Premio INAH
Mención honorífica compartida
2024

Director de trabajo: Ludivina Mejía González

Entre el poder de la naturaleza y la naturaleza del poder. La construcción política de un desastre en Bahía de Paredón, Chiapas

Siguiendo las huellas de los estudios sociales del riesgo y los desastres, la investigación coloca el lente en lo ocurrido en el marco del sismo de 2017, en una pesquería del Istmo- Costa chiapaneco. Desde ahí se aborda, en retrospectiva, el proceso mediante el que fueron configuradas las amenazas y vulnerabilidades expuestas por ese evento. Los daños, las pérdidas y las problemáticas que la crisis sacó a flote, son explicadas aquí no como impactos de un evento geológico, sino desde una perspectiva política, como resultado de interacciones de fuerza entre actores puntuales, localizables en el pasado de la localidad.

Para llevar a cabo este abordaje, se introduce “lo político” como concepto central. Este permite observar el desastre como un encadenamiento de confrontaciones o desencuentros, provocados, principalmente, por el choque entre las visiones vernáculas de la naturaleza, y aquellas que la redujeron a servir como instrumento para el desarrollo de corte capitalista impulsado por el Estado. En esta lucha, aparece también la capacidad de agencia de los elementos naturales y otros seres vivos, como el agua, los animales y los ríos, que, en ese contexto, son parte activa del juego político. Es en esas colisiones donde se gesta la verdadera catástrofe, esa que ante la sacudida geológica emerge crudamente.

Por otro lado, leer el desastre desde lo político permite poner en primer plano el protagonismo y las voces de quienes intervienen en su construcción, lo cual, ayuda a la vez para que sean las sensibilidades y miradas locales las que, pronunciándolo, lo definan. En este caso, esos protagonistas son, en su mayoría, pescadores ribereños retirados, con quienes la investigación trabajó centrándose fundamentalmente en el rescate de la memoria oral. De esta forma, fue posible reconstruir, a grandes trazos, a partir de la experiencia y testimonios de estos colaboradores, el desastre por el que atraviesa Paredón. Se trata de un proceso que ayuda a entender la debacle socio-ambiental de las pesquerías en México, cuyas caras más deleznables se develan trágicamente en coyunturas como la del sismo de 2017, cuyas ondas no son aquí la causa sino la ventana que permite asomarse al desastre.

El trabajo muestra al desastre como un constructo que marcha estrechamente aparejado a la modificación de los vínculos entre los pescadores y el mar, una relación milenaria donde el morador del litoral tiene fincados su identidad y su historia. El hilo conductor clave en este recuento es el riesgo, que, en esos nichos, asume una polisemia que durante milenios funcionó como la piedra de toque que mantuvo regulada la relación de los seres humanos y el océano. La disputa por las riquezas naturales que detonaron las intervenciones estatales de la segunda mitad del siglo XX, tuvo como correlato el menoscabo de los significados y los usos vernáculos del riesgo, lo cual, derivó en la alteración de los frágiles equilibrios que mediaban la relación con el mar. Esto provocó a su vez una paulatina e inédita mutación de las amenazas que el pescador estaba habituado a enfrentar. Lo que el sismo y sus repercusiones demuestran, es que la evolución de esas amenazas no se detiene, y han dejado de ser cada vez menos un factor inherente a la naturaleza, y cada vez más un accesorio de fenómenos sociales como la corrupción, el extractivismo y la criminalidad. Es en la intersección de ambos polos donde el desastre real germina y prolifera.