Proyecto de investigación

Proyecto Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas de México. Equipo regional Estado de México [2019]

OBJETIVO GENERAL

El objetivo general del Proyecto es investigar y documentar los conocimientos tradicionales de las regiones indígenas de México, para preservar los conocimientos ancestrales de las diversas comunidades de estudio mediante los productos resultantes (ensayos, monografías, artículos, conferencias, exposiciones, documentales, registros audiovisuales, etc.) del trabajo colectivo, el Proyecto está organizado en equipos regionales que realizan investigaciones simultáneas en torno a un eje temático de investigación. En esta nueva etapa de investigación, nos enfocaremos en describir y analizar las condiciones socioculturales que refieren al patrimonio de los pueblos otomianos y nahuas del Estado de México, referir sus riegos y las reconfiguraciones que han optado por desarrollar en estos pueblos.

ANTECEDENTES

El Proyecto Nacional Etnografía de las regiones indígenas de México, es fruto de una política de investigación basada en proyectos colectivos y de alcance nacional, impulsado por la Coordinación Nacional de Antropología (CNAN) y especialistas de diversas áreas del INAH desde 1999. En éste Proyecto se articulan los resultados de investigación generados en materia de población indígena en distintas regiones del país de investigadores entre los que se encuentran etnólogos, antropólogos sociales, etnohistoriadores y lingüistas, adscritos a diversos centros de trabajo del Instituto. Durante el desarrollo del Proyecto se han trabajado 10 líneas de investigación Estructura social y organización comunitaria; Territorialidad, santuarios y ciclos de peregrinación; Relaciones interétnicas e identidad; Sistemas normativos, conflicto y nuevas tendencias religiosas; La migración indígena: causas y efectos en la cultura, en la economía y en la población; Procesos rituales; Cosmovisiones y mitologías; Chamanismo y nahualismo; Patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de México y Pueblos indígenas y Procesos socioambientales, distribuidas en tres etapas. Por ultimo, en el año 2018 el Programa se dirigió hacia una autoreflexión en conmemoración a los veinte años de dicho Proyecto, donde se analizó las categorías de región, indígena y etnografía. En suma, el Proyecto busca contribuir a la construcción de un conocimiento científico de la diversidad humana y cultural, a través de la comprensión de las dinámicas interétnicas de los pueblos indígenas de México. Actualmente, nos dirigimos hacia el tema del patrimonio, derechos culturales y las nuevas reconfiguraciones de los pueblos indígenas y afrodescendientes de México.

