Proyecto de investigación

Conservación Integral de la Zona Arqueológica de Cacaxtla [2017]

OBJETIVO GENERAL

El objetivo general es investigar las cualidades de la arquitectura de Cacaxtla para conservarla, restaurarla y garantizar su estabilidad, en tanto que los objetivos particulares son definir la geometría de los cuerpos de fábrica, identificar los materiales originales, especificar las técnicas de construcción y determinar las circulaciones horizontales y verticales del Gran Basamento para ponerlas a funcionar. Un objetivo más es definir el sistema hidráulico y, en la medida de lo posible, ponerlo a operar para evitar más daños a causa de la concentración de humedad en los componentes de los edificios.

ANTECEDENTES

En 1975 con motivo de la denuncia de un saqueo a uno de los edificios principales del asentamiento, que luego fue denominado Gran Basamento, se descubrieron evidencias de pintura mural. Dicho hallazgo, aunque fortuito, dio al antiguo asentamiento relevancia dentro de la investigación arqueológica que realiza el Instituto Nacional de Antropología e Historia a nivel nacional así como para el estado de Tlaxcala. A partir de ese momento se iniciaron las intervenciones en busca de su recuperación, conservación, restauración y protección a través de varias temporadas de trabajo, interviniendo en cada una de ellas un equipo interdisciplinario para su investigación y restauración (1980). Producto de estas intervenciones arqueológicas fue la liberación de una sección del edificio conocido como el Templo Rojo, además de algunas secciones de los taludes que definen en parte al Gran Basamento. La riqueza y manifestación ideográfica plasmada en el monumento y la necesidad de su conservación permitió la colocación de una techumbre en 1986, con el objetivo general de proteger y conservar al monumento arqueológico. Posterior a la colocación de la techumbre se fueron realizando una serie de proyectos de conservación y exploración arqueológica con el fin de dar difusión a los datos relevantes (1990, 1995, 1999). Se liberaron nuevas estructuras y con ellas la exposición de otros elementos asociados a los edificios -pisos, altares, pintura mural, etc. Destaca entre los últimos proyectos el de B. Palavicini (2005-2009), mediante el cual se liberaron parte de los taludes que definen el lado este y se consolidaron los taludes superiores del lado norte del Gran Basamento y una sección del lado este de la base del edificio. Más tarde, el proyecto fue retomado por el Dr. Guillermo Goñi (2009-2011), quien continúo el proyecto original en el lado este.

DESCRIPCIÓN

En Cacaxtla, para el diseño y trazado de terraplenes, áreas habitacionales y espacios abiertos, los arquitectos antiguos utilizaron criterios de forma y proporción, que en sí mismos entrañan dos variables: la compresión del material y el peso propio. En los terraplenes de Cacaxtla, las cargas se asocian a la forma y al tamaño. Si la geometría de esta fábrica es correcta, la estructura resistirá en su totalidad el peso propio. Durante nuestro trabajo en Cacaxtla hemos comprendido que la regla que determinaba el tamaño máximo de las estructuras es la relación entre el peso propio (volumen) y el material constitutivo (tensión máxima que pueden resistir). En las cuatro temporadas anteriores al 2016, el trabajo se concentró en la cara este del Gran Basamento, por ser la fachada principal y acceso al basamento que conduce a los espacios con pintura mural. Las intervenciones se han realizado con materiales de fábrica como la roca caliza, arcillas de origen ígneo, arenas volcánicas como el tezontle y el tepecil, tepetate y cal, en proporciones diversas y de acuerdo con las técnicas que muestran las construcciones de la fábrica. Se ha supuesto que en Cacaxtla la estructura presenta movimientos y/o colapsos, por lo que habría que admitir, en caso de que efectivamente el Gran Basamento presentara movimiento, que eventos como la excavación de pozos y calas y eliminación de volúmenes para encontrar subestructuras con pintura, la introducción de apoyos metálicos y la colocación de la techumbre, también metálica, ha fracturado la forma. Es decir, dichas acciones han alterado y deformado la geometría de los espacios, además de haberse suprimido rellenos compresores, que aseguraban al Gran Basamento. Por lo anterior, reiteramos que la intervención actual se basa en la recuperación de las formas de los espacios del Gran Basamento y la reintegración de los volúmenes ?mediante el cálculo gráfico que se basa en la geometría de los materiales y los espacios?, para lograr el equilibrio y estabilidad del monumento arqueológico. En el 2016, la temporada de campo del Proyecto de conservación, restauración e investigación de la zona arqueológica de Cacaxtla inició el 1o de agosto y terminó el 23 de diciembre del 2016, en la que los frentes programados para re-explorar, definir, registrar, consolidar y restaurar fueron: Frentes 3, 17 y 35, 19 y 34, en tanto que los frentes en los que se realiza el monitoreo y trabajos de mantenimiento menor son: frentes 1, 2, 3, 4, 5, 6, 8, 9, 10, 15, 16, 20 y 22, mismos que se pueden observar en el plano adjunto.

