Salud y estatus en Monte Albán, Oaxaca [2017]
OBJETIVO GENERAL
Identificar la posición social de cada individuo al interior del grupo doméstico. Identificar diferencias respecto al género y la edad. Analizar los posibles movimientos espaciales de los individuos respecto al lugar de origen. Estudiar las características biológicas y las condiciones de salud, mediante indicadores de estrés. Conocer la dieta y aspectos de nutrición por medio del análisis bioquímico de isotopos y elementos traza. Comparar los niveles de riqueza entre las tres residencias de elite. Contrastar las diferencias entre los grupos de elite y los de grupos intermedios. El estudio bioarqueológico considerará varios temas centrales como son la evaluación de las condiciones de vida y salud, la nutrición, aspectos sobre migración y movilidad, cuestiones de filiación biológica y parentesco. Para cada uno de estos temas se han desarrollado técnicas específicas. Respecto a las condiciones de vida y salud se utiliza fundamentalmente el análisis macroscópico y el radiológico. Para el análisis macroscópico se tomarán en cuenta los individuos de ambos sexos y los subadultos, con el fin de obtener la distribución de edades a la muerte y los perfiles demográficos. Los datos fueron estandarizados de acuerdo a la propuesta metodológica de Márquez y Jaén (1997) y el marco teórico de los indicadores de estrés parte de Goodman et al. (2002) Con lo cual los resultados y conclusiones del presente estudio tienen el poder comparativo con otras poblaciones de Mesoamérica y de otros periodos culturales.
ANTECEDENTES
Esta investigación pretende evaluar el grado de desigualdad social existente entre la elite como grupo dirigente, y el resto de los habitantes de Monte Albán a través de la identificación de sus actividades económicas y reconstrucción del nivel de vida alcanzado durante los diferentes periodos de ocupación del mismo. La investigación se lleva a cabo a tres niveles: el individuo, el grupo doméstico de elite y el barrio, evaluando las variaciones en cuanto a prestigio social, riqueza económica y poder político. González Licón y Márquez han venido estudiando las relaciones entre la estratificación social, condiciones de salud y demografía (González Licón 2001, 2003a, 2004, 2005, 2007a, b, 2011a, b, 2012; González Licón y Márquez 1990, 2013; González Licón, et al. 1999; Márquez, et al. 1994; Márquez y González Licón 1992, 2006) que es una manera de evaluar el impacto que los cambios socio-políticos mayores tienen en la población a lo largo de tiempo.
DESCRIPCIÓN
Respecto a las condiciones de vida y salud de los individuos procedentes de entierros y tumbas se puede considerar como óptima, dada la baja incidencia de los indicadores de estrés. Sin embargo, los individuos inhumados en las tumbas, presentan en general mejores condiciones de salud y nutricional, cuando comparamos los valores absolutos de cada indicador. Como hemos señalado en algunas publicaciones (González Licón 2004, 2011a, 2012; Márquez 1998; Márquez, et al. 1994; Márquez y González Licón 2001, 2006), cabe señalar que las diferencias observadas en los procesos de salud y nutrición de cada grupo se deben, primordialmente, a un acceso diferencial de los recursos materiales para proveerse adecuadas condiciones de vida. Los individuos enterrados en las tumbas, a pesar de tener, relativamente, un estatus de salud y nutrición mejor que el resto del grupo doméstico, no se pueden considerar como pertenecientes a un grupo social privilegiado sino que forman parte del mismo asignado para todo el grupo doméstico. Los estudios sobre las costumbres funerarias en Monte Albán nos permiten entender ahora que los individuos depositados en la tumba de la casa eran los individuos con mayor prestigio social y reconocimiento dentro del grupo doméstico, pues hasta en las casas de la gente 'común' se tenía una tumba. Estos privilegios se otorgaban de acuerdo al sexo, la edad o el rol social que jugaba el individuo al interior de su misma familia o grupo doméstico pero es independiente del estrato social al que pertenecieran. Es decir que en cada estrato social identificado: la elite dirigente, la clase intermedia y aún en la gente común o más baja socialmente, había estas diferencias al interior de cada grupo doméstico, con algunos individuos con mayor prestigio que otros, presumiblemente los patriarcas o líderes de cada familia o grupo doméstico. Estas interpretaciones se deben reforzar con una mayor investigación en cada estrato social y por ello en esta propuesta deseamos explorar las variables existentes entre la clase dirigente, entre la elite.
Aunque los alcances del proyecto son de cobertura nacional por tratarse de una investigación en una de las principales zonas arqueológicas de nuestro país, los resultados obtenidos se presentan en diferentes foros internacionales a través de ponencias y conferencias en congresos, coloquios y simposios y también con la publicación de artículos en revistas internacionales. Igualmente se hace difusión a través de los canales adecuados del INAH.
NOTAS
- Descripción de actividades: Ponencia nacional presentada y dos artículos elaborados.
La desigualdad social ha estado presente en casi todas las sociedades humanas dependiendo del sexo, edad y habilidades individuales de sus miembros. La razón para el desarrollo de la desigualdad ha sido el propio beneficio personal de los individuos que promueven la competencia entre ellos al buscar las posiciones políticas o económicas. La idea de estratificación social sin embargo, lleva implícita la noción de desigualdad, e implica su presencia institucionalizada. En este sentido, aunque en todas las sociedades hay desigualdades sociales, no todos son permanentes o estratificadas (Flannery y Marcus 2012; Price y Feinman 2010). El estudio de las distintas unidades domésticas que integran un barrio como unidad de análisis ha sido poco desarrollado en Mesoamérica en general y menos todavía en Monte Albán. Sin embargo, aunque algo se ha avanzado en el conocimiento de la clase intermedia (González Licón 2011a), poco es lo que se conoce en particular acerca de la clase alta o dirigente y de la clase baja o de la gente común. Por ello esta propuesta trata de conocer con más detalle la clase dirigente como clase social, no como individuos en particular. En general muchos estudios arqueológicos y etnográficos han demostrado la importancia de la unidad doméstica (household) como unidad de análisis social, sin embargo pocos datos tenemos acerca de la clase dirigente como tal, es decir el estudio de los grupos domésticos considerados de elite, el grupo dirigente pero estudiando a todos sus integrantes y no solo el gobernante o el individuo recuperado de una tumba principal con gran ofrenda sino también los otros adultos mayores, mujeres, niños y ancianos del grupo. Considerando la experiencia previa obtenida en excavaciones de unidades residenciales en Monte Albán y la publicada para otros sitios en Mesoamérica, creemos que este tipo de estudios son necesarios y valiosos para conocer más acerca de las posibles causas y variables que intervienen en el proceso de desarrollo social, económico y político de este tipo de sitios y su comparación entre ellos. Igualmente pensamos que la metodología propuesta, con el análisis multivariable de grupos de indicadores pero sin privilegiar ninguno de ellos, permite una evaluación confiable para responder a los objetivos propuestos. El proyecto igualmente permitirá a estudiantes de arqueología y antropología física llevar a cabo prácticas de campo y tesis profesionales a nivel de licenciatura y doctorado.
Folio SIP
10278
Fecha de inicio
2014-01-13
Fecha de término
2018-12-20
Categoría
Unidad Administrativa
Área normativa