Esta investigación tiene por objetivo describir y analizar las experiencias comunitarias y femeninas, asociadas a las prácticas artísticas y de resistencia que se articulan en el contexto de gentrificación del barrio de Pilsen, en la ciudad de Chicago.

Desde un enfoque antropológico, dentro del estudio se presenta un panorama de los procesos históricos y sociales que favorecieron que Pilsen fuera uno de los principales asentamientos de migrantes de origen mexicano en Chicago, se exponen las estrategias colectivas que han sostenido este asentamiento y la relevancia que han tenido las representaciones artísticas al interior de la comunidad que lo habita. Se analizan las problemáticas generadas por la gentrificación, que amenaza con desplazar a las personas de origen migrante que viven en el barrio y que en la actualidad constituye uno los fenómenos urbanos más complejos en los que se encuentran inmersas las grandes ciudades en el mundo. Así como también, de manera polifónica, se desarrolla un acercamiento a la comprensión de las dinámicas de poder y de resistencia presentes en la vida cotidiana de artistas y activistas, especialmente mujeres, que habitan este barrio gentrificado de Chicago.

En esta investigación ha sido posible identificar que en medio de un sistema social y político como el de Estados Unidos, las condiciones migratoria, étnico-racial, de género y de clase, son elementos que siguen operando como sistemas clasificatorios y de exclusión, que derivan en desigualdades y formas de opresión que viven poblaciones específicas. Esta complejidad de desigualdades y asimetrías sociales, se configuran sobre el espacio habitado, sobre los cuerpos y las experiencias vitales, mismas que son experimentadas a través de fenómenos sociales concretos como la gentrificación, la discriminación, la segregación, la racialización, entre otros. Ante este contexto, población organizada de origen migrante, y dentro de esta, algunas mujeres; han articulado complejos sistemas de resistencia cotidiana y formas de expresión de las mismas, como son las prácticas y manifestaciones artísticas politizadas y críticas.

También ha sido posible dilucidar como las mujeres vinculadas a las artes y al activismo en Pilsen, han interiorizado dichos sistemas clasificatorios. Al tiempo en que resisten ante ellos, dan cuenta de sus procesos de identificación cultural, de los sentidos del quehacer comunitario y artístico asociados a los roles de género, así como de los vínculos afectivos que se entretejen con los valores atribuidos al barrio, a la ciudad y a su cultura de origen.