DESCRIPCIÓN

En el siglo XXI diversos ejes de la política social del Estado mexicano han atravesado las estructuras sociales, simbólicas y ecológicas de las poblaciones indígenas del país, entre las que podemos destacar las políticas culturales y ambientales con sus corolarios en los mecanismos de gestión y uso de los recursos naturales y culturales; desde distintos intereses, dichos aspectos se han abordado en las últimas líneas de investigación del Proyecto Nacional Etnografía de las regiones indígenas de México, quedando como área de oportunidad el abordaje de las recientes implicaciones de la dinámica estatal patrimonialista vinculada a determinados elementos culturales de los grupos indígenas de México (paisajes, conocimientos, prácticas y saberes). El patrimonio cultural, ya sea desde su regulación y sujeción a políticas públicas estatales o desde las dinámicas internas que experimentan los grupos indígenas, evidencia procesos coyunturales de significación y valorización de diversos elementos culturales de la sociedad (Giménez, 2007), involucrando tanto a instancias gubernamentales, empresas de particulares, académicos y centros de investigación, como a los portadores y creadores directos encarnados por las comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas del país. De manera muy general podríamos abordar al patrimonio cultural enmarcado en campos sociales donde se desenvuelven procesos de simbolización, atravesados por relaciones de poder. El abordaje del patrimonio cultural se puede asociar no exclusivamente a sus casos más evidentes, como son los listados ligados a la UNESCO, sino además a los impulsos e intereses de diversos actores sociales que buscan incidir e incursionar sobre los entornos de los pueblos indígenas, tales como las líneas de acción del turismo, del desarrollo social y de las políticas culturales en los diferentes niveles de gobierno del país. Si bien las anteriores líneas de investigación han tratado, en distintos grados, algunos fenómenos asociados a las patrimonializaciones de bienes culturales, consideramos interesante desarrollar una línea de investigación que discuta explícitamente este tipo de problemáticas, pudiendo generar aportes desde diferentes casos y escenarios en los que se encuentran inmersas las poblaciones indígenas y afrodescendientes en el país. Cabe destacar que algunos de los principales intereses en el registro y análisis del tema sugerido, pueden considerar tanto los patrimonios culturales desde sus procesos de nombramiento y postulación; los escenarios que se construyen después de que se adquiere tal estatus; el abordaje de casos exitosos y fracasos de algunos nombramientos (problematizando las nociones de éxito y fracaso); las implicaciones directas que estos procesos generan sobre las dinámicas sociales, económicas, políticas y ecológicas de las poblaciones; casos donde las poblaciones apuestan explícitamente por participar de tales esquemas; así como aquellos casos en que los grupos indígenas participan de procesos similares con intenciones políticas muy particulares, pero sin el involucramiento directo de instancias estatales. Pero también se pueden enlistar diversos casos que, sin la necesaria participación de las instancias señaladas ni con el carácter discursivo del patrimonio cultural de la humanidad, se pueden vincular a procesos de valoración de los bagajes culturales, los paisajes o ciertos inmbuebles altamente significativos para la población local. Sin duda uno de los temas relevantes que deben ser estudiados, es cómo ciertos fenómenos naturales, sismos, huracanes, lluvias o sequías, se convierten en catástrofes sociales, poniendo en riesgo a las personas, sus comunidades y sus patrimonios culturales, entre otros. En el año 2017 vivimos en el país esta tragedia social, principalmente en Oaxaca, Morelos, Tlaxcala, Estado de México y la Cuenca de México. No sólo se perdieron cientos de vidas, muchas miles más fueron afectadas en sus viviendas, pero también en las iglesias, monumentos históricos, sitios sagrados y otros muchos lugares que guardan importancia social paras las comunidades indígenas, y que consideran o valoran como su patrimonio. Ante ello, el sector de profesionistas ligados a la antropología, desde diferentes instituciones, generaron brigadas de acompañamiento, trabajo, evaluación de daños y reparación de los patrimonios culturales. Dar cuenta de estos procesos, de las formas de organización de las poblaciones ante las catástrofes, sin duda es un tema de fundamental importancia que puede coadyuvar a la prevención de los daños ante futuros eventos socio-naturales. Algunas preguntas que pueden guiar las diversas investigaciones son ¿Qué es el patrimonio cultural? ¿quién patrimonializa?, ¿para quién? y ¿para qué? ¿Cuál es la concepción del riesgo, frente a los patrimonios culturales? Algunos de los ejes que se pueden abordar en esta línea de investigación pueden ser: A) Sismos, desastres y otras causas sociales y ambientales del riesgo El impacto de los fenómenos naturales y las incidencias sociales que tienen en la vida de las comunidades indígenas, así como las formas de organización para hacer frente a estos acontecimientos. Las valoraciones sobre los patrimonios culturales que se encuentran riesgo y las formas de protección que las comunidades procuran, y que en ocasiones las instituciones estatales coadyuvan en su restauración. B) Identidades y expresiones culturales en riesgo; reafirmación cultural de colectividades en los pueblos originarios y en comunidades de inmigrantes indígenas. Daniel Mato (1994), comparte la propuesta de Gilberto Giménez (2005), al señalar que, en la construcción de la identidad, como en la cultura existen tensiones, conflictos y relaciones de poder entre los diversos actores sociales que convergen en un mismo escenario. Esto exige analizar la participación de los distintos actores involucrados en los procesos arriba señalados. Este autor señala que la identidad es una construcción social y cultural que está entrelazada con el contexto y con los procesos históricos. Con ello enfatiza que la identidad no son legados previamente heredados y que más bien las identidades son producto de acciones sociales que no ocurren en el vacío, sino en contexto histórico determinado a partir de la construcción colectiva. La visión y la intención de la Ley de Derecho a la Cultura, que realmente es una política de Estado, se perfilan en la explotación de los elementos factibles de ser certificados y "vitrinados" en actividades como el turismo y la promoción política. Esto ha forzado algunos cambios como los operados en los procesos de identidad, procesos rituales incluyendo