El proyecto inicia en 1990 bajo una perspectiva etnobotánica-ecológica. La primera etapa fue la documentación del conocimiento botánico-ecológico, mediante entrevistas y listados florísticos incluyendo usos, nomenclatura y formas de manejo de las plantas y de procesos ecológicos y significado cultural. La segunda fase (2010- 2017) consistió en la descripción de los tipos de vegetación, la distribución espacial, composición, fenología, disponibilidad de la flora útil y reconocimiento de los factores de modificación del hábitat. En estas investigaciones se abordaron la geomorfología y uso del suelo, Etnografía y sistema de alimentación, la variación florística en los huertos familiares en tres comunidades y un estudio de etnoarqueología de la construcción de balsas con bules. En el periodo 2018-2020 se ha estudiado a mayor profundidad los sistemas agroforestales (SAF), aplicando los criterios de 1) Ubicación (monte, parcela o casa); 2) Intensidad de manejo: duración de la intensidad de uso y descanso del suelo, manejo del agua, suelo y biota, el esfuerzo humano y animal invertido y tipo de instrumentos e insumos utilizados. Se han definido tres categorías: (a) sistemas de baja intensidad, (b) sistemas de mediana intensidad y (c) Sistemas intensivos; 3) Contexto ecológico y biocultural. Bajo el supuesto de que la cultura guía las interacciones entre los seres humanos y su medio ecológico e influye en el manejo de los sistemas agroforestales, se ha abordado la cosmovisión y creencias, conocimientos, prácticas de manejo, preferencias por el manejo de especies particulares y grupos de ellas que determinan la composición de los SAF. Bajo este marco teórico-metodológico se ha documentado el calendario y los rituales agrícolas y religiosos, ofrendas, danzas, las fiestas patronales, la organización social, las normas sociales del acceso a los recursos, la concepción del trabajo, los hábitos alimenticios y agrodiversidad y las transformaciones y riegos que enfrentan los SAF desde una perspectiva histórica. En 2020 se ordenaron las notas de campo para su análisis y redacción de un documento final. Se registró la celebración del carnaval en la comunidad de Oapan, documentando la danza de los pescados y otras danzas de los pueblos de la región, la organización del equipo de los comisario y la muy importante participación de las mujeres, registrando la elaboración de la comida. Además, se realizaron colectas de maíces criollos en los pueblos de Tecuiciapan, Ozomatlan, Awetlixpa, Totolcintla. Se registraron las recetas de platillos cotidianos y rituales. Así mismo se documentó la fabricación de mezcal y de ixtle.