Ejercicio público del cumplimiento de las competencias institucionales. Hacer patente ante la sociedad que el INAH, además de ser la entidad competente en la materia, ejecuta las acciones de restauración inherentes a la recuperación de seguros por lo menos a la luz de la percepción pública de no contar con los recursos suficientes para proyectos de interés general. Todo ello, amén del simple hecho de restaurar un bien propiedad federal en el centro histórico de una ciudad nombrada como patrimonio mundial que públicamente trascendió como dañado por un siniestro y que a más de un año, el instituto no a podido sino verse estancado por trámites legales y administrativos ajenos al conocimiento popular y a las autoridades de Arte Sacro que siguen sin comprender por qué el instituto no los deja actuar ni actúa ... Ése sería el impacto social. Suponemos que es suficiente.