En el 2006, la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural elaboró un proyecto enfocado a la remoción de los graffitis realizados durante el conflicto sucedido en la Ciudad de Oaxaca y que afectaron a muchos de los edificios del Centro Histórico. Dicho proyecto abarcó la identificación de cada uno de los inmuebles dañados (ubicación, época, características generales del inmueble, antecedentes históricos, descripción arquitectónica, materiales constitutivos y el registro de los daños) y la propuesta de intervención estableció toda una metodología de registro, diagnóstico y limpieza de cada uno de ellos. Durante la ejecución del proyecto se probaron y analizaron distintos métodos de limpieza, no sólo de las pintas sino de los recubrimientos aplicados sobre éstas por parte del Gobierno local. Para la limpieza se empleó un removedor de graffiti comercial (que no se produce actualmente) obteniendo resultados satisfactorios pero que variaron según el estado de conservación de cada uno de los inmuebles. Dada la situación política y social que se vive en el país en los últimos años, la CNCPC como muchos Centros INAH de la República han tenido que remover graffitis y acciones vandálicas que se han realizado sobre distintos inmuebles, donde sus soportes y técnica de manufactura varían según la época y región en la que se encuentren. Esto ha puesto en evidencia la falta opciones y soluciones que se tienen tanto para removerlos como para prevenirlos. Es por eso que se ve la necesidad de realizar un proyecto de investigación en el cuál se tenga como resultado un catálogo del tipo de afectaciones presentes en el país, sobre qué bienes se realizan, estudio de los materiales que componen a los graffitis (aerosoles, pinturas, ácidos etc.), propuestas y pruebas de remoción. Todo esto a través de un trabajo interdisciplinario para llegar a propuestas específicas para su tratamiento y prevención.