Premio
2024
Director de trabajo: Ramón Felipe Zacarías Ponce de León
Análisis onomasiológico de los sufijos formadores de adjetivos relacionales
La tesis es un análisis de los sufijos que forman adjetivos relacionales (-al, -ario, -ero, -esco, - ́ico, -il, -ístico, -ivo y -torio). Este estudio se hizo con base en la construcción de una casuística conformada principalmente por datos de la Nueva Gramática de la Lengua Española (2009) y con el corpus de neologismos Morfolex. Con la casuística, se observó un panorama de las palabras ya asentadas lexicográficamente que se formaron con estos sufijos, mientras que con el corpus Morfolex se pudo observar el comportamiento que tienen estos sufijos en la formación de nuevas palabras, por lo tanto, se trata de un estudio sincrónico. Primero fue necesario sentar las diferencias entre estos y los adjetivos calificativos. Una diferencia morfológica importante es que los relacionales solo se forman por sufijación. Semánticamente, los adjetivos relacionales no designan propiedades, como sí lo hacen los adjetivos calificativos, sino que establecen una relación con el sustantivo al que modifican. Este hecho, junto con la cualidad denominativa de los adjetivos relacionales, llevó a Fábregas (2007) y a Marchis (2018) a postular que en la subyacencia son sustantivos. Estos autores hicieron fundamentalmente una descripción sintáctica de los adjetivos relacionales, que propusieron con base en la división de los adjetivos relacionales en temáticos y clasificatorios, propuesta por Bosque y Picallo (1986).
En esta investigación, retomé el análisis de ambos autores para lograr distinguir los adjetivos relacionales de los calificativos, ya que en efecto los relacionales se distinguen fácilmente porque se pueden parafrasear con preposiciones, estableciendo principalmente modificaciones restrictivas al sustantivo al que modifican. El objetivo de esta investigación fue hacer una descripción semántica, formal e incluso contextual de este grupo de afijos, y determinar el sufijo por excelencia en la formación de adjetivos relacionales. Entre los hallazgos más importantes que encontré se encuentran los siguientes: el sufijo -ero es el sufijo formador de adjetivos relacionales por excelencia, utilizado tanto en contextos formales (barco tiburonero) como informales (templos garnacheros); los sufijos que forman adjetivos relacionales no son solo denominales (por ejemplo, constitucional, estudiantil, dinosáurico), sino que también pueden ser deverbales (vincultatorio); plantee la posibilidad de que el sufijo -ivo se adjunte a temas participiales y no a tres categorías gramaticales diferentes: verbos (engordativo), sustantivos (reversivo) y adjetivos (intrusivo), ya que la t y la s son formas constantes que aparecen en los procesos derivativos, y estos fonemas parecen remitir a la tendencia que tenía este sufijo en latín de adjuntarse a participios; el sufijo -esco, a pesar de que se ha especializado en formar adjetivos calificativos, todavía puede formar adjetivos relacionales aunque en mucha menor medida. Además, debido a que el sufijo -ístico parece estar contenido en - ́ico, plantee una reformulación del sufijo -ístico desde la solidaridad morfológica para proponer que realmente se trata del sufijo - ́ico derivando bases en -ista, por ejemplo, basquetbolístico (basquetbolista + - ́ico). Esta misma solidaridad se observó en los sufijos -ero e -il, y concluí que se trata del sufijo -il derivando bases en -ero, y no de una nueva forma sufijal -eril, como en coheteril (cohetero + -il).
En esta investigación, retomé el análisis de ambos autores para lograr distinguir los adjetivos relacionales de los calificativos, ya que en efecto los relacionales se distinguen fácilmente porque se pueden parafrasear con preposiciones, estableciendo principalmente modificaciones restrictivas al sustantivo al que modifican. El objetivo de esta investigación fue hacer una descripción semántica, formal e incluso contextual de este grupo de afijos, y determinar el sufijo por excelencia en la formación de adjetivos relacionales. Entre los hallazgos más importantes que encontré se encuentran los siguientes: el sufijo -ero es el sufijo formador de adjetivos relacionales por excelencia, utilizado tanto en contextos formales (barco tiburonero) como informales (templos garnacheros); los sufijos que forman adjetivos relacionales no son solo denominales (por ejemplo, constitucional, estudiantil, dinosáurico), sino que también pueden ser deverbales (vincultatorio); plantee la posibilidad de que el sufijo -ivo se adjunte a temas participiales y no a tres categorías gramaticales diferentes: verbos (engordativo), sustantivos (reversivo) y adjetivos (intrusivo), ya que la t y la s son formas constantes que aparecen en los procesos derivativos, y estos fonemas parecen remitir a la tendencia que tenía este sufijo en latín de adjuntarse a participios; el sufijo -esco, a pesar de que se ha especializado en formar adjetivos calificativos, todavía puede formar adjetivos relacionales aunque en mucha menor medida. Además, debido a que el sufijo -ístico parece estar contenido en - ́ico, plantee una reformulación del sufijo -ístico desde la solidaridad morfológica para proponer que realmente se trata del sufijo - ́ico derivando bases en -ista, por ejemplo, basquetbolístico (basquetbolista + - ́ico). Esta misma solidaridad se observó en los sufijos -ero e -il, y concluí que se trata del sufijo -il derivando bases en -ero, y no de una nueva forma sufijal -eril, como en coheteril (cohetero + -il).