Esta investigación consiste en el estudio de las representaciones de seres compuestos conocidos como Monstruo Cósmico en la cerámica del Formativo Temprano de Mesoamérica (1400-1000 cal. a.C.). Utiliza una metodología emanada de la arqueología y de la historia del arte con el propósito de poner a prueba una propuesta interpretativa de estas representaciones. El universo de estudio se encuentra conformado por un total de 16 piezas de cerámica obtenidas mediante excavación arqueológica en ocho sitios mesoamericanos para asegurar su autenticidad.

Este tipo de representación, llamada Zoomorfo Compuesto por Anatole Pohorilenko, ha sido interpretado de diferentes formas por múltiples autores. En esta investigación se pone a prueba la interpretación realizada por Anna Di Castro y Ann Cyphers, quienes llaman a esta criatura Monstruo Cósmico, un ser compuesto que representa la estructura vertical del universo olmeca. Muchos de estos seres comparten diversas características formales y al mismo tiempo tienen otras que los hacen únicos. De esta forma, además de explorar con mayor profundidad la interpretación de Di Castro y Cyphers, se analiza con detalle la hipótesis de que las diferencias presentes correspondan con distintas manifestaciones del Monstruo Cósmico.

Se conformó una colección de piezas legítimas con datos arqueológicos seguros en cuanto a sus contextos, temporalidad, formas y tipos cerámicos, así como un registro gráfico de cada una. A través de la descripción formal de las piezas se configuraron tres grupos de acuerdo con sus características principales: a) el Zoomorfo Compuesto; b) el Zoomorfo Compuesto Aviforme; y c) el Zoomorfo Compuesto Pisciforme; estos tres grupos también fueron comparados y analizados contra una serie de artefactos arqueológicos con iconografía similar. Este análisis permitió evaluar la propuesta original de Di Castro y Cyphers e identificar en cada uno de los grupos un aspecto distinto del Monstruo Cósmico.

La identificación de estas criaturas como el Monstruo Cósmico olmeca y sus manifestaciones celestes, terrestres y del inframundo acuático fue reforzada al utilizar algunos conceptos emanados del estudio de las religiones mayas y mexicas, así como la comparación iconográfica con seres similares del Formativo Tardío-Terminal provenientes del área maya, zoque y de Izapa. De esta manera, la investigación concluye con la identificación positiva del Monstruo Cósmico olmeca.