Proyecto de investigación

Posicionamiento del INAH Jalisco en la Zona Arqueológica Guachimontones [2020]

OBJETIVO GENERAL

Regularizar la presencia del INAH en el sitio arqueológico de Guachimontones, con la finalidad de conocer las dinámicas propias de su visita, así como las necesidades de conservación de las estructuras que lo conforman y el manejo adecuado del mismo.

ANTECEDENTES

Este proyecto tuvo su origen con el Folio 24562 y sigue en su primera etapa, pues en el ejercicio 2019 los recursos ingresaron al Centro INAH Jalisco a fines de noviembre y no me fueron ministrados en su totalidad, por lo que la mayor parte de ellos se reintegró. En el centro de Jalisco se observa una serie de sitios cuya distribución remite a sociedades agrícolas establecidas en los valles alrededor del volcán de Tequila, con acceso a tierras fértiles e irrigadas. En sus asentamientos se presenta una complejidad socio-política alcanzada durante el Preclásico tardío y el Clásico temprano. De acuerdo con Phil Weigand (1993) dicha zona comenzó a experimentar una creciente complejidad social a partir de la fase San Felipe (800 a 300 a.C.), pues es cuando supuestamente aparecen las primeras obras de arquitectura formal, siendo evidente que ciertos sitios comenzaron a tener un papel preeminente al interior de las comunidades de la zona. Estos sitios tienen un contenido ideológico implícito, ya que identifican el espacio sagrado con el paisaje y legitiman el derecho de la comunidad a la tierra y el territorio. El mayor de estos sitios, conocido como Guachimontones, ubicado en el municipio de Teuchitlán, permitió a Weigand sostener la existencia de una tradición cultural que define como tradición Teuchitlán, caracterización fincada en los vestigios arquitectónicos y el patrón de disposición circular de los edificios, rasgo que se estandarizó a partir del periodo Preclásico tardío (fase Arenal, 300 a. C. a 200 d.C.) y que estuvo acompañado por tumbas de tiro que sirvieron como cámaras funerarias para grupos de elite. Para Weigand, los siguientes siglos constituyeron el apogeo de dicha tradición, donde se dio un crecimiento poblacional y un incremento en la complejidad sociocultural. Guachimontones se localiza en las zonas de laderas al sur del volcán de Tequila con una vista privilegiada sobre el antiguo cauce del río Ameca y el fondo del valle de Ahualulco-Teuchitlán. Este sitio cuenta con diez conjuntos circulares, entre los que destaca el Círculo 1 cuyo diámetro de 130 m lo constituye en el mayor de la región, dos juegos de pelota (también uno de ellos el mayor del Occidente de México) y numerosas unidades habitacionales de elite en la parte aledaña conocida como la Joyita (Herrejón 2008; Smith 2008; Weigand y García 2001). Inmediatamente hacia el norte, las laderas se levantan unos 100 metros más y, sobre éstas, se localiza un segundo agrupamiento de conjuntos arquitectónicos, conocido como Loma Alta. Esta sección del sitio también cuenta con un juego de pelota, al igual que por lo menos dos guachimontones y dos conjuntos cruciformes, al tiempo que se encuentra en un emplazamiento de más difícil acceso que su contraparte de Guachimontones, pero mediando entre ellos una extensa área de ocupación habitacional.

DESCRIPCIÓN

A partir del 2007, Guachimontones formó parte de los sitios arqueológicos para intervención como parte del convenio de colaboración entre el Gobierno del Estado y el INAH, que tenía como finalidad integrar una ruta arqueológica en la región centro de Jalisco, así como proteger e investigar dicho sitio. Como parte de estas metas, se construyó la infraestructura necesaria para su apertura al público, misma que consistió en estacionamiento, servicios sanitarios y el Centro Interpretativo Phil C. Weigan, inaugurados en 2012. Lo anterior, con la finalidad de promover la visita turística al sitio, ligado al Paisaje Agavero, que cuenta con declaratoria de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Sin embargo, la presencia del INAH ha sido poco notoria hasta el momento, sin que se reconozca la labor que dicha institución ha jugado en la protección, conservación, investigación y difusión del patrimonio arqueológico, siendo necesario su posicionamiento ante la sociedad jalisciense para continuar con sus labores sustantivas, de ahí la relevancia de este proyecto. Por esto, durante esta primera etapa se tendrá una mayor presencia en el sitio, al tiempo de revisar la señalética, su mantenimiento menor y las propuestas de manejo.

IMPACTO

El sitio arqueológico de Guachimontones se constituyó en el más importante de la región valles del centro de Jalisco, no sólo por su posición estratégica en esta región o por el tamaño de sus conjuntos arquitectónicos, sino porque encabezó la sede una unidad político territorial, ocupada por una elite poderosa, aspecto que lo convirtió en el centro rector más importante del período Preclásico tardío/Clásico temprano. Estas elites se definen territorialmente y por la identidad social que construyeron en el espacio que habitaron. A partir de este sitio, se podrá entender la identidad sedimentada por prácticas y convenciones económicas, políticas y culturales que se delimitaron individual y colectivamente. Su esencia como región se establece a partir de los procesos territoriales y la redificación de ideas de cómo era su mundo o de cómo debiera organizarse. Es decir, un espacio geográfico, definido por un territorio, pero erigido como espacio social, cultural y simbólico, provocado por el tipo y magnitud de flujos humanos de interacción y acercamiento que se desarrollaron en su seno. Esta área física y social se convirtió en un espacio simbólico por los procesos ocurridos en su interior, relativos a la separación de lo sagrado y lo temporal, así como los imaginarios a que estaba ligada. De ahí que, aunado a las construcciones materiales, los límites o contornos territoriales se enlazan con una serie de sistemas regionales más amplios, que compartieron valores simbólicos en un área cultural mayor: Mesoamérica. De ahí la importancia de la conservación e investigación en dicho sitio. El impacto social que la investigación arqueológica ha tenido en el municipio de Teuchitlán es sobresaliente, pues el incremento en la visita turística en las últimas dos décadas es exponencial. De igual forma, el sitio arqueológico, por sí mismo, se ha convertido en una fuente de trabajo para los habitantes de la cabecera municipal, que participan tanto en las labores de investigación como de mantenimiento.
El sitio arqueológico de Guachimontones comienza a ser conocido en el ámbito nacional e internacional, atrayendo a personas interesadas en el turismo cultural de la región. Sin embargo, hasta el momento no se han seguido los protocolos del INAH para la apertura pública de un sitio arqueológico de estas características, ni se cuenta con una presencia institucional sólida en el lugar.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: La principal meta para este año será realizar el mantenimiento menor del sitio con el apoyo del H. Ayuntamiento de Teuchitlán. Sin embargo, deberá considerarse que no se cuenta con recursos este año, por lo que se avanzará en medida de las posibilidades y actividades propias de la que suscribe.
El único factor que actualmente condiciona el éxito de este proyecto es la falta de presupuesto asignado para el ejercicio 2020 y que los recursos del ejercicio 2019 no fueron asignados oportunamente ni en su totalidad. Un factor extraordinario pudiera ser la llegada a gran escala del COVID-19, pues si se decretara una cuarentena generalizada no se podrían realizar visitas de inspección al sitio.
Folio SIP
31697
Fecha de inicio
2020-02-28
Fecha de término
2020-12-31
Categoría
Unidad Administrativa

PARTICIPANTES

Director de proyecto (pdr): Martha Lorenza López Mestas Camberos