Premio INAH
Mención honorífica
2019

El Códice Maya de México, antes Grolier. Eslabón, fuente y testigo

La historia de los cuatro códices mayas conocidos ha estado rodeada siempre de misterio. Sobrevivieron a la destrucción de manuscritos prehispánicos en la época virreinal y tres de ellos aparecieron en Europa en los siglos XVIII y XIX en circunstancias desconocidas, en la actualidad se encuentran en Dresde, Madrid, y París, y a cada uno se le conoce con el nombre de la ciudad que lo resguarda. El cuarto manuscrito, nombrado recientemente Códice Maya de México, fue a su vez objeto de prácticas de saqueo en la década de 1960, comprado por el coleccionista Josué Sáenz, exhibido en el Club Grolier de Nueva York en 1971 y reintegrado a nuestro país en 1974.

Gracias al proyecto de investigación titulado El códice maya de México, antes Grolier, llegó a su fin la polémica generada durante años por el desconocimiento de su contexto de origen y el estilo tolteca de sus pictografías. Este proyecto fue impulsado por el INAH entre el 2017 y el 2018 y luego de arduas pruebas de carácter histórico y científico se determinó que este códice es original y fue elaborado en el Posclásico temprano (900 – 1200 d. C.) El trabajo fue interdisciplinario y en él participaron historiadores, arqueólogos, epigrafistas mayas, físicos, biólogos, geólogos y entomólogos forenses; todos ellos pertenecientes a instituciones de gran valía académica, como son la Dirección de Antropología Física del INAH, la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, el Taller de Física de Radiaciones del Instituto de Investigaciones Estéticas y el Laboratorio de Entomología Forense; todos de la UNAM; además del Cinvestav de Querétaro y la Universidad de Colorado en Boulder.

Los resultados, se hicieron públicos en el simposio intitulado El Códice Maya de México, antes Grolier y luego en un libro que fue publicado bajo el mismo nombre. Todos los trabajos fueron coordinados por el doctor Baltazar Brito Guadarrama, director de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia y la conservadora Sofía Martínez del Campo.