Premio INAH

Premio
2023

Director de trabajo: Margarita Menegus Bornemann

Entre la mar y las montañas: Política, comercio y contrabando en la Costa oaxaqueña, siglos XV-XVIII

La tesis que se postula analiza la importancia de la Costa oaxaqueña, lugar en el cual se asentaron sociedades que interactuaron en el espacio delimitado por la mar del Océano Pacífico y por las montañas de la Sierra Sur en el sureste de México, dentro de los ámbitos socioeconómicos que incidieron en las trasformaciones sociales y culturales, de los siglos XV al XVIII. El objetivo de la investigación es analizar las adaptaciones internas que generaron las fuerzas externas en la especialización regional del trabajo dentro del sistema económico colonial.

En esa relación, espacio-tiempo, se constata un cambio en la importancia de los productos que dieron pauta a formas diferenciadas de sociabilidades; en sus entrañas se aprecia cómo se conjugó un vericueto de convenciones entre personajes, instituciones, prácticas comerciales y paisajes. Enfatizando que este estudio está situado desde la perspectiva de los indios, en los cambios y continuidades en sus estructuras internas, como resultado de la interacción profunda con el orbe occidental. La pregunta central es: ¿Qué representó la Costa oaxaqueña para el régimen colonial? Para responderla fue necesario sopesar los diferentes grados en que el devenir de ese régimen impactó la estructura social en el litoral del obispado de Oaxaca. Establecer un estudio de larga duración nos permitió visualizar cambios y adaptabilidades dentro del funcionamiento del sistema que engendró un nuevo ordenamiento social.

Este acercamiento permitió construir una hipótesis: la Costa oaxaqueña, entendida como una región, se fragmentó y conformó dos subregiones que se montaron sobre dos ejes comerciales prehispánicos que dieron paso a los caminos reales que se conectaron con la intrincada red del reino. Por tanto, la división creada por el régimen colonial dio pauta a la organización jurisdiccional de dos provincias: Xicayan y Huatulco. La primera dio cabida a una especialización al sector agropecuario. La segunda, por sus características geográficas y posición estratégica, dio cabida al establecimiento de un puerto comercial en Huatulco transformándose en zona de tránsito, estrechando relaciones económicas de cara a la Mar del Sur, por donde ingresaron mercancías de forma legal e ilegal.