El templo y exconvento de Acolman es uno de los inmuebles religiosos agustinos del siglo XVI mejor conservados en el país. Está enmarcado dentro de las construcciones monástico-militares de los primeros años de la colonización y representan un estilo arquitectónico único en su género. La fachada del templo es una muestra del estilo plateresco y sus claustros sirvieron de modelo para la construcción de otros conventos, como el de Yuriria en Guanajuato. Una de sus características más sobresalientes es que combinan las superficies lisas que continúan en los arcos con la rica ornamentación de los capiteles. Las pinturas murales han logrado sobrevivir y ejemplifican con claridad el objetivo de los frailes de evangelizar a los indígenas valiéndose de las representaciones gráficas, además de que reflejan el estilo propio de la época, tanto en la técnica de manufactura, como en los diseños. Este inmueble religioso ostenta la distinción de Monumento Nacional y forma parte del patrimonio cultural inmueble bajo la custodia del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Fue abierto al público como museo en el año de 1925 y algunos de los bienes muebles e inmuebles por destino que formaban parte de este conjunto arquitectónico conforman hasta la actualidad la colección museográfica. Otros bienes que se resguardan aquí fueron decomisados en la segunda mitad del siglo pasado por la entonces llamada Procuraduría General de la Nación y dados en custodia al INAH, careciendo de información sobre su procedencia, autoría o temporalidad. La importancia histórica, cultural y artística de este inmueble y su función como museo obliga a velar por el beneficio de los bienes culturales muebles que originalmente proceden de este sitio, pero también de aquellos que llegaron al lugar a lo largo de los años, conformando la actual colección museográfica. Con el fin de contribuir a este propósito, quien suscribe el presente documento y a petición del entonces delegado del INAH en el Estado de México, el Lic. Luis Alberto González Batani, realizó entre los años 2008 y 2010 el proyecto titulado Inventario, evaluación general y diagnóstico técnico de la colección de bienes culturales muebles e inmuebles por destino del Museo del Ex Convento de Acolman, Estado de México. El objetivo general fue revisar y actualizar el inventario de los bienes culturales muebles e inmuebles por destino que databa de 1973. Aunque se dice que existe un inventario posterior levantado en los años 90, no se pudo localizar en el Centro INAH Estado de México, además de solicitarlo al área correspondiente sin obtener respuesta. Los objetivos específicos de dicho proyecto consistieron en corroborar la presencia física de los bienes culturales registrados en el inventario de 1973 y reportar aquéllos que ya no se encontraran en el lugar; clasificar los bienes culturales muebles e inmuebles por destino en categorías, de acuerdo a su técnica de manufactura; establecer una nueva referencia distintiva para cada uno de los bienes en existencia dentro de las instalaciones del museo (que incluyera número de inventario y siglas de la categoría asignada); evaluar de manera general los bienes culturales de acuerdo a su categoría; hacer un diagnóstico individual de las obras sobre su estado de conservación; y realizar un dictamen de cada uno de los bienes para establecer los requerimientos de condiciones de resguardo y posible restauración, con base en el diagnóstico de deterioro. Los resultados del proyecto permitieron ordenar los bienes culturales de acuerdo a la siguiente clasificación: pintura mural, pintura de caballete, marcos (de las pinturas de caballete), artes gráficas, esculturas de madera, retablos, mobiliario, instrumento musical (órgano tubular), escultura y elementos arquitectónicos labrados en piedra, textiles y bordados, cerámica y distintos tipos de utensilios y ornamentos de metal. Aunado a su registro, también se llevó a cabo el diagnóstico del estado de conservación de las siguientes categorías: pintura mural, pinturas de caballete, artes gráficas, esculturas de madera, retablos y mobiliario; quedando pendiente el diagnóstico de las esculturas y elementos arquitectónicos de piedra, piezas de cerámica, utensilios, ornamentos y otros varios objetos de metal. Como producto de este proyecto se entregó a las autoridades del Centro INAH Estado de México un vasto informe titulado Inventario, evaluación general y diagnóstico técnico de la colección de bienes culturales muebles e inmuebles por destino del Museo del Ex Convento de Acolman, Estado de México, el cual contiene el registro de los bienes culturales, fotografías de los mismos y su diagnóstico de deterioro. El informe también incluyó recomendaciones urgentes para la conservación general de las piezas, en otros casos para mantener en condiciones adecuadas las obras que ya habían sido restauradas y se encontraban en bodegas, además de que se señalaron los bienes que en ese entonces requerían de un tratamiento urgente para garantizar su preservación. El mencionado informe quedó en manos de las autoridades del Centro INAH Estado de México y se espera haya sido de utilidad para las medidas que se tomaron posteriormente. A partir del año 2012 se llevaron a cabo procesos de restauración de los murales y pinturas de caballete y se reacomodaron varias piezas en distintas bodegas, con mejores condiciones de orden e higiene que como se mantenían anteriormente. Sin embargo, independientemente de las labores de protección y restauración, se consideró importante desarrollara un proyecto únicamente enfocado en el estudio histórico-cultural de los bienes culturales. Por este motivo en el año 2016 se propuso un proyecto de investigación con este objetivo, iniciando con la colección de pinturas de caballete. Como resultado se clasificaron los ejemplares de acuerdo a su técnica de manufactura (óleo sobre tela, madera o lámina), a la época de su creación, es decir, al siglo que corresponden y cuando fue posible al año. Todas las pinturas hacen referencia a personajes o escenas religiosas, por lo que se ordenaron de acuerdo al tema específico que abordan, como imágenes cristianas o advocaciones marianas, santos, arcángeles, representaciones bíblicas, etc. Una parte del proyecto se desarrolló en gabinete con