Mención honorífica compartida
2020
Director de trabajo: Eva Salgado Andrade
Mujeres y arte urbano contra la violencia de género en América Latina
La presente tesis presenta un análisis de las formas de movilización de las mujeres contra la violencia de género en América Latina, desde una trinchera particular, el arte urbano. Para ello, retomo como estudio de caso las experiencias de pinta del Festival “Nosotras Estamos en la Calle” en su décima edición celebrado del 9 al 10 de marzo en Lima, Perú, y el Festival de Arte Urbano Femenino FEMINEM en su sexta edición, que tuvo lugar del 6 al 7 de octubre del 2018, en la ciudad de Puebla, México. La tesis se compone en introducción, cinco capítulos, los dos primeros enmarcan la investigación tanto en el marco teórico metodológico como en el contexto de violencia de género en la región, es decir, el contexto empírico, cierro la investigación con el apartado de conclusiones y la bibliografía.
El primer capítulo corresponde a situar la investigación en un entramado teórico metodológico que teje la antropología feminista y la antropología semiótica para la construcción de un marco multimodal de análisis de los discursos, así como el recorrido metodológico. Parto de algunos elementos de la epistemología feminista, entre ellos colocar en el centro de la investigación la experiencia de las mujeres, dando cuenta de la importancia de cuestionar las formas hegemónicas en las que la antropología ha excluido o invisibilizado la voz y participación de las mujeres, asimismo integro la propuesta epistemológica y teórica del conocimiento situado o perspectiva del punto de vista para situarme en la investigación como antropóloga feminista, cuales son mis intereses y como es que el conocimiento situado implica un proceso de reflexividad y vigilancia epistemológica, que impacta en la forma en que se construye y desarrolla la investigación. A su vez, presento porqué la antropología semiótica es una perspectiva útil para acercarse a entender las formas en las que se construye sentido desde el arte urbano contra una problemática específica. En ese sentido, la antropología semiótica es una mirada novedosa de análisis fino que retoma la construcción de sentidos por sujetos específicos, es decir, se prioriza como es que las sociedades o grupos sociales recurren al lenguaje o lenguajes para comunicar e interactuar, y transformar sus propios contextos. En ese sentido, recurro a la construcción de un marco multimodal de análisis de los discursos, que retoma a las actoras, formas en las que se comunican, los objetivos, acciones, presentación, tiempo, espacio, que se tejen con categorías analíticas clave: Identidad, trayectorias de vida, violencia de género, parecidos de familia, movilización social y acción colectiva.
Dentro del subapartado de recorrido metodológico planteo los pasos (no lineales) en el desarrollo de la investigación, lo que ha implicado la revisión exhaustiva del estado del arte para dar cuenta de las potencialidades de esta investigación de contribuir a los estudios feministas, estudios sobre el arte y a nuevos enfoques que aborden la violencia de género. Presento los elementos metodológicos a los que recurrí para la realización de trabajo de campo y etnografía virtual.
En el segundo capítulo sitúo la investigación en el contexto regional de América Latina y la problemática de violencia de género retomando a Slavoj Zizek (2009) para entender la violencia sistémica, violencia simbólica y violencia subjetiva. La violencia de género en América Latina es una de las problemáticas más preocupantes que enfrenta la región anclada a otras formas de violencia que responden a procesos históricos, sociales, económicos y políticos que la han configurado. Al mismo tiempo, esta región se reconoce como la más peligrosa para las mujeres, hasta el año 2018 y principios del 2019 se reconocía que al menos 12 mujeres eran asesinadas al día. Las cifras de feminicidios es tan sólo un ejemplo de la gravedad del problema y presentan cómo ha sido la escalada de violencia de género. Frente a este contexto, se han presentado diferentes movilizaciones y estrategias para contrarrestarla y erradicarla, entre ellas han sido los cambios a las legislaciones, creación de leyes y cambios a códigos penales para el reconocimiento de la violencia, la tipificación y las consideraciones de reconocerlos como delitos, estos cambios han sido generados e impulsados por las movilizaciones feministas que en los últimos años han logrado articularse y presionar. Otra de las formas de resistencia y movilización es el arte urbano, que en los últimos 10 años ha tenido mayor impacto en las ciudades latinoamericanas, en el caso de las mujeres que suscriben su práctica artística a esta gama de expresiones han configurado nuevos espacios de articulación y colaboración entre mujeres, entre estos espacios se encuentra el Festival Nosotras Estamos en la Calle y el FEMINEM.
