Mención honorífica compartida
2016
Ser Joven y ser maya en un mundo globalizado
¿Es posible encontrar en la cultura maya una noción equivalente a la de ser joven? ¿Son los jóvenes indígenas sólo producto de la modernidad como lo postulan muchos de los estudios sobre jóvenes indígenas? ¿Cómo se adscriben los jóvenes a su identidad maya y cómo a las identidades globales, promovidas por los medios de comunicación e información globalizados? ¿Hasta dónde estos jóvenes poseen identidades híbridas, fluidas, con fronteras maleables que les permiten transitar a voluntad entre la tradición y la modernidad? ¿Y cómo viven estos jóvenes las tensiones entre la cultura maya, lo que los adultos consideran la tradición, y aquello que les ofrece el mundo globalizado, cuyo consumo se dice es accesible para todos, aunque en los hechos lo sea sólo para unos cuántos? Estas son algunas de las preguntas que orientaron la investigación realizada entre 2002 y 2012 en Yaxcabá, Yucatán.
La investigación se propuso indagar lo que significa ser joven entre los mayas de Yucatán, cuyos referentes históricos más antiguos datan de Fray Diego de Landa, quién llegó a Yucatán en 1549. Además que su presencia se constata en los diccionarios coloniales de maya- español así como entre los hablantes actuales del maya. Durante diez años de investigación se levantaron encuestas entre estudiantes de bachillerato para conocer sus opiniones; se entrevistó a adulos de diferentes generaciones; y se revisaron las nuevas formas de socialización que inciden localmente en lo que desde la perspectiva de sus políticas deben ser lo jóvenes (escuela, iglesias, políticas gubernamentales y medios masivos de comunicación). Para desentrañar lo que significa ser joven, y ser maya, se trabajó en la intersección donde confluye la construcción de la diferencia, que engarza las problemáticas étnica, de clase, de género y generacional.
Se abordaron varias dimensiones de la vida social en las que se forjan y participan los jóvenes: sus familias y colectivos comunitarios, las relaciones intergeneracionales, las relaciones de parentesco, las lógicas de matrimonio, de herencia, de asentamiento y de organización, la ritualidad y la cosmovisión, los medios de reproducción económica, social y cultural, y su participación en escenarios locales, regionales, nacionales y globales, entre muchos otros aspectos. Lo que supuso un enfoque diferente al de los estudios de juventud, centrados sólo en las identidades y culturas juveniles, alentando el fortalecimiento de la mirada antropológica en este campo de investigación.
La investigación se propuso indagar lo que significa ser joven entre los mayas de Yucatán, cuyos referentes históricos más antiguos datan de Fray Diego de Landa, quién llegó a Yucatán en 1549. Además que su presencia se constata en los diccionarios coloniales de maya- español así como entre los hablantes actuales del maya. Durante diez años de investigación se levantaron encuestas entre estudiantes de bachillerato para conocer sus opiniones; se entrevistó a adulos de diferentes generaciones; y se revisaron las nuevas formas de socialización que inciden localmente en lo que desde la perspectiva de sus políticas deben ser lo jóvenes (escuela, iglesias, políticas gubernamentales y medios masivos de comunicación). Para desentrañar lo que significa ser joven, y ser maya, se trabajó en la intersección donde confluye la construcción de la diferencia, que engarza las problemáticas étnica, de clase, de género y generacional.
Se abordaron varias dimensiones de la vida social en las que se forjan y participan los jóvenes: sus familias y colectivos comunitarios, las relaciones intergeneracionales, las relaciones de parentesco, las lógicas de matrimonio, de herencia, de asentamiento y de organización, la ritualidad y la cosmovisión, los medios de reproducción económica, social y cultural, y su participación en escenarios locales, regionales, nacionales y globales, entre muchos otros aspectos. Lo que supuso un enfoque diferente al de los estudios de juventud, centrados sólo en las identidades y culturas juveniles, alentando el fortalecimiento de la mirada antropológica en este campo de investigación.