En este proyecto se retoma la metodología y análisis tecnológicos realizados dentro del proyecto La lapidaria del Templo Mayor: estilos y tradiciones tecnológicas, para aplicarla en colecciones de otros sitios o regiones de México, lo cual nos ha permitido identificar patrones de manufactura para diferenciar estilos y tradiciones regionales y temporales con mayores argumentos que la simple morfología o su parecido. A su vez, el uso indiscriminado de los estilos como sinónimo de cultura para asignar procedencias o filiaciones étnicas y de manufactura a estos objetos ha generado más preguntas que respuestas, como en las famosas esculturas y máscaras olmecas, teotihuacanoides, mezcalas y los penates mixtecos. Por ello, las diferencias tecnológicas de cada grupo, sitio, lugar y época podrían ayudar a identificar la procedencia de un objeto a través del estilo como señal de una entidad social. La relevancia de este proyecto radica en que el análisis tecnológico y la caracterización de patrones de manufactura de los estilos ha permitido identificar con precisión qué piezas son manufacturas locales o foráneas en cada colección estudiada y rastrear su filiación cultural, es decir, en qué región fueron hechas y por qué grupo. Entre sus elementos distintivos está la aplicación de técnicas arqueométricas a la lapidaria desde un enfoque interdisciplinario, con apoyo de varios laboratorios y colecciones de referencia. En este año se harán estudios tecnológicos a varias colecciones nuevas (Muyil, Tlatelolco, NAIM, Templo de Quetzalcóatl) y se podrán delimitar tradiciones de manufactura de la Cuenca de México, Guerrero y la zona maya. Para la etapa posterior se harán comparaciones regionales para delimitar la interacción de grupos a través de la distribución de determinados estilos y escuelas artesanales en los objetos lapidarios. En caso de no llevarse a cabo el proyecto este año no podrían entregarse los resultados a los proyectos y colegas con los que se colabora ni se podría dar a conocer los resultados obtenidos.