Proyecto de investigación

Costumbres funerarias en el estado de Guerrero [2017]

OBJETIVO GENERAL

Conocer la concepción del mundo que tienen los nahuas de estas comunidades Conocer cuál es la noción sobre el cuerpo y el nombre que recibe en náhuatl, así como el número y nombre de entidades anímicas, si es que las hay. Indagar si existe un tratamiento funerario diferenciado por sexo, edad, así como por la causa de la muerte. Saber cuáles son los destinos postmortem y como se llega a cada uno de ellos. Conocer el papel que tienen los muertos en las dos principales actividades económicas: la agricultura y el comercio. ? Dar seguimiento a las costumbres funerarias desde época prehispánica en Guerrero. Para ello es necesario documentar bibliográficamente la información sobre las costumbres funerarias en Guerrero y en la subregión del Balsas. Así como realizar distintas temporadas de campo en dichas comunidades.

ANTECEDENTES

Guerrero es un estado multicultural, para su estudio se han definido ocho regiones geográficas y se hablan más de 40 lenguas indígenas. Se estima que aproximadamente 456,774 mil personas que hablan una lengua indígena, dentro de esta pluralidad étnica destacan cuatro grupos lingüísticos: Amuzgo, tlapaneco, mixteco y náhuatl. Estos últimos representan alrededor del 35.9% de la población indígena y se distribuyen en La Montaña, el Centro, Norte y la Cuenca Superior del río Balsas o Alto Balsas. El nombre de Nahuas del Alto Balsas es relativamente reciente, y designa a los pobladores que habitan en la región superior del río Balsas. La mayoría de ellos hablan náhuatl y han ocupado ese territorio durante los últimos 800 años. Al mismo tiempo que continúan con sus tradiciones viven y trabajan en otros estados de México. Se les puede encontrar en los pueblos y ciudades de dieciocho estados de los EE.UU. La región en cuestión es una extensión del valle de Iguala. Inicia al este de la carretera federal Iguala-Chilpancingo donde se encuentra el pueblo de Mezcala y continúa hasta la frontera con Puebla. Originalmente habitada por personas con influencia cultural olmeca y cientos de años después fue poblada por yopes, cohuixcas y chontales (Paradis, 2004). Los últimos en llegar a la región fueron los nahuas e impusieron su hegemonía, el códice Mendocino y la Matrícula de tributos dan cuenta de ello. Su centro administrativo era Oapan, que continuo siendo un sitio de control político después que los aztecas conquistaron la región. Oapan también fue la sede de una parroquia católica en todo el periodo colonial hasta que la parroquia se trasladó a Xalitla, el único pueblo situado a la carretera pavimentada en la década de 1940. Durante el periodo colonial, los nahuas combinaron la agricultura, la arriería y el pequeño comercio regional. Ya en el siglo XIX y hasta 1940 se dedicaron al comercio ambulante de la sal que obtenían de la Costa Chica, y fue hasta las décadas de 1940 y 1950 que los habitantes de Ameyaltepec y Oapan hicieron innovaciones en su tradición artesanal, lo que les permitió ingresar mercado turístico (Good y Barrientos, 2004). En la década de los años 1960 los originarios de estos pueblos cobraron fama por sus pinturas sobre papel de amate, además se especializaron en la producción artesanal, lo que les permitió obtener recursos económicos. Sin embargo, la construcción de la ?Autopista del Sol? provoco que la venta de artesanías disminuyera considerablemente pues los turistas dejaron de pasar al ?parador artesanal? de Xalitla. Paradójicamente, la construcción de la autopista represento para las comunidades de Tula de Río, San Agustín Ostotipan, San Juan Totolcintla y San Francisco Ozomatlan una vía directa al puerto de Acapulco. Hoy día, los artesanos se dirigen a los centros turísticos ubicados dentro y fuera del estado con el objetivo de obtener mayores recursos económicos, también viajan a Colima y Jalisco para emplearse como cortadores de caña y tomate, así como al estado Texas en los Estados Unidos para trabajar en el sector agrícola. La carretera federal Iguala-Chilpancingo facilita el acceso a los pueblos de Maxela, Xalitla, Oapan, Amayaltepec y Tlamamacan, supongo que por ello, son los pueblos que antropológicamente están más estudiados. Mientras que los pueblos más alejados de la carretera como Ostotipan, Tula del Río y Tetelcingo existen pocos trabajos antropológicos. Las comunidades de esta región o como algunos autores la llaman ?subregión del Balsas? presenta una serie de características comunes y a pesar de algunas rivalidades y diferencias etnográficas menores entre ellos, estos pueblos conforman una región cultural integrada articulada por una compleja a red de intercambio reciproco alrededor de la vida ceremonial Además, realizan peregrinaciones colectivas a lugares fuera de la región y siguen un régimen anual de rituales agrícolas y tiene un sistema cívico-religioso donde cada año eligen a sus autoridades a través de una Asamblea General Comunitaria. Ante el proyecto hidroeléctrico ?San Juan Tetelcingo? presentado por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el año de 1992, los pobladores de 37 pueblos y rancherías de los municipios de Ahuacuotzingo, Mártir de Cuilapan, Copalillo, Huitzuco, Tepecoacuilco, Zitlala y Eduardo Neri, decidieron formar el Consejo de Pueblos Nahuas del Alto Balsas (CPNAB) durante la lucha contra construcción de la presa, a las mujeres los abuelos le revelaron que la Presa no se haría, ?visitábamos el campo santo en donde se rezó tras ayunos prolongados y pidió a los muertitos que ayudaran a los pueblos para que protegiera a la representación política del CPNAB y evitar que los del gobierno si querían que la presa se implementara, les hicieran algún daño físico o espiritual?. Los 37 pueblos que conforman la región se ubican en seis municipios: Tepecoacuilco, Mártir de Cuilapan, Copalillo, Huitzuco, Eduardo Neri y Atenango del Río. Tienen un sistema de cargo, conocido como jerarquía cívico-religiosa, una institución que implica el servicio público obligatorio como parte de las funciones que confieren derechos de pertenencia a una comunidad y acceso a la tierra. También visitan otros pueblos durante las principales celebraciones religiosas como parte de un sistema de intercambio ritual que se extiende más allá de la región. Los pueblos se han interconectado a través de tales intercambios rituales. Tienen muchas características en común de ahí que se les considere una sola región cultural. Sin embargo, también presentan una fuerte rivalidad que se han producido violentos enfrentamientos sobre todo en el momento de definir las fronteras territoriales. El uso del lenguaje (mexicano como ellos lo llaman) es un importante indicador de identidad social, pues el náhuatl se habla en casa y en la calle.

