Los inmuebles conventuales novohispanos, fueron de gran importancia para el desarrollo del país durante los primeros años posteriores a la caída de Tenochtitlán, fueron participes de la conquista espiritual a través de la evangelización y del adoctrinamiento y de la administración de los sacramentos; han sido formadores de poblaciones, dentro de la traza urbana de las poblaciones que se localizan en el territorio correspondiente al actual Estado de México; durante distintas etapas de la historia del México Virreinal fueron los principales centros de cultura y arte, formaron grandes obras pictóricas en sus muros y obras arquitectónicas, han sido muestra de las principales corrientes arquitectónicas derivado de los tratados de arquitectura Europea, reinterpretando los mismos con la mano de obra indígena; para el estudio de los inmuebles conventuales erigidos durante el México Virreinal en el Estado de México se ha propuesto dividirlos en cuatro etapas: 1. durante el siglo XVI, la llamada etapa provisional o de prestado; 2. establecida entre los siglos XVI y XVII cuando se dio un crecimiento y producción conventual; 3. situada en los siglos XVII y XVIII, en los cuales se observa una transformación en los espacios y 4. ubicada en el siglo XIX, cuando se experimenta una reducción y pérdida espacial de los edificios: esto con motivo de obtener un diagnóstico adecuado de los inmuebles.