Es un proyecto de continuidad que se ha desarrollado bajo mi responsabilidad desde 1998 hasta la fecha. Si bien es un proyecto básicamente de mantenimiento y operación de la infraestructura de servicios, ha tratado también de atender las situaciones emergentes de conservación con el apoyo del área de restauración del centro INAH Puebla. Sin embargo, para el ejercicio 2018 se ha decidido eliminar las actividades de conservación preventiva y disminuir las metas debido al considerable recorte en el presupuesto asignado para el proyecto desde el ejercicio 2017. En los últimos años el presupuesto asignado ha sido de $180.000 pero ya desde el ejercicio 2014 ha sufrido fuertes recortes (en ese año sólo se ejercieron $60.000 del cap. 1000) y en el 2015 los recursos programados para el mes de septiembre no fueron ministrados. Considero que en el caso de este sitio arqueológico la fuerte afluencia de visitantes, frente a la plantilla reducida de trabajadores de base, constituyen factores que se deben tomar en consideración para la asignación de los recursos para el mantenimiento menor y la conservación de la zona arqueológica de cholula, sobre todo si se toma en cuenta el alto nivel de ingresos autogenerados por concepto de venta de boletos de acceso, que en el año de 2017 fueron del orden de los $9´684,290.00 pesos, los cuales corresponden a 138.374 visitantes con boleto pagado. Mantener este nivel de ingresos o incluso incrementarlo sin duda requiere que se inviertan recursos institucionales no sólo en su mantenimiento y operación (a lo que se refiere este proyecto específico), sino también a su conservación. Sin embargo, es claro que con la asignación de menos del 1% de lo que capta este sitio arqueológico, las metas establecidas serán las mínimas, poniendo en alto riesgo el mantenimiento y la operación de este importante centro de trabajo.