Folio anterior 24560. Los estudios con restos óseos humanos han sido muy limitados en el Estado de Michoacán sobre todo los relativos a las poblaciones antiguas, las investigaciones de algunos arqueólogos han permitido recuperar datos valiosos, aunque algunos insuficientes o solo se han centrado en la obtención de evidencias culturales (cerámica, lítica, objetos trabajados). La recuperación de material óseo humano en la excavaciones ha sido poco atendida, lo que, aunado al mal estado de conservación de lo poco que se que se obtiene, impide tener una visión clara acerca de los objetivos planeados en el campo de la antropología física especialmente de la osteología. Otro motivo es la mala organización y el inadecuado espacio para concentrar las colecciones óseas. Debido a lo anterior fue indispensable la organización y estructura del área designada para el laboratorio osteológico de antropología física en el centro INAH, así que parte del proyecto fue organizar el laboratorio partiendo desde el acomodo y ordenamiento de todos los entierros, hasta la estandarización del registro de los datos que aportan los huesos y dientes que ahí se almacenan, verificando que todo material arqueológico se encuentro bien conservado, con el fin de que el espacio del laboratorio o bodega osteológica se mantuviera funcional, también fue fundamental promover el intercambio de información para construir el pasado de las poblaciones específicamente del Estado de Michoacán.