El Museo de la Cultura Huasteca (MCH) es un espacio dinámico de vinculación, extensión y divulgación que forma parte de la red de Museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Apertura en el METRO en el 2003 gracias a esfuerzos de la sociedad civil, interinstitucionales y gubernamentales, que tiene como objetivo acercar tanto al público en general como al público especializado a la: apreciación, conocimiento, concientización, pertenencia e identidad que confiere la diversidad de grupos étnicos y culturas arqueológicas representativas de la multiregión de interface conocida invariablemente como La Huasteca. Constituido por once salas temáticas, exhibe información fisiográfica y etnohistórica elemental, que junto a numerosas y diversas colecciones que hacen referencia a la cultura material de los grupos prehispánicos de la zona, intenta una aproximación al entendimiento habitual de la vida cotidiana de estos pueblos del México contemporáneo. Máxime su particularidad, reside en un conjunto de reconstrucciones etnográficas y arqueológicas que invitan a la concurrencia acceder a ciertos procesos de reflexión que admiten entender no solo una pequeña parte de la cosmovisión e historia-cultural de los grupos originarios actuales, sino trascender la importancia de esta herencia milenaria que hoy corresponde comprender mejor, respetar y preservar como parte de nuestra riqueza patrimonial tangible e intangible. De este modo a quince años de existencia, es oportuno redoblar el esfuerzo inicial con un programa de diagnóstico, mantenimiento y actualización museográfica que considere garantizar no únicamente la idea original, sino la renovación de las distintas salas con la integración y armonización de diferentes elementos dinámicos a la luz de nuevos descubrimientos y recursos que resguarden y promuevan elocuentemente, este espacio de encuentro, convivencia y reflexión único en su tipo. Para tal efecto, se plantean acciones concretas a corto, mediano y largo plazo, mismas que cuantitativa y cualitativamente encaminen a resurgir el interés por las diferentes identidades de la huasteca y los desarrollos sociales que le corresponden, destacando la necesidad vital de un recinto que cumpla eficientemente con las encomiendas propias de la salvaguardia, conservación, investigación y difusión de la cultura.