La micro y pequeña empresa en general y, de manera especial en la industria de curtido, donde representa el 80 por ciento de la rama, pueden generar daños ambientales a la par de las grandes y medianas empresas, pero con el agregado de que representan mayor dificultad para implementar medidas de control de sus efluentes, ya sea por sus limitaciones económicas, por su desconocimiento de las alternativas productivas limpias o, bien, porque con frecuencia son empresas sin registro oficial. En la trayectoria de implementación de controles para regular el desempeño ambiental en el sector de la piel del municipio de León, se han utilizado estrategias que incluyen convenios con los productores, para la introducción de cambios en el proceso productivo y la reubicación a parques industriales, para lograr la reducción de emisiones contaminantes de la industria. Sin embargo, estas estrategias se han encontrado con la oposición de los pequeños productores artesanales, que no encuentran en las alternativas gubernamentales apoyo económico, ni asesoría tecnológica, y en cambio se perciben como un ataque frontal contra su forma de subsistencia. En este contexto es en el que se intenta conocer los efectos de la regulación ambiental sobre el desempeño productivo y las posibilidades de continuidad de la empresa tradicional de curtido.