los propiciatorios, danzas tradicionales a espectáculos y la producción de creaciones populares en mercancías para el gusto y consumos ajenos. Todo esto con magros beneficios para los pueblos indígenas, por un lado y por el otro creando transformaciones en la cultura local y regional de los pueblos originarios, con una marcada tendencia a la homogenización cultural. C) Turismo y tradiciones culturales Para los gobiernos estatales y federal, el programa de Pueblos Mágicos "contribuye a re-valorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros". Los Pueblos Mágicos deben poseer atributos simbólicos, leyendas, historia, así como "magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio-culturales". Varios municipios, en diferentes regiones del país se han dado a la tarea de ir realizando cambios que puedan llevarlos a ser declarados Pueblos Mágicos, trastocando, su sentido y significado sociocultural. El desarrollo de planes de turismo y promoción cultural sobre las regiones indígenas y en las urbes receptoras de la migración indígena, son algunos de los temas que pueden ser abordados para el análisis antropológico. Algunos autores han puesto la mirada, desde las ciencias sociales, en distintos casos, desde diferentes países, de cómo la cultura se ha mercantilizado para la atracción del turismo y la comercialización con nuevos consumidores con gustos selectos. El territorio, la identidad y el conocimiento de diversas poblaciones han sido puestos e impuestos como un atractivo frente a la movilización de personas (Quintana, 2010; Giménez, 1999). Esto en un contexto de la desarticulación de la agricultura local, lo que ha abierto la discusión de cómo dinamizar esas economías, viendo en el turismo una oportunidad de derrama económica. Sin embargo, esto resulta cuestionable a la luz de investigaciones del patrimonio cultural desde la visión crítica de la turistificación. En este sentido, el turismo pone en riesgo los patrimonios culturales de las poblaciones indígenas, convirtiéndolas en espectáculos o mercancías, perdiendo su valoración cultural y por lo tanto vulnerable a su desaparición o expropiación por parte de grupos o instituciones privadas o estatales. D) Producción y creación cultural. Los diversos ámbitos en los que los pueblos vuelcan su creatividad, materializada en productos que se vuelven característicos y son considerados como propios, es una escenario relevante para investigación antropológica, no sólo por el valor mismo de las producciones, sino por las redes que se tejen entorno a su elaboración y consumo, a su comercialización. Tampoco han faltado las controversias por la regulación de actividades artesanales asociadas a la autoría intelectual de dichas producciones, marcando una tensión evidente entre la propiedad colectiva, individual y privada. Por un lado, hay una necesidad de analizar las acciones de algunas dependencias oficiales, estatales y federales, tales como la Secretaría de la Cultura y la Secretaría de Desarrollo Social y la CDI, hoy Instituto de los Pueblos Indígenas, y de los partidos políticos y ciertos poderes fácticos de sus acciones sobre la cultura de los pueblos originarios. El ponderar ciertos elementos y condicionar algunos otros a transformaciones para estar certificados y así poder acceder a financiamiento, creando clientelas de fácil manipulación. Como ejemplo, podría señalarse el caso de la SEDESOL, que en agunos casos no admite financiar la producción de "artesanías" si primero no están certificadas bajo las normas de FONART. O bien su apropiación por las industrias culturales que ven en las creaciones indígenas, arte, artesanía, música, literatura, etc, un nicho para el beneficio económico privado; también podemos mencionar la apropiación por parte de la industria textil y de la moda, de los diseños que las mujeres de las comunidades indígenas han reproducidos por años y que son expropiados por las grandes marcas de ropa. Frente este panorama, las comunidades no solo luchan por el reconocimientos de sus creaciones y producciones, al mismo que tiempo innovan y revaloran sus patrimonios culturales. E) Intervención y tratamiento estatal de bienes culturales en poblaciones indígenas. Ciertos elementos arquitectónicos, artísticos o paisajísticos por sus cualidades y particularidades han sido elegidos y ligados a la conservación y salvaguarda o protección. El patrimonio cultural desde la mitad del siglo XX, ha sido objeto de regulaciones nacionales e internacionales, para su protección, primero orientado a los bienes monumentales y posteriormente a los llamados patrimonios culturales intangibles, como la danza, la música, etc., hasta los paisajes que engranan una importancia ecológica y cultural. En el caso de México es el INAH, la principal institución encargada de estas labores de salvaguarda, que implican la elaboración de una política clara en la intervención de los monumentos y en las formas de protección de las diversas expresiones culturales. Ello, como mencionamos anteriormente, no ha estado exento de su apropiación por parte del Estado, la industria turística y cultural, para convertir estos patrimonios en mercancías desvinculadas de las colectividades que les dan pertinencia, en bases para la construcción discursiva de la nacionalidad que colocan a los patrimonios en una disputa constante.

IMPACTO

Las actividades que llevamos a cabo en el Proyecto Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas de México, tiene no sólo un impacto académico, sino que se construye desde las comunidades a partir del diálogo con los interlocutores. Como equipo regional Estado de México hemos estado realizando actividades en las comunidades, así como la población llega a solicitar asesorías a los integrantes del equipo en relación a temas de cultura. Además de que realizamos un Seminario en la Universidad Intercultural del Estado de México, así la población joven de estas comunidades participa y difunde lo discutido en el Seminario con el resto de la población.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: El Proyecto Nacional de Etnografía de las Regiones Indígenas de México ha tenido como objetivo obtener información sobre la cultura y modo de vida de la poblaciones indígenas mexicanas mediante los equipo regionales que realizan investigaciones simultaneas sobre una serie de líneas de investigación previamente consensuadas y coordinadas centralmente. En el caso específico del equipo regional Estado de México, se realizan actividades de trabajo de campo en los pueblos otopame y nahuas que habitan en el territorio mexiquense, así como un necesario trabajo de gabinete para el análisis reflexivo de los datos etnográficos.