El tercer, cuarto y quinto capítulo presentan un panorama amplio del análisis multimodal de los discursos en tres ejes: las Trayectorias de las mujeres en el arte urbano, la experiencia del Festival Nosotras Estamos en la Calle con la muralización “Renace en la lucha” y por último, la experiencia de la Mega pinta “Mujeres bordando nuestra identidad” realizada durante el Feminem. Entre los hallazgos del análisis de las Trayectorias de las mujeres en el arte urbano del tercer capítulo, encuentro que la violencia de género se presenta como un tema central en sus experiencias individuales y que en algunos casos consideran como momentos coyunturales, a partir de los cuales implementan cambios en sus posicionamientos como mujeres artistas, uno de ellos es incorporar un posicionamiento feminista. A su vez, encuentran que la violencia de género es un tópico importante en su práctica artística, por lo cual asumen o integran la responsabilidad de hacerla visible desde el graffiti, la pintura mural, el esténcil o el recillage.
El cuarto y quinto capitulo dedicados al análisis de las experiencias de pinta, presentan un acercamiento a la apropiación de la tecnología y en específico a las plataformas sociodigitales como un espacio novedoso para la acción colectiva, tanto social y política como artística. En ese sentido, las plataformas son un espacio importante para la realización y mantenimiento de ambos festivales. Las formas de apropiación van desde la construcción de sus propias páginas comunitarias como del espacio virtual a través de la gráfica digital, la divulgación de fotografías de los procesos de pinta, las convocatorias, el acompañamiento a otros festivales u otras movilizaciones de mujeres hasta crear estrategias contra la violencia digital.
Otro elemento de análisis es el proceso de pinta, este punto la práctica artística en las calles presenta la construcción multimodal de un discurso visual que estará en las calles, lo que implica un dialogo entre participantes y un tejido de historias de vida que será parte de un mural final. A su vez, presenta un campo para mirar la apropiación del espacio público pensado como un espacio de lucha y un espacio de intervención creativa como otra manera de presentar a las mujeres en el espacio público.
Por último, los murales finales de ambas experiencias presentan nuevos lenguajes artísticos como el recillage, nuevas formas de representación de los cuerpos de las mujeres así como la creación de nuevos códigos visuales. Este último apartado, se acerca a entender como la movilización artística de las mujeres colaboradoras recurren a cuestionar formas hegemónicas que construyen el quehacer artístico para proponer las calles de las periferias como su lienzo o espacio de intervención, la representación de las mujeres fuera de cánones de belleza establecidos, y la propuesta de dejar mensajes claros hacia otras mujeres, como la convocatoria a “Renacer en la lucha”.
El primer capítulo corresponde a situar la investigación en un entramado teórico metodológico que teje la antropología feminista y la antropología semiótica para la construcción de un marco multimodal de análisis de los discursos, así como el recorrido metodológico. Parto de algunos elementos de la epistemología feminista, entre ellos colocar en el centro de la investigación la experiencia de las mujeres, dando cuenta de la importancia de cuestionar las formas hegemónicas en las que la antropología ha excluido o invisibilizado la voz y participación de las mujeres, asimismo integro la propuesta epistemológica y teórica del conocimiento situado o perspectiva del punto de vista para situarme en la investigación como antropóloga feminista, cuales son mis intereses y como es que el conocimiento situado implica un proceso de reflexividad y vigilancia epistemológica, que impacta en la forma en que se construye y desarrolla la investigación. A su vez, presento porqué la antropología semiótica es una perspectiva útil para acercarse a entender las formas en las que se construye sentido desde el arte urbano contra una problemática específica. En ese sentido, la antropología semiótica es una mirada novedosa de análisis fino que retoma la construcción de sentidos por sujetos específicos, es decir, se prioriza como es que las sociedades o grupos sociales recurren al lenguaje o lenguajes para comunicar e interactuar, y transformar sus propios contextos. En ese sentido, recurro a la construcción de un marco multimodal de análisis de los discursos, que retoma a las actoras, formas en las que se comunican, los objetivos, acciones, presentación, tiempo, espacio, que se tejen con categorías analíticas clave: Identidad, trayectorias de vida, violencia de género, parecidos de familia, movilización social y acción colectiva.