el fin de buscar y recopilar información bibliográfica para sustentar la evaluación histórico-cultural de las pinturas; mientras en el museo se llevó a cabo la revisión y el registro fotográfico de las piezas. Los resultados y productos entregables incluyeron el proyecto realizado, registrado y avalado por las autoridades correspondientes del INAH; cuatro informes trimestrales y uno final, entregados a las mismas autoridades; tres actualizaciones de datos; cinco prácticas de campo; cuatro acervos consultados; y dos documentos elaborados. El producto principal contemplaba un libro elaborado, que consistía en un catálogo de obras, pero debido a una serie de problemas internas en el museo, entre los trabajadores y la tutora del mismo, durante el segundo semestre se detuvo el registro fotográfico de las pinturas y no se pudo concluir. El informe final reporta un avance parcial de la fotografía de cerca del 60 % del total de las pinturas. Otros resultados sobre una escultura que representa a Cristo crucificado, elaborado con la técnica indígena de caña de maíz, fueron publicados en la revista e-Conservation Journal de Portugal (Brito 2014). En el año 2016 se retomó la investigación, con el título de Evaluación histórico cultural de la colección de pinturas de caballete del Museo del Ex Convento de Acolman, Estado de México. El principal producto fue el catálogo parcial de las 116 pinturas de caballete (contabilizadas en ese momento) que se resguardan en el museo. El catálogo fue entregado a las autoridades del Centro INAH Estado de México e instancias correspondientes del INAH en el Informe Técnico Final 2016 (Brito 2016). Cabe mencionar que se propone la revisión de este texto por parte de las instancias correspondientes del INAH para su publicación, impresa o digital. El estudio continuó en 2017 y derivó en la elaboración del catálogo de 18 pinturas de caballete firmadas por su autor, con datos sobre la técnica, época de procedencia, así como datos biográficos de los artistas que permitan entender su producción pictórica. Conociendo estas obras bajo resguardo del museo de Acolman es posible entender su valor histórico y artístico, además de darlas a conocer al público interesado y proporcionar datos a quienes tienen estudian el arte colonial o a sus autores y que colabore a complementar el registro. Fue así como en 2018 inició una investigación con la principal meta del avance sustantivo de un estudio más profundo sobre la vida y obra de Antonio de Torres. Se eligió a este artista por los siguientes motivos: es el autor poco conocido, no existe ninguna publicación con el registro de su obra en distintos países, sino solo de manera parcial en México o España; posee una vasta obra en territorio mexicano, específicamente en el centro y norte del país, pues su trabajo fue demandado principalmente por los frailes franciscanos, aunque también por otros como los de la orden de San Agustín; aunado a que ha sido motivo de posiciones encontradas de especialistas como Manuel Toussaint y Francisco de la Maza, al clasificarlo el primero dentro del grupo de los "pintores secundarios" y el segundo como uno los mejores pintores barrocos novohispanos. Para lograr la meta se trazó como primer objetivo la recopilación de datos sobre ejemplares del artista existentes en distintos recintos religiosos, museísticos y acervos particulares, en territorios de México o en otros países, con el fin de elaborar una base con los registros actualizados. Otro objetivo fue la indagación de información sobre la vida del autor, su dinámica productiva, y la evolución de su propio estilo artístico en el contexto del barroco novohispano. El proyecto se propuso como producto principal la elaboración de un documento que reuniera los resultados obtenidos y que fuera la base para una publicación pensada a manera de libro. Es importante considerar que no existe un producto con estas características, solamente artículos y una tesis de licenciatura, que abordan de manera parcial temas específicos sobre Torres. El método de la investigación contempló dos grandes fases. Por un lado, la búsqueda y consulta de referencias bibliográficas para identificar la existencia de sus pinturas y por otro, la observación personal de los ejemplares con el fin de corroborar su existencia y autoría. El proyecto alcanzó las metas y los objetivos programados en el año 2018. El conocimiento de su obra permitió así iniciar con el análisis de la propia interpretación del autor sobre la temática religiosa que plasmó en sus lienzos, su estilo, su evolución a través del tiempo y sus aportaciones al arte barroco novohispano. Los productos entregados en el año fueron cinco informes presentados (cuatro Informes Técnicos Trimestrales 2018 y un Informe Final Anual); se realizaron 32 actualizaciones consistentes en registrar personalmente pinturas en los estados de México, Guanajuato, Durango, San Luis Potosí, Zacatecas y ciudad de México, además de conocer otras en referencias bibliográficas en Aguascalientes, Hidalgo, Jalisco, Durango y Chihuahua, que se considera importante visitar personalmente. También se localizó obra en Estados Unidos de América y en España. El documento elaborado reunió los resultados obtenidos en la investigación durante el año 2018 y se entregó a las instancias correspondientes del INAH. El contenido incluye subtemas sobre el pintor en el contexto barroco novohispano, datos biográficos, todo el registro de la obra localizada y con ello una base de datos actualizada, así como conclusiones preliminares en donde se deducen tareas para el 2019. Otro producto no programado que fue entregado al INAH fue un artículo de investigación titulado "Acolman, Mexico: Fantastic Seahorses in a Catholic Church of the 16th Century", publicado en forma impresa y en línea, en la revista Journal of Global and Área Studies, Vol. 2(1), pp. 1-17, de la Universidad Nacional de Pukyong, República de Corea. Es importante que la investigación continúe en 2019, por lo que se solicita a las instancias correspondientes del INAH que su continuidad sea avalada. Enseguida se describe el proyecto propuesto, las metas, objetivos, actividades y productos contemplados, solicitando el apoyo económico por parte de la institución y desglosando detalladamente los gastos contemplados.