El proyecto pretende analizar esta importante artesanía como parte del patrimonio cultural inmaterial de Olinalá y Temalacatzingo, Guerrero, de México y el mundo, como un elemento identitario con una larga tradición de manufactura, cuyos inicios se remontan a la época prehispánica. Posteriormente este bien cultural se reelaboró con aportaciones del oriente. Sin embargo, se han encontrado jícaras laqueadas en entierros prehispánicos, en Templo Mayor por ejemplo. El 22 de julio de 2022 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la entrega de la declaración de protección a la Denominación de Origen Lacas de Olinalá al gobierno del estado de Guerrero por parte del Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual. Con la declaratoria de Denominación de Origen, se salvaguarda el proceso de elaboración de estos productos artesanales y a las personas que participan en él, desde la obtención de la madera, el corte y el lijado, hasta la aplicación de los pigmentos y la comercialización. Esta denominación es aplicada a la artesanía de madera que se manufactura con materia prima del municipio de Olinalá, Estado de Guerrero. La materia prima que se utiliza para fabricarlos, proviene del árbol de linaloe, un arbusto ubicado en las localidades de dicha región. Posteriormente a la tala de este árbol, se procede a tratar el material para evitar el deterioro por larvas o polilla; asimismo, las hendiduras naturales de la madera son lijadas y resanadas para después ser barnizadas con una mezcla hecha a base de aceite de linaza con chía, tierra blanca y tierra tecoztle. Concluida esta parte del proceso, se determina el color a la pieza u objeto de madera, en el que predomina el color negro, aplicado por materias primas naturales como la mezcla de carbón de encino con polvo de piedra tolte, y otras combinaciones de colores, que son el resultado de mezclas de polvo de piedra en un 80% y el resto de tintes o pinturas artificiales. Ante dicha declaratoria y después del diagnóstico realizado en la primera parte del proyecto, estamos en espera de que se realice la sustitución de pigmentos de las lacas para evitar el uso de plomo. Dado lo anterior, es necesario observar los efectos positivos y/o negativos de la denominación de origen dentro y fuera de la comunidad. Iniciaremos también, una segunda parte del proyecto en Temalacatzingo, Guerrero; asimismo en Ahuacatlán perteneciente al mismo municipio, pueblo hablante de nahuatl y en otro pequeño poblado de San Martín Tecorrales en donde esta artesanía se había perdido y ha sido nuevamente reactivada o patrimonializada por sus propios habitantes. sin embargo, aún existen problemas para la comercialización de sus productos. Las comunidades también se enfrentan a la escasez de algunas materias primas como el tezicalte y los propios árboles de linaloe, lo cual esta directamente relacionado con los procesos bioculturales de los territorios. Este proyecto se alinea a lo establecido en el Programa Institucional de Mediano Plazo del INAH, específicamente, en las líneas de acción: 1.4 Estudio de la diversidad cultural de nuestro país y a partir de ello desarrollar acciones que permitan la integración, apropiación y goce del patrimonio cultural por parte de la sociedad; 2.2 Impulsar la preservación de la diversidad de la memoria y los patrimonios culturales de México mediante acciones de preservación, investigación, protección, promoción de su conocimiento y apropiación. Como parte del punto 1.4 se encuentra como un resultado, la publicación del artículo Lacas de Olinalá y Temalacatzingo, Guerrero: un proceso de patrimonialización exitoso, en el libro El conocimiento antropológico e histórico sobre Guerrero. Patrimonio cultural: reconsideraciones, novedades y riesgos. Quinta Mesa redonda, INAH, 2019.