Proyecto de investigación

Proyecto de investigación integral para la conservación del gran basamento de Cacaxtla [2020]

OBJETIVO GENERAL

Documentar las cualidades de la arquitectura de Cacaxtla para conservarla, restaurarla y garantizar su estabilidad.

ANTECEDENTES

Folio 2019: 5952 El Proyecto de conservación, restauración e investigación de la zona arqueológica de Cacaxtla, iniciado en el año 2012, tiene como objetivo primordial definir las características de la arquitectura del Gran Basamento de Cacaxtla para conservarla, restaurarla y devolver su volumetría original para garantizar su estabilidad. El desarrollo de 8 temporadas de trabajado permitió identificar los materiales de fábrica que integran las estructuras arquitectónicas de los frentes intervenidos, posteriormente se definió la geometría de los cuerpos. En cada una de las temporadas se lleva a cabo el levantamiento de deterioros y patologías observadas, se reconstituyen los componentes estructurales de los espacios, se aplican capas de sacrificio de alta resistencia y compatibilidad con el agua, a fin de proteger a los vestigios originales. Los trabajos desarrollados en el Gran Basamento permiten definir el desarrollo arquitectónico de las áreas que integran los Frentes. Las labores del proyecto son complementadas el monitoreo y mantenimiento de los Frentes 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 11, 15, 16, 20, 22 y 24 trabajados en temporadas anteriores, además del mantenimiento de los accesos. La temporada 2019 inicio el 12 de agosto y concluyó el 27 de diciembre de ese año. La intervención se enfocó en el Frente 44 y Frente 45, en dichas áreas se re-exploró, se registró, se consolidaron y restauraron las afectaciones arquitectónicas identificadas. Es de suma importancia mencionar que a partir de la temporada 2019 se inició con el análisis del material recuperado en las intervenciones realizadas en los años 2012, 2013, 2014, 2015, 2016, 2017, 2018 y 2019.

DESCRIPCIÓN

El Proyecto de Investigación Integral para la Conservación del Gran Basamento de Cacaxtla se basa en la recuperación de las formas de los espacios del Gran Basamento y la reintegración de los volúmenes mediante el cálculo gráfico de la geometría de los materiales y los espacios con el objetivo de lograr el equilibrio y estabilidad del monumento arqueológico. Las intervenciones efectuadas proporcionan a la edificación los elementos necesarios que aseguren su permanencia y se disminuya el deterioro a mediano y largo plazo. La temporada 2020 plantea como objetivo la estabilización del relleno de los apoyos 11 y 12, correspondientes al eje B. Se elaborarán cajones de amortiguamiento en los cimientos de dichos apoyos con el objetivo de disminuir la rigidez de los rellenos actuales; al llevar a cabo esta acción en espacios cercanos al Templo de Venus, se garantiza una mejor distribución de las cargas en ese sector del basamento, teniendo como prioridad el espacio donde se localizan los pilares con pintura mural. Por otra parte, se planea concluir la restitución de los faltantes formales identificados en la excavación extensiva, conocida como Cala S. La clausura y restitución de material en este espacio brindará apoyo estructural al último nivel del basamento. En la siguiente temporada, se terminarán los trabajos correspondientes a la esquina noroeste del Frente 44 se complementará el recubrimiento de piedra blanca pendiente y se dará inicio al muro estructural y cajones de relleno correspondientes al nivel 6. La suspensión de las actividades de reconstrucción en el Gran Basamento aceleraría la acción de los agentes de deterioro presentes en el área de intervención; se afectaría gravemente a la arquitectura expuesta, la cual, es soporte de la pintura mural legado único del horizonte epicláisco del Altiplano Central.

IMPACTO

Las construcciones de piedra, cal y tierras, llamadas por ello de fábrica, se hicieron desde que el hombre ideó las formas más variadas para habitar. Las fábricas constituyen una parte fundamental del patrimonio arqueológico e histórico del territorio mexicano. Nuevos materiales, como el acero y el cemento, descubiertos a finales del siglo XIX, desplazaron a aquellos materiales de uso milenario y los materiales y técnicas constructivos cayeron en el olvido. Sin embargo, en la época moderna, las fábricas que pervivieron se consideraron inmuebles objetos de conservación, dignas de elogios y admiración pero destinadas a nuevas funciones. Respecto a las fábricas, de muros masivos y vanos reducidos, se verá que resisten cualquier carga que se le imponga, incluyendo su propio peso. En cambio, por las propiedades intrínsecas de los materiales constructivos, piedra, arcillas, arenas, cal y madera, será sumamente notorio que las fábricas no son estructuras rígidas, que no se deforman excesivamente al grado de amenazar con el colapso. Por el contrario, se verá que las fábricas son sumamente resistentes a la compresión. Por último, dadas las dimensiones y formas, las fábricas serán totalmente estables, es decir, de acuerdo con su geometría y dimensiones, las fábricas son estructuras totalmente equilibradas, que no acusarán desplazamientos de alto riesgo. De esta manera se sabrá cómo y con qué materiales fue que se constituyó cada cuerpo de fábrica, en este caso del Gran Basamento de Cacaxtla. Aún estamos en el proceso de investigación sobre los criterios de diseño y los criterios de conservación, aspectos que consideramos proveerán de aportaciones sobre el conocimiento de la arquitectura de Cacaxtla, en particular, y sobre la arquitectura mesoamericana, en general. Los trabajos encaminados a la conservación y preservación de los monumentos arqueológicos que se han venido efectuando buscan proteger y asegurar la estabilidad de los edificios paralelo a su habilitación para la visita pública, lo que se traduce en un mejor conocimiento de la población que habitó Cacaxtla en la época prehispánica. Su preservación ha significado, asimismo, el poder estudiar los elementos plasmados en la pintura mural y, en general, a través de su cultura material. Por otra parte, no dejamos de lado el beneficio que ha traído a las comunidades actuales aledañas a la Zona Arqueológica.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: La temporada 2020 se ha replanteado de manera que aunque se trabajará en campo, las actividades se restringirán a levantamientos topográficos y diagnósticos del estado de conservación y presencia de patologías en los diferentes conjuntos, así como al análisis de materiales arqueológicos recuperados en temporadas previas e integración del informe técnico correspondiente.
  2. Vinculación del proyecto: Posterior al declive de Teotihuacan, las provincias que anteriormente dependían de esta ciudad se consolidaron como poderosas unidades políticas regionales edificadas en emplazamientos estratégicos. Cacaxtla localizada en el Altiplano Central fue uno de los asentamientos sobresalientes del denominado horizonte epiclásico (650-950 d. C.). Esta ciudad se caracterizó por un alto desarrollo arquitectónico. El Gran Basamento, estructura principal de este sitio, integrado por plazas, habitaciones palaciegas y templos, da cuenta de la trascendencia de esta ciudad. La religión y forma de concebir el medio que rodeaba a esa sociedad fue plasmada en murales que, hasta nuestros días, decoran espacios interiores y exteriores de la arquitectura. Sin lugar a duda, esta evidencia es una de las características distintivas de esta zona arqueológica. La configuración de estos elementos es un claro ejemplo de la formación de las sociedades estratificadas en el centro de México durante la época prehispánica.
Folio SIP
30787
Fecha de inicio
2020-05-01
Fecha de término
2020-12-31

TITULAR DEL PROYECTO

PARTICIPANTES

Investigador (res): Edwing Joel Hernández Murillo, Investigador (res): Jorge Luis Tadeo Castillo, Colaborador (ctb): Julio Aragón Pliego, Director de proyecto (pdr): Laura Ledesma Gallegos, Colaborador (ctb): Viridiana Hernández Sánchez