El conjunto arquitectónico funerario de la Noria. Costumbres funerarias, prácticas mortuorias e indicadores de identidad en los antiguos habitantes de Tamtoc, SLP [2017]
OBJETIVO GENERAL
Retomando los resultados obtenidos del estudio de costumbres funerarias, se propone realizar el análisis de las modificaciones corporales identificados en los esqueletos exhumados de La Noria e inferir datos de su probable procedencia. Objetivos específicos 1. Identificar, analizar y explicar la presencia de modificaciones corporales en los esqueletos exhumado de La Noria, en Tamtoc. 2. Analizar por sexo y edad a la muerte la presencia de modificaciones corporales en los esqueletos de La Noria. 3. Identificar los roles de los individuos representados en los entierros, a partir de su imagen corporal, del lugar de entierro y de su ajuar funerario.
ANTECEDENTES
A partir de 2008 el equipo de investigación que trabaja en el Proyecto ?Origen y Desarrollo del Paisaje Urbano de Tamtoc, SLP? ha planteado diversas preguntas sobre la función del Conjunto Arquitectónico Funerario La Noria, en la sociedad de Tamtoc. Durante ocho años de excavaciones y de análisis de los diversos materiales obtenidos, entre ellos 56 túmulos o tumbas de las que se han exhumado un total de 91 individuos, hemos ido probando hipótesis conforme iban avanzando los trabajos de excavación. De manera general podemos decir que los individuos ahí depositados corresponden a adultos e infantes, de todos los grupos de edad y de ambos sexos. Las tumbas fueron excavadas en el suelo y los individuos fueron depositados en posición sedente, orientados hacia el este franco, sin ofrenda; algunos de ellos tenían una cuenta de piedra verde como ajuar (Hernández Espinoza 2012), elaborada en cuarcita proveniente de Motagua, Guatemala (Melgar Tísoc et al. 2012). Por la disposición de los esqueletos excavados es posible que hayan sido amortajados antes de ser depositados, aunque no se ha encontrado ningún material asociado como evidencia de esto. Cada tumba fue marcada con la construcción de un cono truncado, que hemos denominado como túmulo, hecha de piedra de río, y en la parte superior un fragmento de piedra caliza a manera de marcador. Este espacio funerario fue concebido y construido durante la última etapa de ocupación de esta ciudad durante el Posclásico (1100-1521 d. C.); por los pocos materiales cerámicos asociados a estos entierros y los resultados del fechamiento por carbono 14 de cuatro entierros de este lugar, suponemos que los entierros recuperados de este lugar sean los últimos depósitos hechos en esta zona. Una de las características físicas de los individuos depositados en este espacio es la presencia de cambios severos en sus huesos, principalmente en las extremidades; la severidad de la lesión va de acuerdo con la edad: en los niños y adolescentes, las lesiones se circunscriben a procesos inflamatorios en su etapa inicial, visibles en clavículas, costillas y huesos largos. Entre los adultos, pocos rebasan los cuarenta años de edad a la muerte, las lesiones han deformado sus huesos, indicadoras de que la infección alcanzó su fase crónica. Los estudios tanto morfoscópicos como bioquímicos han revelado la presencia de tuberculosis y de yaws o frambesia (Hernández Espinoza 2012), ésta última es una infección cutánea, adquirida durante la niñez. Ante la singularidad de estos hallazgos, en un primer momento, todo apuntaba a que La Noria era un lugar donde no se enterraba a la población en general, sino que había una selección (Hernández Espinoza et al. 2012), cuyos criterios hemos tratado de inferir sin que tengamos la certeza de que así fue, de ahí la importancia de realizar otro tipo de que pudiera ofrecer algunos otros elementos para entender más la función de este sitio. El análisis de las costumbres funerarias y prácticas mortuorias realizado durante 2016 brindó algunas respuestas y condujo a otras preguntas, al identificar variantes en el tipo de entierro, materiales asociados y sobre todo algunas características visibles en los esqueletos como serían las modificaciones corporales.
