Premio compartido
2015
Director de trabajo: Adriana Cruz Lara Silva
La reintegración cromática y la narrativa de la imagen, historia de una práctica y su desarrollo en pintura novohispana
La restauración, de acuerdo con la terminología propuesta por el ICOM-CC incluye “aquellas acciones aplicadas de manera directa a un bien individual y estable, que tengan como objetivo facilitar su apreciación, comprensión y uso”. Entre estas acciones se incluyen aquellas que buscan minimizar los daños causados en la imagen de la obra por faltantes o lagunas, agrupadas bajo el concepto de reintegración cromática.
La reintegración de las pérdidas desde la aproximación contemporánea a la Conservación, busca idealmente facilitar la lectura del bien cultural y restituir su unidad figurativa, partiendo en principio de una interpretación crítica de la obra guiada por su valoración tanto estética como histórica y el reconocimiento de su función social actual. Entre la decisión de reintegrar un faltante o dejar visible el deterioro en una pintura, existe una gama de posibilidades que derivan y a la vez generan una variedad de interpretaciones. En este proceso el conservador más que “recuperar” propone una nueva lectura, ya que su actuación implica en mayor o menor medida, un cambio en la narrativa de la imagen, es decir, una alteración en la percepción de ésta y su transmisión a futuro.
El enfrentamiento entre la postura crítica de no intervenir en la imagen de las obras respetando su historicidad y evitando alterar en lo más mínimo sus valores estéticos y la práctica tradicional de restituir los faltantes para favorecer la apreciación del todo; ha llevado a los conservadores desde hace más de un siglo, a la búsqueda de sistemas que concilien los requisitos de favorecer la continuidad de la imagen y a la vez ser reconocibles o discernibles. Por otra parte el desarrollo de la tecnología aplicada al conocimiento de la materialidad de la obra y la construcción del color desde la historia técnica del arte, ha impactado la manera de abordar las obras y las decisiones de reintegración.
En el caso de la pintura novohispana, el análisis de los antecedentes de la práctica de reintegración y su desarrollo en el marco institucionalizado de la disciplina, aporta información sobre la interpretación, valoración y aproximación a estas obras, así como las funciones a la que se han adecuado a partir de los cambios de sus contextos originales. Estas obras, alguna vez admiradas en los muros de recintos religiosos, quedaron después olvidadas en húmedas bodegas. Las monumentales composiciones en lienzo y tabla sobrevivientes de las “piras”, el saqueo y las inclemencias del tiempo que amenazaron con su destrucción, aguardaron enrolladas o apiladas en precarias condiciones, a ser revalorizadas.
La reintegración de las pérdidas desde la aproximación contemporánea a la Conservación, busca idealmente facilitar la lectura del bien cultural y restituir su unidad figurativa, partiendo en principio de una interpretación crítica de la obra guiada por su valoración tanto estética como histórica y el reconocimiento de su función social actual. Entre la decisión de reintegrar un faltante o dejar visible el deterioro en una pintura, existe una gama de posibilidades que derivan y a la vez generan una variedad de interpretaciones. En este proceso el conservador más que “recuperar” propone una nueva lectura, ya que su actuación implica en mayor o menor medida, un cambio en la narrativa de la imagen, es decir, una alteración en la percepción de ésta y su transmisión a futuro.
El enfrentamiento entre la postura crítica de no intervenir en la imagen de las obras respetando su historicidad y evitando alterar en lo más mínimo sus valores estéticos y la práctica tradicional de restituir los faltantes para favorecer la apreciación del todo; ha llevado a los conservadores desde hace más de un siglo, a la búsqueda de sistemas que concilien los requisitos de favorecer la continuidad de la imagen y a la vez ser reconocibles o discernibles. Por otra parte el desarrollo de la tecnología aplicada al conocimiento de la materialidad de la obra y la construcción del color desde la historia técnica del arte, ha impactado la manera de abordar las obras y las decisiones de reintegración.
En el caso de la pintura novohispana, el análisis de los antecedentes de la práctica de reintegración y su desarrollo en el marco institucionalizado de la disciplina, aporta información sobre la interpretación, valoración y aproximación a estas obras, así como las funciones a la que se han adecuado a partir de los cambios de sus contextos originales. Estas obras, alguna vez admiradas en los muros de recintos religiosos, quedaron después olvidadas en húmedas bodegas. Las monumentales composiciones en lienzo y tabla sobrevivientes de las “piras”, el saqueo y las inclemencias del tiempo que amenazaron con su destrucción, aguardaron enrolladas o apiladas en precarias condiciones, a ser revalorizadas.