El estudio del patrimonio cultural de Puebla a través del análisis de los documentos históricos de Tochimilco, centrado en las pictografías cartográficas del periodo novohispano, nos ha permitido incursionar en la historia de la región del Valle de Atlixco. Nuestra primera percepción de las cartografías como de imágenes fotográficas antiguas, hizo posible la realización de una exposición para dar a conocer estas pictografías entre los pobladores de la cabecera municipal, quienes identificaron parte de su entorno mediante los materiales lúdicos elaborados como apoyo a la muestra. Nuestra perspectiva ha venido cambiando, sin embargo, prevalece la percepción de considerarlos como textos a los cuales hay que aprender a leer. Lo anterior nos ha permitido explorar la diversidad de propuestas que se han desarrollado desde campos como la historiografía, la etnohistoria, la cartografía y el análisis del discurso, por mencionar algunos. La diversidad de formas y los contextos de cada una de las pinturas hace pertinente que podamos combinar algunas de ellas para lograr la mejor lectura y comprensión de sus contenidos, sean estas narraciones sobre la ocupación y uso de un espacio territorial o la descripción de una realidad histórica, es decir, en un momento determinado y en una situación específica. Parte de los resultados se han difundido a través de las exposiciones realizadas en el ex convento de Huaquechula, como una colaboración al proyecto Turismo y patrimonio cultural de Puebla, logrando con ello una presencia institucional en la zona, además de la oportunidad de devolver a los pobladores de los lugares ahí representados el conocimiento de su valioso e insustituible patrimonio cultural. Con el sismo de 2017 el patrimonio edificado de Tochimilco sufrió graves daños, si bien el ex convento franciscano que permanece inhabilitado para la realización de prácticas religiosas cotidianas, tendrá las intervenciones necesarias para su restauración; el mayor perjuicio se ha dado en las construcciones vernáculas, donde se produce y reproduce la vida y por tanto la cultura. Con este evento, el paisaje cultural del municipio ha dado el mayor viraje en un corto tiempo, para modificar la imagen tradicional de sus poblados, que hasta hace unos años se podía identificar en las cartografías novohispanas.