La Zona de Monumentos Históricos de Morelia se ha distinguido desde sus primeras manifestaciones urbanas por el uso de la ignimbrita (cantería) como material de construcción dentro de la fábrica de sus múltiples inmuebles. De acuerdo a tendencias, así como a modismos arquitectónicos, los recubrimientos del material (aplanados) de las fachadas principales fueron retirados, lo cual origino que la ignimbrita quedara expuesta totalmente a la intemperie.

Tras transcurrir el tiempo, luego de que el material pétreo a estado expuesto, hoy en día muestra determinado estado de deterioro, lo cual es plenamente visible. La alteración principalmente se encuentra en la parte baja de las fachadas, conocido como zócalos o zoclos, dicho daño se atañe a los altos índices de humedad y contaminación ambiental de la zona, así como por la presencia de sales minerales.

El objetivo de la investigación fue dictaminar el proceso de deterioro bajo el cual se encuentra inmersa la ignimbrita de la zona. La metodología selecta involucró la recolección de datos de los factores ambientales, así como de los elementos urbanos que intervienen para que se active el proceso de deterioro de la ignimbrita depositada en las fachadas de la zona.

Fueron aplicadas técnicas de análisis diversas, por una parte, fue seleccionada ignimbrita sana extraída de bancos utilizados históricamente para la edificación de inmuebles, la meta fue observar el comportamiento del material en comparación con las muestras de ignimbrita deteriorada; las cuales fueron recolectadas directamente de los inmuebles de la zona. Se realizó el análisis de las propiedades físico-mecánicas del material sano con el objetivo de comprender el comportamiento de la ignimbrita, así como se realizó el análisis del comportamiento de la ignimbrita deteriorada a través de su microestructura.

De acuerdo con la información arrojada, el deterioro de la ignimbrita se debe a la suma de los factores ambientales y de los elementos urbanos, circunstancia que altera su comportamiento mecánico y físico, situación que detona un proceso acelerado de deterioro, resultado provocado por el intemperismo de la ignimbrita dejando como consecuencia la pérdida parcial del material.