La actualización de las fichas del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles, así como los estudios urbanos, de manera indirecta se enfocan o tienen en cuenta las tradiciones y percepciones de las comunidades locales, a la vez que respetan los valores de la comunidad nacional e internacional. Por lo que es fundamental integrar a la sociedad como actor clave en investigaciones y proyectos de investigación, urbanísticos, regionales y culturales, para garantizar la toma de decisiones acertadas. El impacto directo que un proyecto de Zona de Monumentos Históricos genera en la sociedad es el fomento a la investigación, protección, rescate, restauración y difusión de los monumentos históricos, espacios abiertos y demás obras arquitectónicas relevantes de la zona construidas hasta el siglo XIX; así como los edificios de arquitectura contextual construidos durante el siglo XX y la traza histórica, que es uno de los elementos sustanciales de cada estructura urbana. Asimismo, se conservan los valores urbanísticos y arquitectónicos del conjunto; se ordenan y controlan las transformaciones del área protegida para salvaguardar la identidad del lugar como parte de su historia. Preservar el legado histórico sin alterar o lesionar su armonía espacial y funcional, conjuntando los intereses de los sectores público, social y privado, permitirá el desarrollo de la zona mediante la permanencia, conservación y aprovechamiento de los espacios históricos, de manera que la derrama económica que éste genera se consolide también en la conservación, en la generación de fuentes de trabajo y en el beneficio de la población local, del municipio y del estado.