¿Por qué existe una tolerancia y aceptación tan alta de la desigualdad social? ¿Cómo viven, ricos y pobres, una sociedad marcada por profundos y persistentes contrastes en las condiciones de vida? ¿Cuál es la experiencia cotidiana de la desigualdad? Este libro es resultado de la búsqueda de respuestas a estas preguntas que emergen de la realidad social que nos plantea México y América Latina en general, pero que son válidas para muchas otras sociedades contemporáneas, en un mundo en el que las brechas entre los más y los menos favorecidos crecen de manera alarmante. La clave, propone el autor, debe buscarse en el proceso por el cual la desigualdad ha transmutado en fragmentación social, es decir, en un orden social marcado por inclusiones desiguales y exclusiones recíprocas. Para explorar este proceso y sus implicaciones societales, la obra se sumerge en un minucioso y por momentos controvertido análisis de la experiencia social de la desigualdad durante la juventud, un período determinante de socialización, subjetivización, y construcción de la realidad. La fragmentación social no es sólo desigualdad de ingresos, sino que implica, además de la económica otras dimensiones sociales, culturales, y subjetivas. Desde edad muy temprana, ricos y pobres, pobres y ricos, coexisten en mundos aislados (en la escuela, en la ciudad, en el consumo), y en esos espacios se construyen prácticas y sentidos que favorecen y reproducen la fragmentación social. Producto de una cuidadosa y larga investigación cualitativa con jóvenes de los sectores populares y las élites privilegiadas mexicanas, y una exhaustiva revisión teórica, este libro explora el proceso de formación de los individuos en y para una sociedad fragmentada.