DESCRIPCIÓN

El proyecto está orientado a continuar con el registro de las las prácticas funerarias en la comunidad de San Agustín Ostotipan y San Juan Totolcintla que se ubican en la subregión del Alto Balsas. Ya en estas comunidades no existen estudios antropológicos de dé cuenta de los ritos funerarios y su relación con el ciclo agrícola. El presente proyecto tiene como objetivo estudiar y analizar los sistemas de creencias y rituales mortuorios para ello me propongo los siguientes objetivos específicos.

IMPACTO

La investigación va dirigida especialmente a entrevistar adultos casados y adultos mayores. Estos últimos son considerados de vital importancia debido a su trayectoria en la localidad, ademas estas personas son las que tienen un gran numero de familiares y amigos, dentro y en las comudades vecinas. Esto permitirá que la memoria histórica se reproduzca en las nuevas generaciones.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: Para acercarnos a los rituales mortuorios llevaré a acabo un estudio bibliográfico y etnográfico. Este último se caracteriza por la observación, descripción y comprensión de algunos fenómenos culturales de las comunidades estudiadas. Así, a través del enfoque etnográfico se pretende acceder a las dinámicas y a la lógica cultural de las comunidades en cuestión. La etnografía se apoya por una serie de técnicas cualitativas, las cuales son fundamentales para la recolección y posterior análisis de la información obtenida. A través de la recolección y posterior análisis de la información obtenida. Expondrá y dará a conocer los rituales agrícolas (festividades de la Santa Cruz y día de muertos). Extendiéndose la investigación a elementos como ritos funerarios: preparación del cadáver, cuidados post-mortem, tipos de enterramientos, velación el duelo, lugar y tipo de enterramiento, días de muertos, música y cantos fúnebres.
Actualmente no existen trabajos reportados en la literatura de estas dos comunidades nahuas que den cuenta de la relación entre los vivos y los ancestros. La información que se recolecte de las diferentes temporadas de campo será analizada bajo el enfoque de las ontologías indígenas, lo cual permitirá establecer si estas comunidades, al igual que otros pueblos nahuas, son animistas, esto permitir establecer una continuidad entre humanos y no-humanos en lo que se refiere a la interioridad, mientras que lo que los diferencia es su materialidad, es decir, una continuidad entre la humanidad y no-humanos. En consecuencia, más que atribuir a las sociedades humanas una condición natural, se percibe que los no-humanos como conjuntos organizados por relaciones sociales, que formarían parte de una sociedad jerarquizada que presiden dios, santos, muertos y animales.
Folio SIP
11533
Fecha de inicio
2015-01-07
Fecha de término
2017-12-31
Categoría
Unidad Administrativa

TITULAR DEL PROYECTO

PARTICIPANTES

Director de proyecto (pdr): Jorge Cervantes Martínez
Última actualización: