Desde hace algunos años el estudio de las violencias ha estado presente en el ámbito académico, de ahí la visibilización de rostros diversos de ésta, existiendo un desarrollo teórico que nos permite acotar, distinguir, contextualizar y relacionar diferentes tipos de violencia con mayor precisión. Para la antropología física la violencia constituye un fenómeno complejo comportamental, que encarna la condición bio-psico-emo-sociocultural de los seres humanos ante determinadas modalidades de relaciones sociales asimétricas de poder. Así, sus múltiples rostros y anclajes, pueden ser leídos a través de cada realidad histórico-social. Descifrar esta complejidad, resulta todo un reto, pues hay que segmentarla en modalidades significativas y ver las interacciones que se establecen entre una modalidad de violencia y otra. Por ello, el objetivo del proyecto es acotar de modo crítico cada uno de los rostros de la violencia, es decir, discutir sus límites, sus modalidades, sus contextos y sus consecuencias, analizar los usos que arrastramos desde el sentido común, y también cuestionar la relevancia de las categorías académicas que hemos construido para analizarla. En ese sentido he abordado algunas violencias en relación con grupos vulnerables como son: feminicidio, migrantes, maltrato infantil, violencia intrafamiliar, y muertes violentas en la era del crimen organizado, entre otros rostros.