Premio
2019
Director de trabajo: Lilia Fernández Souza
Actividades y espacios domésticos no elitarios en Sihó, Yucatán, durante el Clásico Tardío-Terminal. Una aproximación multivariable para su identificación
La arqueología de grupos domésticos ha sido ampliamente documentada en diferentes contextos alrededor del mundo. En Mesoamérica y en el Área Maya, las aproximaciones hacia su estudio han sido diversas; sin embargo, en los últimos años se han ido incorporando nuevas aproximaciones desde disciplinas como la química, la física y la biología, con el fin de estudiar una gran diversidad de contextos con características variadas.
La presente investigación se encuentra inmersa dentro del estudio de la arqueología de grupos domésticos, teniendo como uno de los objetivos generales, la identificación de áreas de actividad a través de una aproximación multivariable, en dos nivelaciones arquitectónicas de poca fuerza constructiva del periodo Clásico Tardío-Terminal (c. 600-110 d.C.), ubicadas en el sitio arqueológico de Sihó, Yucatán. La metodología se dividió en dos etapas. La primera etapa en campo consistió en la excavación horizontal y vertical a través de pozos de sondeo, así como el registro de las estructuras a estudiar. La segunda etapa se realizó en laboratorio, la cual incluyó análisis arqueométricos como el estudio químico de suelos tipo Spot test y la extracción e identificación de almidones en suelos y la creación de mapas de distribución artefactual. Por último, se hizo una revisión de fuentes etnohistóricas y de trabajos etnoarqueológicos, haciendo énfasis en las descripciones de las áreas de actividad domésticas.
La conjunción de los resultados mostró evidencia de una serie de actividades que estuvieron relacionadas con el procesamiento de plantas, la cocción de alimentos, su preparación, probablemente almacenamiento, así como espacios de desecho. También se infirió el trabajo de la milpa en una de las nivelaciones vinculado con el mantenimiento de artefactos de sílex. Por otro lado, los resultados químicos aplicados a los suelos sobresalen espacios que claramente se relacionan con la molienda, ya que distintos indicadores químicos como los fosfatos, carbonatos o residuos proteicos se vincularon en diferentes concentraciones con los metates de cada nivelación. A través de los gránulos de almidón se pudo identificar cinco especies: maíz (Zea mays), camote (Ipomea batatas), frijol (Phaseolus spp.), probable jícama (Pachirhyzus erosus) y probable sagú (Maranta arundinaceae). En el caso de los almidones de maíz, daños es su morfología nos indicaron procesos más específicos de procesamientos para consumo, pues se encontraron con daños por tostado, por la molienda y la nixtamalización. Por último, la recuperación de información etnohistórica y etnoarqueológica, ayudó a tener un panorama más amplio para entender cómo los mayas distribuían sus estructuras domésticas y sus áreas de actividad, desde épocas tan tempranas como la etapa del contacto, hasta nuestros días. Algunos de estos patrones de uso del espacio, se pudieron identificar en la distribución de las estructuras arqueológicas que fueron estudiadas.
Para finalizar, a través de esta investigación se pudo conocer que los individuos no pertenecientes a la élite de la comunidad de Sihó del Clásico Tardío-Terminal, también tenían entre sus principales actividades la producción del sustento y su transformación en alimentos para poder sobrevivir día a día. La diversidad de estructuras que se encuentran asociadas y vinculadas con metates como el caso de las nivelaciones estudiadas, nos indica una complejidad que existió entre los individuos para poder realizar sus actividades cotidianas día a día, en una sociedad tan heterogénea como lo fueron los mayas del Clásico.
La presente investigación se encuentra inmersa dentro del estudio de la arqueología de grupos domésticos, teniendo como uno de los objetivos generales, la identificación de áreas de actividad a través de una aproximación multivariable, en dos nivelaciones arquitectónicas de poca fuerza constructiva del periodo Clásico Tardío-Terminal (c. 600-110 d.C.), ubicadas en el sitio arqueológico de Sihó, Yucatán. La metodología se dividió en dos etapas. La primera etapa en campo consistió en la excavación horizontal y vertical a través de pozos de sondeo, así como el registro de las estructuras a estudiar. La segunda etapa se realizó en laboratorio, la cual incluyó análisis arqueométricos como el estudio químico de suelos tipo Spot test y la extracción e identificación de almidones en suelos y la creación de mapas de distribución artefactual. Por último, se hizo una revisión de fuentes etnohistóricas y de trabajos etnoarqueológicos, haciendo énfasis en las descripciones de las áreas de actividad domésticas.
La conjunción de los resultados mostró evidencia de una serie de actividades que estuvieron relacionadas con el procesamiento de plantas, la cocción de alimentos, su preparación, probablemente almacenamiento, así como espacios de desecho. También se infirió el trabajo de la milpa en una de las nivelaciones vinculado con el mantenimiento de artefactos de sílex. Por otro lado, los resultados químicos aplicados a los suelos sobresalen espacios que claramente se relacionan con la molienda, ya que distintos indicadores químicos como los fosfatos, carbonatos o residuos proteicos se vincularon en diferentes concentraciones con los metates de cada nivelación. A través de los gránulos de almidón se pudo identificar cinco especies: maíz (Zea mays), camote (Ipomea batatas), frijol (Phaseolus spp.), probable jícama (Pachirhyzus erosus) y probable sagú (Maranta arundinaceae). En el caso de los almidones de maíz, daños es su morfología nos indicaron procesos más específicos de procesamientos para consumo, pues se encontraron con daños por tostado, por la molienda y la nixtamalización. Por último, la recuperación de información etnohistórica y etnoarqueológica, ayudó a tener un panorama más amplio para entender cómo los mayas distribuían sus estructuras domésticas y sus áreas de actividad, desde épocas tan tempranas como la etapa del contacto, hasta nuestros días. Algunos de estos patrones de uso del espacio, se pudieron identificar en la distribución de las estructuras arqueológicas que fueron estudiadas.
Para finalizar, a través de esta investigación se pudo conocer que los individuos no pertenecientes a la élite de la comunidad de Sihó del Clásico Tardío-Terminal, también tenían entre sus principales actividades la producción del sustento y su transformación en alimentos para poder sobrevivir día a día. La diversidad de estructuras que se encuentran asociadas y vinculadas con metates como el caso de las nivelaciones estudiadas, nos indica una complejidad que existió entre los individuos para poder realizar sus actividades cotidianas día a día, en una sociedad tan heterogénea como lo fueron los mayas del Clásico.