En la década de los años treinta las preocupaciones de la década anterior, que habían estado centradas en los efectos de la Revolución mexicana, fueron reemplazadas hacia una redefinición de la identidad de la nación y la manera en que México se veía a sí mismo. Son los años que cubre la personalidad del Presidente Lázaro Cárdenas. Se les dibuja como una larga y colorida fiesta popular espontánea, cuyos lenguajes se convierten en programa de gobierno. El presente se llenaba de sentido por la recuperación y valoración del pasado. Es la época en que la antropología buscó definiciones, maneras de ser y de pensar e investigó la pluralidad de las culturas y regiones del país. Trazó los mapas
del mundo indígena con miras a establecer programas de gobierno que defendieran costumbres y lenguas y en este contexto, entre la primavera y el otoño de 1938 se crearon infinidad de instituciones aun vigentes (PEMEX, INAH), se dotaron los ejidos del Yaqui, La Laguna, Tijuana y Yucatán, se cerraban capítulos abiertos de la historia.

Empezaron entonces a cruzarse muchos caminos: El de la revolución con su historia, el del arte antiguo y la estética contemporánea, las vocaciones del magisterio y la construcción de la República como la suma de sus instituciones, los lenguajes del muralismo y los propósitos didácticos de la museografía.

El cambio de propósito de las residencias oficiales del presidente de la República, tanto de Cárdenas en su momento como de la actual administración y covnvertirlas en espacios culturales, accesible a todo publico es la decisión de relevancia para que a cincuenta años de la muerte del general y Presidente Lázaro Cárdenas, se decidió abrir un espacio que explique su vida y obra. El Complejo Cultral Los Pinos y bosque de Chapultepexc es la sede, el proyecto se ha encargado al Instituto Nacional de Antropología e Historia, a través de su Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones. Los museos como espacios privilegiados para el resguardo y difusión de la memoria. En el proyecto de exposición se han seleccionado obras de artistas que florecieron durante el periodo cardenista, para apoyar gráficamente el discurso histórico de las 14 salas que componen este relato biográfico con los lenguajes museográficos. Debido a la situación de pandemia mundial el uso de imágenes fotograficas y reproducciones se volvieron parte sustancial del mensaje al público.