vida o a un segmento generacional, los rangos de edad a los cuales se víncula son muy variados dependiendo del contexto cultural del que se trate. Como señala Pérez Ruiz (2008) para el caso de la construcción de la juventud, los rangos de edad pueden ir de las 12 a los 29 años de edad. La heteropercepción y autopercepción como señala la autora (2008), permiten comprender la construcción de la niñez en un contexto determinado, como lo muestro párrafos más adelante, con José a quien una persona de la localidad le pidió que le diera una consulta médica. En otros contextos, una persona adulta no se hubiera acercado a lo que considera "un niño" para pedirle que lo sane de alguna enfermedad, pues generalmente los niños son vistos como personas "a formar" o "a criar" o "enseñarles". La heteropercepción de los niños es distinta. Los datos preliminares arrojan que desde la autopercepción del ser niño a nivel local, el juego y el berrinche son cualidades de la niñez. La historiografía de la década del sesenta del siglo pasado, en concreto las investigaciones de Ariés, ubican en el siglo XVII francés, la invención contemporánea de las nociones de "niño" y de la "infancia" (Alcubierre, 2010). Educadores y filósofos (principalmente Locke y Rousseau) construyen este nuevo actor social como "un ser esencialmente distinto al adulto, cuyo comportamiento los adultos debían vigilar y reglamentar" (Alcubierre, 2010:21). Dos fueron los componentes vínculados a la moralidad que conformaron la "etapa de la infancia" en el ser humano desde la visión europea. Anterior al siglo XIX, el "niño" era visto como un ser delincuencial y corrupto (Alcubierre, 2010); posterior a este siglo se le asoció a "la inocencia" y a lo "angelical" o "no corrompidos por el mundo adulto". Especialmente la inocencia ocupará el lugar de "la naturaleza" del niño hasta la actualidad. La construcción de la infancia como un producto cultural europeo cobra visibilidad hacia el siglo XIX en la sociedad novohispana de México (Alcubierre, 2010 y Masferrer 2013). Uno de los cambios fue el "encerramiento" del "niño"; ya no podían participar de las actividades del mundo exterior, tendrían que ser protegidos en el espacio de la casa o la familia o bien tendrían que ser "aprendices" en talleres o instituciones de educación. La noción de niñez o infancia registrada en documentos escritos, surge principalmente en el México independentista, proviene en buena medida como un producto cultural propio de la modernidad europea. No implica que en otras latitudes temporales o sociales no existieran formas de dividir y concebir fases generaciones o etarias dentro del ser humano, como lo muestra el trabajo pionero de Mead (1993) en la década del treinta del siglo pasado, donde describe el tratamiento que se le dan a las personas en sus primeros años de vida en sociedades que distan del modelos educacional urbano francés o inglés, presentado las formas de crianza y afectividad en Papúa Nueva Guinea. Analizó los procesos de crianza en diferentes sociedades, consideradas en ese momento, diferentes a la de su procedencia.
NOTAS
- Descripción de actividades: Se realizará el trabajo de campo introductorio de tipo comparativo, en dos localidades del municipio de Tlayacapan (San José de los Laureles y la colonia Jericó) y desprendido de este trabajo, se presentaran los avances de investigación en dos congresos. El trabajo de campo incorporará diversas herramientas metodológicas, como son talleres, grupos focales y entrevistas, par comprenden los procesos de la construcción de conocimiento sobre el territorio, por parte de los niños.
Folio SIP
22482
Fecha de inicio
2018-10-01
Fecha de término
2018-12-31
Categoría
Unidad Administrativa
Área normativa
TITULAR DEL PROYECTO
PARTICIPANTES
Colaborador (ctb): Tania Alejandra Ramírez RochaCOBERTURA
Ubicación geográfica