Con la intención de descentralizar la oferta cultural en la entidad y detonar regiones marginales, durante dos sexenios consecutivos los planes de desarrollo del Gobierno del Estado de Zacatecas han considerado y promovido ante el INAH la habilitación de dos zonas arqueológicas localizadas en el extremo sur del territorio estatal: Las Ventanas, en el cañón de Juchipila, y el Cerro del Teúl, en el valle o cañón de Tlaltenango. Esta perspectiva fue la principal motivación del Estado para invertir un recurso importante entre 2010 y 2012 en la pavimentación de la carretera Moyahua-Mezquital del Oro-El Malacate, que conecta los cañones de Tlaltenango y Juchipila a través de la sierra Morones. En este contexto, a partir del año 2009 la Delegación del INAH en Zacatecas se propuso ampliar los objetivos del Proyecto Las Ventanas, que estaba en curso desde 2002 a cargo del Dr. Miguel Ángel Nicolás Careta y a partir de 2005 a cargo del Arqlgo. Armando Nicolau Romero. En 2011 el proyecto pasó a manos del Arqlgo. Marco Antonio Santos Ramírez, quien lo dirigió hasta principios de 2014. Los trabajos emprendidos hasta ahora en este sitio se concentraron en los primeros años en la exploración arqueológica mediante sondeos estratigráficos a una escala discreta, por lo que todavía tenemos sin resolver muchas interrogantes en torno a la ocupación prehispánica del Cerro de Las Ventanas. Por su parte, en los últimos años los proyectos se limitaron al mantenimiento menor y a la restauración arquitectónica con técnicas que hoy sabemos no son las adecuadas para la región, por lo que dichas intervenciones dejaron problemas estructurales que es necesario resolver. Por otro lado, queda pendiente regularizar la apertura de la zona, la cual recibe visita pública de manera informal desde hace varios años. De todo lo anterior surgió la necesidad de emprender una nueva etapa de investigaciones que permitan reconstruir la secuencia histórica del antiguo asentamiento, a la vez que se realicen acciones de conservación integral orientadas a la recuperación de los vestigios arquitectónicos y a la puesta en valor de la zona arqueológica, así como a fortalecer la presencia institucional en el área. Todo esto será posible gracias a una estrecha vinculación con el Proyecto Arqueológico Cerro del Teúl, cuya experiencia adquirida a lo largo de seis años permitirá optimizar el tiempo y los recursos destinados a este sitio del cañón de Juchipila.