Mi interés particular por los cementerios nació en 1993, cuando se me encargó elaborar el expediente técnico para la declaratoria del Panteón de Dolores de la ciudad de México como monumento histórico. Solo hay dos panteones declarados así y se vio que para protegerlo integralmente era necesario considerarlo como una zona de monumentos históricos. Por lo tanto se hizo el proyecto para la Declaratoria de una Zona de Monumentos Históricos en el Panteón de Dolores. Entonces decidí profundizar en el estudio del mencionado Panteón y se propuso la investigación como tesis de maestría en Arquitectura con especialidad en Restauración de Monumentos. Me recibí en el ENCRYM con Restauración Integral del Panteón de Dolores, tesis que obtuvo el premio Francisco de la Maza con mención honorífica. Fue publicada por el INAH en el 2007. Desde entonces me he dedicado a la investigación de los panteones, principalmente aquellos que se encuentran en nuestra enorme ciudad. En el 2010 obtuvimos el grado de Doctor en Arquitectura con el tema El panteón Francés de la Piedad como documento histórico: una visión urbano-arquitectónica, investigación que obtuvo el premio Francisco de la Maza como mejor tesis doctoral, misma que está en proceso de publicación por el INAH. Dentro de nuestro estudio nos dimos cuenta que en la actualidad, en particular en nuestra ciudad, los panteones tradicionales tienden a desaparecer porque la arquitectura funeraria está cambiando debido principalmente a la falta de espacio, cambio de ideología y de reglamentos, economía e inseguridad. Desde su fundación en 1924, el Distrito Federal ha tenido varios cambios en su división política. Al principio estaba sumamente definido lo que era la ciudad de México así como las diferentes entidades del Distrito Federal, que hoy son las delegaciones. La ciudad de México siempre formó parte del mismo y aproximadamente a partir de 1970 el Distrito Federal se convirtió en sinónimo de ciudad de México. En la segunda mitad del siglo XIX, con la expedición de las Leyes de Reforma, quedaron definitivamente prohibidos los cementerios en los templos, conventos y hospitales, así que tanto en la antigua ciudad de México como en los poblados cercanos se cerraron y se promovió la creación de nuevos cementerios. Esto, sin embargo, no se cumplió en las poblaciones más alejadas y que hoy forman parte de la ciudad. Todavía hasta el último tercio del siglo XX se encontraban muchos en los atrios de los templos. Hoy día, incluso, existen algunos. Consideramos importante conocer los cementerios que existen en la ciudad de México o Distrito Federal porque hemos podido observar que en el Distrito Federal hay una tendencia a la desaparición de los panteones históricos y tradicionales. A principios del siglo XX existían 172, y actualmente contamos con 119, de los cuales creemos que aproximadamente el 30 % de ellos se fundaron antes de 1900; sin embargo, consideramos que un alto porcentaje de ellos, aunque daten del siglo XX, tienen valores patrimoniales que ameritan su conservación.