Dentro del subapartado de recorrido metodológico planteo los pasos (no lineales) en el desarrollo de la investigación, lo que ha implicado la revisión exhaustiva del estado del arte para dar cuenta de las potencialidades de esta investigación de contribuir a los estudios feministas, estudios sobre el arte y a nuevos enfoques que aborden la violencia de género. Presento los elementos metodológicos a los que recurrí para la realización de trabajo de campo y etnografía virtual.
En el segundo capítulo sitúo la investigación en el contexto regional de América Latina y la problemática de violencia de género retomando a Slavoj Zizek (2009) para entender la violencia sistémica, violencia simbólica y violencia subjetiva. La violencia de género en América Latina es una de las problemáticas más preocupantes que enfrenta la región anclada a otras formas de violencia que responden a procesos históricos, sociales, económicos y políticos que la han configurado. Al mismo tiempo, esta región se reconoce como la más peligrosa para las mujeres, hasta el año 2018 y principios del 2019 se reconocía que al menos 12 mujeres eran asesinadas al día. Las cifras de feminicidios es tan sólo un ejemplo de la gravedad del problema y presentan cómo ha sido la escalada de violencia de género. Frente a este contexto, se han presentado diferentes movilizaciones y estrategias para contrarrestarla y erradicarla, entre ellas han sido los cambios a las legislaciones, creación de leyes y cambios a códigos penales para el reconocimiento de la violencia, la tipificación y las consideraciones de reconocerlos como delitos, estos cambios han sido generados e impulsados por las movilizaciones feministas que en los últimos años han logrado articularse y presionar. Otra de las formas de resistencia y movilización es el arte urbano, que en los últimos 10 años ha tenido mayor impacto en las ciudades latinoamericanas, en el caso de las mujeres que suscriben su práctica artística a esta gama de expresiones han configurado nuevos espacios de articulación y colaboración entre mujeres, entre estos espacios se encuentra el Festival Nosotras Estamos en la Calle y el FEMINEM.
El tercer, cuarto y quinto capítulo presentan un panorama amplio del análisis multimodal de los discursos en tres ejes: las Trayectorias de las mujeres en el arte urbano, la experiencia del Festival Nosotras Estamos en la Calle con la muralización “Renace en la lucha” y por último, la experiencia de la Mega pinta “Mujeres bordando nuestra identidad” realizada durante el Feminem. Entre los hallazgos del análisis de las Trayectorias de las mujeres en el arte urbano del tercer capítulo, encuentro que la violencia de género se presenta como un tema central en sus experiencias individuales y que en algunos casos consideran como momentos coyunturales, a partir de los cuales implementan cambios en sus posicionamientos como mujeres artistas, uno de ellos es incorporar un posicionamiento feminista. A su vez, encuentran que la violencia de género es un tópico importante en su práctica artística, por lo cual asumen o integran la responsabilidad de hacerla visible desde el graffiti, la pintura mural, el esténcil o el recillage.
El cuarto y quinto capitulo dedicados al análisis de las experiencias de pinta, presentan un acercamiento a la apropiación de la tecnología y en específico a las plataformas sociodigitales como un espacio novedoso para la acción colectiva, tanto social y política como artística. En ese sentido, las plataformas son un espacio importante para la realización y mantenimiento de ambos festivales. Las formas de apropiación van desde la construcción de sus propias páginas comunitarias como del espacio virtual a través de la gráfica digital, la divulgación de fotografías de los procesos de pinta, las convocatorias, el acompañamiento a otros festivales u otras movilizaciones de mujeres hasta crear estrategias contra la violencia digital.
Otro elemento de análisis es el proceso de pinta, este punto la práctica artística en las calles presenta la construcción multimodal de un discurso visual que estará en las calles, lo que implica un dialogo entre participantes y un tejido de historias de vida que será parte de un mural final. A su vez, presenta un campo para mirar la apropiación del espacio público pensado como un espacio de lucha y un espacio de intervención creativa como otra manera de presentar a las mujeres en el espacio público.
Por último, los murales finales de ambas experiencias presentan nuevos lenguajes artísticos como el recillage, nuevas formas de representación de los cuerpos de las mujeres así como la creación de nuevos códigos visuales. Este último apartado, se acerca a entender como la movilización artística de las mujeres colaboradoras recurren a cuestionar formas hegemónicas que construyen el quehacer artístico para proponer las calles de las periferias como su lienzo o espacio de intervención, la representación de las mujeres fuera de cánones de belleza establecidos, y la propuesta de dejar mensajes claros hacia otras mujeres, como la convocatoria a “Renacer en la lucha”.