La localización y mapeo de vestigios arqueológicos enterrados con muy poca o ninguna indicación en superficie, representan para los arqueólogos un verdadero problema, sobre todo considerando los tiempos y costos de excavación que serían invertidos para investigar el subsuelo o superficies inclinadas (paredes y/o muros), restringiéndose en muchos de los casos a algunas excavaciones y extrapolaciones de un conjunto de datos limitados. De manera similar, el conocimiento rápido del subsuelo sin necesidad de excavar grandes extensiones es importante en los trabajos de salvamento arqueológico, ya que permitiría la colecta de materiales y/o residuos en su contexto antes de ser alterados o removidos. Lo mismo sucede en los litigios de afectación o liberación de predios aledaños a sitios arqueológicos con pocas o nulas evidencias de restos arqueológicos y propensos a ser utilizados con fines comerciales; por ejemplo, para la construcción de supermercados, hoteles o simplemente para uso habitacional. Así mismo, el conocimiento rápido y preciso del sistema y de la profundidad de fracturas o grietas, del espesor de acabados, arreglos estructurales, texturales y de la disposición de los materiales de construcción, es fundamental para planificar la restauración de monumentos prehispánicos o de edificios coloniales, afectados por el intemperismo natural o por fenómenos meteorológicos o telúricos. Todo esto demuestra la necesidad de contar con métodos geofísicos rápidos, no invasivos ni destructivos de prospección, que puedan proporcionarnos un marco sinóptico de referencia de las condiciones físicas de las superficies inclinadas (muros) y/o del subsuelo, por lo que es importante llevar a cabo una parte experimental, contemplada en el proyecto de investigación que comprende las aplicaciones de métodos geofísicos someros (georadar y geo-eléctrico) en ambientes geológicos naturales con posibilidades de verificación de los resultados con el propósito de conocer el comportamiento de la energía eléctrica y electromagnética en el subsuelo y aplicar este conocimiento en las investigaciones relacionadas con la prospección, conservación y restauración del patrimonio cultural, en donde se impone eficiencia y precisión de resultados. El proyecto comprende también, la actualización de métodos de procesamiento digital de los datos geofísicos por medio de la utilización de software especializado algunos escritos en lenguaje C++ y otros en Mat-Lab. Actualmente y gracias al apoyo otorgado al presente proyecto, hemos hecho parte experimental del mismo en casos reales, tales como los recientes sondeos y resultados que han ayudado a la restauración y/o planeación de construcción en lugares con probabilidades de encontrarse en el subsuelo vestigios arqueológicos que podrían limitar los trabajos de ingeniería, también en muros con desplome debido a los diferentes tipos de materiales y de arreglos texturales como es el caso de la Iglesia del siglo XVI de Huiramangaro, Mich.; igualmente hemos probado la utilidad de las ondas electromagnéticas en la resolución de problemas de pintura sobre madera que ha sido afectada por insectos y cuyo conocimiento de la distribución de las galerías ha sido de gran importancia para la restauración de estas obras patrimonio cultural de México. Con este proyecto también se ha podido comprobaran que el método eléctrico funciona como no invasivo ni destructivo en los trabajos de detección de humedad en edificio coloniales por ejemplo en el Museo regional de Morelia, Mich. Museo Nacional de las Intervención, Museo Nacional del Virreinato y en el estudio de pintura mural prehispánica de Cholula, Pue. utilizando como medio conducto una solución de limo-arcillosa y placas de acero como electrodos.