Creo oportuno mencionar que recién me reintegré al INAH después de una larga comisión institucional a El Colegio de Jalisco. Sin embargo, es preciso asentar que he continuado, hasta el presente, en la línea de investigación en Historia Cultural, enfocado en torno de los acercamientos y disensiones entre la Iglesia católica y el gobierno civil y sus repercusiones en la vida cotidiana y la cultura en el estado, a lo largo de la época contemporánea; es decir, a partir de la Revolución de 1910 hasta el presente. Al respecto, he publicado artículos y capítulos de libros que cubren varios aspectos de dicha problemática. Mis últimas publicaciones en esta línea las he dedicado, por una parte, a analizar las dificultades que se suscitaron, una vez terminado el levantamiento, entre los excombatientes cristeros y los jerarcas episcopales, que surgieron a raíz de la actitud casi de rechazo se éstos hacia quienes se levantaron en armas para defender, según ellos, a la religión del embate gubernamental; por otra parte, he publicado acerca de los esfuerzos de la misma institución religiosa por reactualizar la guerra cristera y reanimar la fe católica mediante la construcción del Santuario de los mártires cristeros, lo mismo que he expuesto las dificultades con que se ha encontrado la Mitra en este empeño, más por parte de los jaliscienses, católico o no, que de las autoridades civiles, no obstante su obligación constitucional de observar una posición laica. Lo anterior ha sido difundido mediante tres capítulos de libros publicados entre 2016 y 2019. Esta evidente contradicción es un claro indicio de un proceso de cambios, tanto en la actitud de la sociedad, como en ambas instituciones, asunto que me llevó a plantear un nuevo aspecto en esta misma línea de investigación el cual describo a continuación.