IMPACTO

Los trabajos encaminados a la conservación y preservación de los monumentos arqueológicos que se han venido efectuando buscan proteger y asegurar la estabilidad de los edificios paralelo a su habilitación para la visita pública, lo que se traduce en un mejor conocimiento de la población que habitó Cacaxtla en la época prehispánica. Su preservación ha significado, asimismo, el poder estudiar los elementos plasmados en la pintura mural y, en general, a través de su cultura material. por otra parte, no dejamos de lado el beneficio que ha traído a las comunidades actuales aledañas a la zona arqueológica la puesta en valor del patrimonio arqueológico de Cacaxtla.

NOTAS

  1. Descripción de actividades: En la temporada 2017 se tiene planeado trabajar el frente 24, el cual es una ampliación de la plataforma del nivel 5. Se propone también continuar con los trabajos de la escalinata del nivel 1 (frente 8) y con los trabajos en el frente 36, correspondiente a la columna 4 este. Además de proseguir con las columnas 3 este -frente 38- y 2 este -frente 39-. Por último, se estudiará la forma de intervenir el frente 47, dedicado al Templo Rojo, ya que en esta temporada se detectaron algunos problemas en muros y pisos, que deben atenderse por la presencia de la pintura.
Las construcciones de piedra, cal y tierras, llamadas por ello de fábrica, se hicieron desde que el hombre ideó las formas más variadas para habitar. Las fábricas constituyen una parte fundamental del patrimonio arqueológico e histórico del territorio mexicano. Nuevos materiales, como el acero y el cemento, descubiertos a finales del siglo XIX, desplazaron a aquellos materiales de uso milenario y los materiales y técnicas constructivos cayeron en el olvido. Sin embargo, en la época moderna, las fábricas que pervivieron se consideraron inmuebles objetos de conservación, dignas de elogios y admiración pero destinadas a nuevas funciones. Respecto a las fábricas, de muros masivos y vanos reducidos, se verá que resisten cualquier carga que se le imponga, incluyendo su propio peso. En cambio, por las propiedades intrínsecas de los materiales constructivos, piedra, arcillas, arenas, cal y madera, será sumamente notorio que las fábricas no son estructuras rígidas, que no se deforman excesivamente al grado de amenazar con el colapso. Por el contrario, se verá que las fábricas son sumamente resistentes a la compresión. Por último, dadas las dimensiones y formas, las fábricas serán totalmente estables, es decir, de acuerdo con su geometría y dimensiones, las fábricas son estructuras totalmente equilibradas, que no acusarán desplazamientos de alto riesgo. Para comprender y explicar una estructura de fábrica es posible aplicar la teoría plástica tomando en cuenta sus tres hipótesis básicas: - El material es infinitamente resistente a la compresión - No puede soportar tracciones - El deslizamiento es imposible Por lo anterior, se debe ponderar que la manera más apropiada para intervenir una estructura de fábrica es: derivar los cánones geométricos, el módulo y la metrología con los que fue proyectada y; emplear los mismos materiales y sistemas constructivos. De esta manera se sabrá cómo y con qué materiales fue que se constituyó cada cuerpo de fábrica, en este caso del Gran Basamento de Cacaxtla. Luego se procederá a restituir los materiales disgregados y a reconstituir los componentes de cada cuerpo de fábrica, con el objetivo de restablecer la solidez y el equilibrio que debió tener el conjunto del Basamento. Para obtener por lo menos una parte de ese conocimiento de los antiguos maestros y proceder a las labores de conservación del Gran Basamento, se planteó realizar actividades de campo y gabinete sustentadas en la investigación arqueológica, arquitectónica, histórica y de restauración. La investigación interdisciplinaria ha arrojado la propuesta metodológica vertida en el cuadro abajo presentado. Conviene advertir que algunas de las labores se han venido realizando de manera simultánea en campo y gabinete, como fue el levantamiento de datos, el diagnóstico, la terapia y la rehabilitación del Gran Basamento. Aún estamos en el proceso de