Proyecto de investigación

Poblaciones indígenas y dinámicas culturales contemporáneas en el oriente del bajío mexicano. Etapa I [2020]

OBJETIVO GENERAL

Conformar un estado del arte de las principales investigaciones sociales desarrolladas en la zona de estudio, así como una caracterización sociodemográfica de la misma, lo que permitirá establecer las bases documentales para el desarrollo de las siguientes etapas del proyecto.

ANTECEDENTES

El Bajío es una amplia región localizada en el centro-occidente del país integrada por fracciones de los estados de Querétaro, Guanajuato y Michoacán. Esta región ha tenido diferentes involucramientos en los procesos sociales, culturales, políticos y económicos de México; durante el periodo virreinal las poblaciones nativas, fundamentalmente otomíes y chichimecas, fueron incorporadas social y económicamente a las haciendas y principales centros urbanos de la región, generando procesos de mestizaje que se agudizaron durante los siglos XIX y XX con el desplazamiento de elementos culturales como la lengua materna y la identidad étnica. El universo de estudio es la porción oriental del Bajío, una zona culturalmente relevante conformada por poblaciones mestizas e indígenas diseminadas entre los municipios de Dolores Hidalgo, San Miguel de Allende, Apaseo el alto, Apaseo el Grande y Comonfort (en Guanajuato), así como Santiago de Querétaro, Huimilpan y Villa Corregidora (en Querétaro). Algunos de estos poblados se caracterizan por su componente indígena de raíces ñäñhö (otomí), cuya importancia etnográfica es evidente en manifestaciones como la gastronomía, cosmovisión, sistemas rituales, paisajes, historia oral, conjuntos arquitectónicos religiosos y la construcción de una identidad indígena revitalizada durante los últimos 10 años. En años recientes, centros académicos regionales han realizado estudios etnográficos entre poblaciones indígenas de Guanajuato y Querétaro (sobresaliendo el Colegio de Michoacán, Universidad de Guanajuato, Universidad Autónoma de Querétaro e INAH Querétaro). Particularmente, de los trabajos del INAH destacan los aportes del Programa Nacional Etnografía de las Regiones Indígenas de México (PNERIM) a través de su equipo Querétaro-Guanajuato, quien durante 20 años realizó estudios fundamentalmente sobre los pueblos indígenas de Querétaro, con incursiones etnográficas precisas, pero no sistemáticas ni de continuidad, en áreas vecinas de Guanajuato, específicamente en los municipios de San Luis de la Paz y Tierra Blanca. Sin menoscabo de tales aportes, es importante resaltar que los universos de análisis de la mayoría de dichos estudios han sido los indígenas migrantes procedentes de otros estados del país radicados en los principales centros urbanos de Guanajuato y Querétaro, así como los núcleos indígenas históricos de ambas entidades, emplazados en las zonas serranas de Sierra Gorda, Semidesierto y Sierra del sur, quedando pendiente el estudio de los pueblos indígenas y de origen indígena de las planicies del oriente del Bajío.

DESCRIPCIÓN

El panorama anterior plantea un área de oportunidad para el registro y estudio de los componentes históricos, sociales y culturales de las poblaciones indígenas y de origen indígena que habitan el oriente del Bajío, siendo una zona comúnmente asociada a un componente mestizo donde, sin embargo, es evidente la continuidad de manifestaciones culturales ligadas a tradiciones indígenas otomíes de las regiones vecinas. Este proyecto se sustenta en una metodología etnográfica respaldada por trabajo de campo in situ, con énfasis en la recuperación de la historia oral de las poblaciones abordadas. Para producir conocimientos antropológicos rigurosos y pertinentes relativos a la zona, es fundamental emprender investigaciones etnográficas que aborden a las poblaciones indígenas desde sus vinculaciones espaciales, permitiendo identificar y comprender las dinámicas socioculturales que articulan la composición contemporánea del oriente del Bajío mexicano como una región cultural plenamente identificable. Dentro de las actividades de investigación propuestas para este proyecto, destacan la identificación, registro y análisis de elementos y manifestaciones culturales que permitan caracterizar y delimitar las escalas de articulación regionales del oriente del Bajío, teniendo como eje a los poblados indígenas y de origen indígena que en él habitan. Para ello, el proyecto está integrado por 4 etapas anuales que organizan las líneas y objetivos particulares de la investigación, así como la conformación de los corpus documentales y etnográficos. A continuación, se enuncian las etapas contempladas junto a las actividades generales a desarrollar en cada una de ellas: -Etapa I. Exploratoria (periodo enero-diciembre 2020). Revisión de bibliografía sobre la zona de estudio; búsqueda y revisión de literatura especializada sobre estudios regionales y antropología; búsqueda y revisión de estadísticas y bases de datos oficiales relacionadas con la zona de estudio; diseño de instrumentos de investigación; elaboración de cartografías. -Etapa II. Articulaciones socioculturales 1 (periodo enero-diciembre 2021). Recorridos de área; aplicación de cuestionarios; registro fotográfico; registro etnográfico; trabajo de campo a partir de registros etnográficos sobre una línea de investigación específica. -Etapa III. Articulaciones socioculturales 2 (periodo enero-diciembre 2022). Registro etnográfico; registro fotográfico; trabajo de campo a partir de registros etnográficos sobre una línea de investigación específica. -Etapa IV. Articulaciones socioculturales 3 (periodo enero-diciembre 2023). Registro etnográfico; registro fotográfico; trabajo de campo a partir de registros etnográficos sobre una línea de investigación específica.

IMPACTO

En términos académicos, se pretende que el proyecto genere conocimientos antropológicos originales y pertinentes que contribuyan a consolidar una línea de investigación sobre región y grupos indígenas que habitan esta porción del país, apuntando gradualmente al estudio integral de aquellas poblaciones de origen indígena, originarias o equiparables entrelazadas a tradiciones y prácticas culturales de matriz otomí. Con este tipo de investigaciones se abona a la generación de conocimientos etnográficos que aporten a la realización de estudios comparativos con materiales etnográficos procedentes de las regiones aledañas. En términos sociales, se espera que los conocimientos generados aporten a la óptima documentación y comprensión de la diversidad cultural, de los poblados indígenas y de la gestión de los patrimonios culturales en esta porción del país. Se pretende que la información obtenida durante las diferentes etapas del proyecto, pueda ser consultable y utilizada tanto a través de repositorios institucionales, como de medios de divulgación y difusión científica al alcance de los diferentes sectores sociales interesados en el tema, fundamentalmente entre investigadores especialistas, instancias gubernamentales en materia cultural y los habitantes de las propias poblaciones abordadas. Particularmente, se aspira a afrontar la escasez de estudios antropológicos y etnográficos sistemáticos sobre esta porción regional del país, a fin de visibilizar los poblados indígenas a partir de argumentos científicos y objetivos respecto de la presencia y continuidad del componente étnico otomí en una zona que comúnmente es asociada con un carácter aculturizado y mestizo.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: En la Etapa I del proyecto se realizarán fundamentalmente actividades de investigación de gabinete, destacando las siguientes: Diseño de instrumentos de investigación documental; búsqueda, revisión y análisis de historiografía y estudios en ciencias sociales realizados en la zona estudiada; búsqueda y revisión de estadísticas y bases de datos oficiales relacionadas con la zona estudiada; búsqueda, revisión y comentarios a literatura especializada sobre estudios regionales y antropología; diseño y elaboración de cartografías; búsqueda y recopilación de cartografías relacionadas con la zona de estudio.