Premio INAH
Premio compartido
2024

Director de trabajo: Guilhem Olivier Durand

Tlalmaquilia ne Chicomexochitl: El ritual como contenedor de la memoria histórica entre los nahua de la huasteca hidalguense

Al acercarnos a cualquier grupo humano, lo hacemos con la mirada de quien contempla la superficie armónica de un bordado, cuyos puntos ordenados de manera geométrica, secuencial y sistemática dan forma a imágenes, las cuales interpretamos a partir de un compendio iconográfico y simbólico predeterminado. Pero casi nunca, nos atrevemos a examinar el trasfondo, ese otro lado del bordado compuesto por un enmarañado de hebras textiles que se conectan sin un “orden” aparente y que nos resulta difícil de entender; pero es, de hecho, esta otra parte la que adquiere un carácter sustentador: le da forma y sentido a lo que observamos superficialmente. En este sentido, la presente tesis tiene como objetivo principal, reflexionar sobre el tiempo y el espacio entre los macehuameh de la Huasteca hidalguense, al profundizar en los contextos relacionales, donde las redes de parentesco y la configuración del género se extienden en el entorno personificado por una serie de entidades no-humanas; quienes, al igual que los seres humanos, cuentan con la capacidad de actuar para crear constantemente el mundo macehuali. Por lo que dicha investigación va más allá de reducir las prácticas locales a un simple mapa de lo que se ha denominado como “cultura”.

Asimismo, con base en el análisis y las reflexiones de los datos etnográficos expuestos, el autor -quien se mueve en distintas posiciones como académico, como habitante de una comunidad macehuali y como especialista ritual (iniciado)-, se propone a tender un puente entre el conocimiento científico y el conocimiento local, que le permita abordar los ejes centrales de la antropología contemporánea y los estudios mesoamericanos, tales como el ritual, el mito, la memoria histórica, el “sincretismo”, la fusión-fisión de las “divinidades”, las concepciones del cuerpo y la persona, el sacrificio, la enfermedad, la configuración del cosmos, el parentesco, el género, el trabajo, la construcción del conocimiento local, la reciprocidad, el intercambio, la alteridad, las emociones, los cursos de vida, el sentido de la vida y la muerte.

Es así que el presente trabajo nos invita a adentrarnos a esa otra parte, conformada por una compleja red de relaciones que, en ciertos momentos, pueden tornarse inestables y ambiguas. Pues el conocer no sólo se trata de la aprehensión del entorno a través de procesos cognitivos: la observación, la experimentación y la medición, implica –también-, una red de relaciones sociales, emocionales y espirituales con el espacio-tiempo personificado.