DESCRIPCIÓN
La ritualidad de los grupos humanos está íntimamente ligada a su cosmovisión, a su organización social, así como con aquellos elementos que les otorgan identidad. Las modificaciones corporales que se han estudiado tradicionalmente en la antropología física, como son la modificación intencional el cráneo, el limado dental, la lesión suprainiana y la trepanación, deben ser consideradas como expresión de los elementos antes mencionados. El significado de cada una de ellas solo puede ser entendido cuando comprendemos que su presencia en restos esqueléticos no es al azar ni para otorgarse atributos estéticos, sino que cada modificación fue hecha para dejar rastros de la identidad del individuo que las portaba. El estudio de la corporeidad humana o embodiment aporta los elementos teóricos para entender cómo a través de su cuerpo el hombre manifiesta su cultura o mejor dicho cómo la cultura se manifiesta en el cuerpo del sujeto en estudio (Csordas 1990). A partir de este enfoque metodológico desarrollaré esta propuesta de investigación con el objetivo de darle una nueva perspectiva al estudio de las modificaciones corporales en las sociedades antiguas, como signos de pertenencia, identidad, ideología y ritualidad. Marco teórico - La teoría del embodiment La teoría arqueológica postprocesual contemporánea ha fomentado la exploración del significado del yo a través de los conceptos de agencia, identidad y personalidad, pero su aplicación en los análisis osteólogicos todavía no es común (White et al. 2010). Tradicionalmente, las fuentes de información bioarqueológica en este tipo de análisis han sido las piezas artísticas y los rastros de artefactos construidos por la gente, en lugar de estudiar sus propios cuerpos. En el paradigma de los estudios de identidad, los individuos son vistos como actores, quienes pueden y de hecho actúan dentro de una variedad de contextos sociales, en lugar de ser receptores pasivos; el cuerpo humano es visto como un lugar donde se llevan a cabo las negociaciones sociales y políticas (Fowler 2004). La evidencia de estas interacciones se encuentra en las construcciones funerarias, en las ofrendas mortuorias y en el tratamiento mortuorio del cuerpo. Aunque el comportamiento cultural tiene un profundo impacto en la biología y puede ser leída en los esqueletos (Larsen 1997), la mayoría de los análisis de entierros se realizan y proceden del cuerpo muerto, visto como un objeto que ha sido tratado culturalmente, más que como un cuerpo biológico que alguna vez tuvo vida . Chris Fowler (Fowler 2004) ha señalado que la personalidad, o identidad, se conforma a partir de las relaciones con los objetos, los lugares, la naturaleza y con otros seres humanos. Aunque los aspectos biológicos y sociales de la identidad son observables en el cuerpo, el uso de la identidad biológica en los estudios bioarqueológicos nos siempre van más allá del significado social de la edad y el sexo dentro de contextos específicos, ya que una actividad por lo general se restringe a un grupo específico de edad o a un género en particular. Aunque se entiende que para los bioarqueólogos la cultura juega un papel importante en la recreación forense de la osteobiografía de un individuo, el énfasis paleoepidemiológico se privilegia en detrimento del significado social de las identidades individuales. La información osteobiográfica como la dieta, el patrón alimentario, las enfermedades sufridas por los individuos, la actividad física y la movilidad a través del paisaje debe ser utilizada para inferir la identidad social. La identidad social se deriva de las interacciones sociales y políticas y juega un papel importante en la formación de la biografía personal y de la identidad. El cuerpo por lo general se ha utilizado para reconstruir la identidad a partir del estudio de las modificaciones experimentadas en vivo sobre su superficie (tatuajes, piercing y escarificación), en su forma (como el vendaje de los pies, la modificación del cráneo y del cuerpo entero, cuando se pierde o se gana peso) o en su composición (a través de dietas altamente selectivas). Las interpretaciones sobre la identidad de un individuo se derivan por lo general de un texto preservado (Joyce 2000), de la iconografía y de la analogía etnográfica. La incorporación corporal del significado social y la expresión personal de este tipo de modificaciones estéticas y simbólicas es lo que se llama ?embodiment? (corporalizar en su traducción más literal) (Csordas 1990, 1999). El embodiment puede ser un proceso consciente o inconsciente, pero ambos son el resultado del uso del cuerpo para demostrar la identidad o individualidad cultural. Estas identidades son a menudo diseñadas para ser visibles y se observan fácilmente en público. Otras están escondidas a la vista del público y sólo tienen un significado personal. Porque las identidades son contextuales, pueden cambiar de un momento a otro en la vida de un individuo. Las modificaciones del cuerpo son un acto biocultural, pero el significado social no está simplemente conferido por la alteración de los tejidos de la superficie o la modificación de ciertas partes de cuerpo. El embodiment también significa la incorporación de la cultura en las estructuras más profundas del esqueleto (White et al. 2010). Las preguntas que guían este trabajo son ¿Quiénes eran los individuos sepultados en el Conjunto Arquitectónico Funerario de La Noria? ¿De dónde vinieron? ¿Por qué estaban en Tamtoc?
NOTAS
- Descripción de actividades: A partir de los resultados obtenidos en 2016, se identificarán aquellos esqueletos que muestren algún tipo de modificación corporal. Una vez separados de la colección se procederá a levantar una cédula específica para el registro de estas características corporales. Se construirá una base de datos con esta información misma que se cruzará con la información obtenida sobre costumbres funerarias. Una vez obtenidos estos datos se procederá a explicarlos a la luz de la información arqueológica e etnohistórica disponible y aquella que se pueda recolectar durante la temporada de campo 2017.
La ritualidad de los grupos humanos está íntimamente ligada a su cosmovisión, a su organización social así como con aquellos elementos que les otorgan identidad. Las modificaciones corporales que se han estudiado tradicionalmente en la antropología física, como son la modificación intencional el cráneo, el limado dental, la lesión suprainiana y la trepanación, deben ser consideradas como expresión de los elementos antes mencionados. El significado de cada una de ellas solo puede ser entendido cuando comprendemos que su presencia en restos esqueléticos no es al azar ni para otorgarse atributos estéticos, sino que cada modificación fue hecha para dejar rastros de la identidad del individuo que las portaba.
Folio SIP
6191
Fecha de inicio
2012-01-09
Fecha de término
2017-12-31
Categoría
Unidad Administrativa
Área normativa