El proyecto consiste en observar, describir, explicar e interpretar los procesos y productos del paisaje natural y cultural, tanto continental como subacuático. El paisaje estudiado se encuentra generalmente en contextos espaciales y temporales donde existen evidencias arqueológicas, paleontológicas, geológicas e históricas, de las cuales surgen preguntas que requieren ser interpretadas, investigadas y respondidas. Se trata de estudiar la evolución de rasgos del paisaje natural y cultural (por ejemplo, montículos, colinas, grutas, cavidades artificiales, incluso mapas, cartas y documentos manuscritos e impresos), así como sus productos (por ejemplo, rocas, suelos, sedimentos, manuscritos, publicaciones), además de sus procesos de deterioro, conservación y posible interpretación. Un ejemplo de ello se refiere a investigar y ayudar a conservar zonas paleontológicas naturales. Para lograr lo anterior, primeramente, se estudian materiales cartográficos fundamentales: mapas temáticos, fotografías aéreas, modelos digitales del terreno e imágenes de satélite, por medio de equipo y paquetes de cómputo (particularmente sistemas de información geográfica y procesamiento de imágenes). Posteriormente, se realizan trabajos de campo y laboratorio para analizar las muestras y materiales geoarquelógicos y paleontológicos con el fin de obtener resultados y respuestas que ayuden a entender el entorno en el que habitaron tanto las sociedades antiguas y modernas como las comunidades de organismos fósiles. Otra actividad importante es el análisis de documentos históricos (mapas, guías, pergaminos, artículos, etcétera) desde la perspectiva de su contenido testimonial para enlazarlos con las actividades humanas antiguas y modernas en temas científicos (arqueológicos, geológicos, geográficos y antropológicos, entre otros).