Por la naturaleza de su uso, los órganos históricos de carácter patrimonial en México se encuentran principalmente en recintos religiosos. La caída en desuso de estos instrumentos, así como lo difícil y costoso de su manutención, ha propiciado que gran parte de ellos se encuentren en un estado de abandono. Desde hace algún tiempo, ha resurgido la necesidad tanto en comunidades como en especialistas de recuperar la funcionalidad de los órganos, lo que ha resultado en restauraciones poco concienzudas que conducen a la pérdida parcial o total de información y materialidad. La carencia de programas permanentes que contemplen la participación de diversos especialistas para su registro, documentación, conservación y difusión, contribuye a esta situación ya que la información existente no se encuentra concentrada y analizada, disponible para que los restauradores tomen decisiones informadas al momento de plantear una intervención. Si bien se han realizado importantes esfuerzos por realizar catálogos de los instrumentos por región, la información que contienen no es suficientemente representativa para establecer un panorama de los instrumentos existentes y su estado de conservación.