Proyecto de investigación

Habilitación de camino de acceso a la zona arqueológica de La Organera-Xochipala, Guerrero [2018]

OBJETIVO GENERAL

Construir un muro seco de 471 m lineales bordeando el acceso de donación.

ANTECEDENTES

La zona arqueológica de La organera-Xochipala que se erige sobre una de las estribaciones de la Sierra Madre del Sur a escasos 3 kilómetros del poblado de Xochipala, en el municipio de Eduardo Neri (antes Zumpango del Río). El poblado de Xochipala está asentado sobre restos prehispánicos y su nombre significa ?la flor que pinta de rojo?. Estuvo habitada principalmente en el periodo llamado Epiclásico (650/700-900/1000 d.C.) y está considerada como uno de los centros urbanos más representativos de la Cultura Mezcala. Esta cultura arqueológica ha sido localizada en el actual estado de Guerrero, a lo largo del Río Balsas y sus tributarios, pero al norte incluye también las porciones limítrofes de los estados de Michoacán, México y Morelos; al noroeste llegó hasta la Tierra Caliente, al noreste limitó con la región de La Montaña y al sur ocupó toda la región Centro. Este enorme territorio, de aproximadamente 25 000 km², se conoce como región Mezcala. La Organera-Xochipala forma parte de un sistema de asentamientos con arquitectura de piedra que se distribuye sobre los filos montañosos que se desprenden de la meseta de Xochipala, los que en conjunto conforman una ?ciudad discontinua?. Tal dispersión se ha interpretado como la necesidad de dejar libre la extensión mayor de tierras cultivables de la meseta de Xochipala, conocida como El Llano, pues seguramente constituyó, y aún ahora constituye, ?el granero de la sierra?. El sitio se construyó sobre un filo en sentido norte-sur, para lo cual fue necesario modificar el inclinado terreno por medio de cortes y rellenos artificiales, formando terrazas a varios niveles, a las que se dotó con un sistema de infraestructura hidráulica: depósitos para almacenar y distribuir agua y una red de drenajes ocultos. En medio de las terrazas se construyeron los edificios, o se situaron alrededor de plazas y patios comunicados por pasillos y escaleras. Esta zona abarca 18 000 m² y permanece sin excavar en su sector norte donde se localizan varias estructuras, como un Juego de Pelota, o los montículos más altos situados alrededor de dos patios. Gracias a las excavaciones en el sector central y sur se han logrado liberar treinta estructuras. Entre ellas sobresalen tres géneros arquitectónicos, presentes también en muchos otros lugares de la región Mezcala: los edificios techados con bóveda falsa (posibles cámaras funerarias y pasillos), los basamentos para templos con muros en talud y tablero decorado con hileras de piezas circulares conocidas como ?clavos?, y las estructuras palaciegas o palacios porticados, con pilares de planta cuadrangular o rectangular en la fachada, columnas de planta circular formadas con segmentos cilíndricos en su interior y techos planos. Estos últimos se reproducen con gran maestría en las maquetas arquitectónicas de estilo Mezcala. Con los trabajos arqueológicos se han encontrado miles de fragmentos de vasijas de uso doméstico, en forma de ollas y cajetes, frecuentemente cubiertas con una capa de engobe (mezcla de arcilla y pintura) aplicada a brochazos, o bien de cántaros y tinajas ?Blanco Granular?, cerámica que se caracteriza por su pasta compacta para conservar agua u otros líquidos, muy parecidas a las todavía se hacen en Tulimán, Guerrero. Otras vasijas, modeladas con finas arcillas y cubiertas con engobe bien pulido, rojo, naranja o negro, pudieron usarse en ceremonias o rituales. También se recobraron herramientas de piedra como hachas y cinceles, metates, tejolotes, pulidores y machacadores, así como puntas de proyectil y navajas de obsidiana, punzones de cuerno y hueso y adornos de concha. Las costumbres alimenticias quedaron atestiguadas por numerosos desechos de huesos de animales, principalmente de venados y liebres, pero también de pecarí, aves, peces y otros más, al igual que por abundantes restos de mazorcas de maíz, lo cual indica que la zona arqueológica además de cumplir con funciones ceremoniales, civiles y comerciales, estuvo habitada. En piedra verde se elaboraron numerosas cuentas de collar y otros adornos, pero sin duda uno de los hallazgos más significativos en La Organera-Xochipala es haber localizado, hasta ahora, tres figurillas de cuerpo entero y tres cabecitas de estilo Mezcala en clara asociación a edificios del Epiclásico, edad corroborada con doce fechas de radiocarbono. Al decaer la zona (hacia 900/1000-1100/1200 d.C.), varios de sus deteriorados edificios fueron reocupados, ya no por la sociedad dominante sino por un reducido grupo de personas que vivieron modestamente en su interior o que los utilizaron como granero. Más tarde fue abandonada por un lapso de 200 años y, por último, fue ocupada nuevamente después de 1400 d.C., como atestiguan los escasos tiestos de cerámica azteca encontrados en cuartos levantados sobre plazas y patios. Para entonces los edificios del Epiclásico estaban totalmente derruidos y cubiertos con una espesa capa de tierra. Es posible que su abandono se haya debido a problemas sociales. Se sabe que la zona tuvo relación con otras áreas culturales de Mesoamérica, como la Costa del Golfo, la región oaxaqueña y el Altiplano Central, en especial con Teotihuacán, que para entonces se encontraba en plena decadencia. En el Templo Mayor de Tenochtitlan, en pleno corazón de la ciudad de México, los aztecas ofrendaron numerosas figuras, cabezas y máscaras de piedra de estilo Mezcala, que probablemente obtuvieron mediante el pillaje de las huestes mexicas y no por comercio o por el tributo que imponían.

DESCRIPCIÓN

Se construirá un muro seco de 471 m lineales bordeando el acceso de donación.

IMPACTO

Es de suma importancia, pues permitirá un acceso directo a la zona arqueológica para el público visitante. Es importante para investigación y visita pública.
No es un proyecto internacional

NOTAS

  1. Descripción de actividades: Elaboración de muro seco (tecorral) de 471 m lineales con piedra de pepena en la región, con 1.20 m de alto por 0.40 m de espesor, medidas promedio, incluye: pepena y acarreo de piedra hasta la obra, preparación de la superficie, corte de maleza, acarreos dentro de la obra, herramienta y mano de obra; limpieza general del área de trabajo, retirando restos de piedra y maleza, incluye: acarreos, herramienta y mano de obra.
La zona arqueológica de La organera-Xochipala es el sitio arqueológico abierto al público de mayor importancia representante de la fase tardía de la cultura Mezcala.
Folio SIP
22137
Fecha de inicio
2018-04-30
Fecha de término
2018-05-15
Categoría
Unidad Administrativa

TITULAR DEL PROYECTO

PARTICIPANTES

Director de proyecto (pdr): Blanca M. Jiménez Padilla, Restaurador (rsr): José Luis López Suárez, Restaurador (rsr): Rafael Cantorán Acevedo

COBERTURA

Protección técnica y legal
Ubicación geográfica