investigación sobre los criterios de diseño y los criterios de conservación, aspectos que consideramos proveerán de aportaciones sobre el conocimiento de la arquitectura de Cacaxtla, en particular, y sobre la arquitectura mesoamericana, en general. La historiografía sobre las temporadas arqueológicas realizadas en el Gran Basamento de Cacaxtla refiere como el descubrimiento de la pintura mural de los Edificios A y B, de los guerreros y el de La Batalla, en la década de los setenta del siglo XX motivaron la continuación de las exploraciones arqueológicas por tres décadas más. Así también, los cuadros sobre las intervenciones de conservación aplicadas a la pintura mural y a las estructuras mismas dan cuenta de las características de los materiales constructivos de los edificios descubiertos y de los empleados en la edificación de las plataformas del Gran Basamento son bloques y tierras de origen volcánico, sobre todo materiales terrosos como tepetate y arcillas, cuya preservación representa el problema a resolver.1 La preservación de la fábrica, incluso de sus acabados pictóricos, fue la cuestión a resolver. Para ello se aplicaron capas de materiales plásticos, primal, mowilith y poraloid sobre la pintura mural. Mientras que los componentes de la estructura, como son los muros de bloques de tepetate y de adobe, las columnas y pilares se consolidaron con mezclas de cal, cemento y arenas, como el Pórtico Norte, el pórtico F, el talud norte del Gran Basamento y el pórtico de las Columnas. Hay que recordar que durante las intervenciones de los últimos tres años se optó por el uso de materiales de fábrica, como el terremoto, o tepetate metamorfoseado, combinado con otros materiales modernos. Tal es el caso del hidrofugante TOP, que mezclado con cal, tierra y arena, produce una argamasa que ha sido utilizada como de capa de sacrificio en pilares y columnas, o bien como capa protectora de la parte superior de los restos de muros. Se creyó que con la aplicación de estos materiales se agregaba mayor resistencia a los elementos arquitectónicos prehispánicos así intervenidos, pero los efectos mostraron que contrariamente a lo que se esperaba, pues la aplicación de dichas adiciones ha actuado en detrimento de la estructura. La aparición de grietas en los pisos de estuco y las inclinaciones en los ángulos de los muros de las habitaciones son fallas y desplomes que al parecer se deben a tres tipos de movimientos de los cuerpos de fábrica que componen al Gran Basamento. Los movimientos pueden ser asentamientos debidos a la baja compactación de los rellenos prehispánicos. Las grietas también pueden deberse a desplazamientos laterales, y una combinación de ambos, de asentamientos-desplazamientos de las grandes plataformas. Tanto el Estudio Geotécnico como la mayoría de los juicios vertidos en torno al problema de la conservación del Gran Basamento, suponen que los movimientos de los cuerpos de fábrica son atribuibles a insuficiencias en los materiales, a las técnicas constructivas y a la mano de obra prehispánicas, y que puede apreciarse particularmente en los rellenos de baja compactación. A ese respecto habrá que recordar que las fallas de los materiales y técnicas prehispánicos fueron y han sido sometidos a la eliminación de material que brindaba cohesión y proporcionaba carga a los muros a plomo y en talud, los que igualmente daban estabilidad a los terraplenes sustentantes. La desestabilización de material de relleno, la rotura de las articulaciones de los cuerpos de fábrica y las sobrecargas fueron factores que se activaron durante las exploraciones arqueológicas para, y por, la construcción de la techumbre metálica. Otro factor del deterioro del Gran Basamento se debió a la pérdida de la composición geométrica de la estructura, con la consecuente exposición de los rellenos prehispánicos y la poca comprensión de la arquitectura de Cacaxtla.
Folio SIP
5952
Fecha de inicio
2015-11-25
Fecha de término
2017-12-31
Categoría

TITULAR DEL PROYECTO

PARTICIPANTES

Director de proyecto (pdr): Pedro Francisco Sánchez Nava, Investigador (res): Laura Ledesma Gallegos

COBERTURA

Bien inmueble
Ubicación geográfica