Mención honorífica compartida
2019
Premiados
Migajas y protagonismo. México Rural Marginal S. XX
Migajas y Protagonismo se centra en los cambios y continuidades que marcaron la vida de un conjunto de empresarios y sus familiares en un municipio mexicano que, como muchas otras zonas rurales y agrícolas del país, a lo largo del siglo veinte dejó de ser parte de los pilares fundamentales del México posrevolucionario para, poco a poco, convertirse en una de sus márgenes empobrecidas, subestimadas y políticamente subordinadas. No permane- cieron pasivos frente a privilegios acordados principalmente a otros mediante la urbaniza- ción, la industrialización y la formación, tanto de un régimen presidencialista, como de un nacionalismo sustentado en la producción de imágenes esencializantes sobre un pasado – que no un futuro– eminentemente rural. Sin embargo, sus respuestas e iniciativas desde su municipio fueron influidas importantemente por esos rasgos sobresalientes de la construc- ción de un México posrevolucionario y por notorias asimetrías con Estados Unidos.
Dichos procesos y desigualdades contribuyeron a colocarlos, aunque no a todos por igual, en condiciones crecientemente desfavorables. Esos empresarios, sus familiares y aliados lucharon dentro y fuera del municipio –reivindicado como mestizo, mayormente agrícola y casi sin industria– para no perder sus posiciones locales de preeminencia econó- mica, política e identitaria. Pero, salvo excepciones, los logros así obtenidos no les permi- tieron resistir los embates de procesos que, nacional e internacionalmente, fueron margi- nando económica, política y culturalmente a la mayoría de la población de amplias zonas rurales y agrícolas del país –incluidos tanto indígenas y mestizos, como empresarios y sus familiares–. En general, a pesar de su protagonismo, unos y otros sólo obtuvieron migajas, aunque desigualmente, de la construcción de ese México posrevolucionario.
Varios objetivos y distintos públicos. Mi compromiso académico –por una antropo- logía histórica anclada en el presente– y mi afán por no confinar el texto a un público de especialistas me condujeron a poner énfasis en una narrativa etnográfica polifónica en la que el enfoque teórico-metodológico y, en general, la estrategia de investigación, están puestos en obra, implícitos en la mayor parte del libro (caps. 1-7). Empero, mi compromiso antropológico y la aspiración pedagógica del texto me llevaron a explicar el proceso de construcción simultánea y etnográfica del objeto de estudio, el argumento central y la uni- dad de análisis. Para ello, primero resalté la puesta en práctica de la estrategia que seguí para construir y problematizar puntos de partida etnográficos (Introducción); después expli- cité el enfoque, los retos de conceptualización que asumí y la estrategia general que orientó la investigación (cap. 8). Sobre esta última, expliqué el proceso de producción mutua del enfoque teórico-metodológico, mi implicación, el trabajo de campo y de archivo, el objeto de estudio, la unidad de análisis y la narrativa etnográfica del volumen.
En términos analítico-etnográficos, me centré en los procesos de construcción o for- mación, perenne y mutua, de las grupalidades estudiadas, sus prácticas y las condiciones en las que vivieron durante el periodo de análisis. Sus prácticas incluyen las discursivas y, sus condiciones de vida, las principales desigualdades e instituciones. Así, el reto analítico cen- tral ha sido hacer inteligibles a esas grupalidades, sus prácticas y condiciones de vida como socialmente producidas y, al mismo tiempo, socialmente productoras. Por ende, este enfo- que es crítico-alternativo de perspectivas dicotómicas, muy comunes en las ciencias socia- les, que han postulado una diferencia nítida entre acción social y estructura y, por tanto, enfrentado el reto de ponerlas en relación. Esa diferencia y este reto no tienen sentido en este enfoque relacional de antropología histórica, como tampoco lo tienen otras dicotomías –p. e., cambio/continuidad, diferencia/igualdad, poder/resistencia, interno/externo, realidad/ lenguaje, economía/cultura/política –salvo para analizar su reivindicada y polémica forma- ción, incluida la coexistencia e influencias mutuas entre cada pareja o terna de términos.
Dichos procesos y desigualdades contribuyeron a colocarlos, aunque no a todos por igual, en condiciones crecientemente desfavorables. Esos empresarios, sus familiares y aliados lucharon dentro y fuera del municipio –reivindicado como mestizo, mayormente agrícola y casi sin industria– para no perder sus posiciones locales de preeminencia econó- mica, política e identitaria. Pero, salvo excepciones, los logros así obtenidos no les permi- tieron resistir los embates de procesos que, nacional e internacionalmente, fueron margi- nando económica, política y culturalmente a la mayoría de la población de amplias zonas rurales y agrícolas del país –incluidos tanto indígenas y mestizos, como empresarios y sus familiares–. En general, a pesar de su protagonismo, unos y otros sólo obtuvieron migajas, aunque desigualmente, de la construcción de ese México posrevolucionario.
Varios objetivos y distintos públicos. Mi compromiso académico –por una antropo- logía histórica anclada en el presente– y mi afán por no confinar el texto a un público de especialistas me condujeron a poner énfasis en una narrativa etnográfica polifónica en la que el enfoque teórico-metodológico y, en general, la estrategia de investigación, están puestos en obra, implícitos en la mayor parte del libro (caps. 1-7). Empero, mi compromiso antropológico y la aspiración pedagógica del texto me llevaron a explicar el proceso de construcción simultánea y etnográfica del objeto de estudio, el argumento central y la uni- dad de análisis. Para ello, primero resalté la puesta en práctica de la estrategia que seguí para construir y problematizar puntos de partida etnográficos (Introducción); después expli- cité el enfoque, los retos de conceptualización que asumí y la estrategia general que orientó la investigación (cap. 8). Sobre esta última, expliqué el proceso de producción mutua del enfoque teórico-metodológico, mi implicación, el trabajo de campo y de archivo, el objeto de estudio, la unidad de análisis y la narrativa etnográfica del volumen.
En términos analítico-etnográficos, me centré en los procesos de construcción o for- mación, perenne y mutua, de las grupalidades estudiadas, sus prácticas y las condiciones en las que vivieron durante el periodo de análisis. Sus prácticas incluyen las discursivas y, sus condiciones de vida, las principales desigualdades e instituciones. Así, el reto analítico cen- tral ha sido hacer inteligibles a esas grupalidades, sus prácticas y condiciones de vida como socialmente producidas y, al mismo tiempo, socialmente productoras. Por ende, este enfo- que es crítico-alternativo de perspectivas dicotómicas, muy comunes en las ciencias socia- les, que han postulado una diferencia nítida entre acción social y estructura y, por tanto, enfrentado el reto de ponerlas en relación. Esa diferencia y este reto no tienen sentido en este enfoque relacional de antropología histórica, como tampoco lo tienen otras dicotomías –p. e., cambio/continuidad, diferencia/igualdad, poder/resistencia, interno/externo, realidad/ lenguaje, economía/cultura/política –salvo para analizar su reivindicada y polémica forma- ción, incluida la coexistencia e influencias mutuas entre cada pareja o terna de términos.