Premio INAH
Premio
2023

Director de trabajo: Annick Jo Elvire Daneels Verriest

Poder, autoridad y gobierno en Teotihuacan. Una propuesta a través de la reinterpretación de la pintura mural.

El objetivo principal de esta investigación fue proponer, a través de una reinterpretación iconográfica de la pintura mural teotihuacana, un modelo teórico integrador de gobierno con una estructura administrativa centralizada y una cadena de mando vertical. La hipótesis retoma el planteamiento de un gobernante jerárquico individual, pero en el cual el concepto central es el de autoridad, su delegación y la diferencia que existe con el de poder. Se introducen los conceptos de delegación de autoridad, y el de élite administrativa, este último en oposición a las élites intermedias. Así mismo, aborda las diferencias sustanciales entre poder y autoridad.

El modelo presenta un sistema piramidal jerárquico, con un gobernante en la cúspide, legitimado míticamente en el cargo por el Dios de las Tormentas, quien se representa de frente; debajo de él existió una élite administrativa, distinguida por figuras presentadas de perfil con la máscara del Dios, y estaba organizada, no por barrio o distrito, sino por las diversas funciones constitutivas de la sociedad, en las que cada función se reflejaba en atributos específicos. Estos a su vez tenían autoridad sobre dos niveles jerárquicos inferiores que comparten con ellos los atributos de función, pero sin la máscara divina.

Es decir, la autoridad se posee, y esto ocurre, sólo cuando se reconoce dentro de una estructura de gobierno legítima. Por su parte, el poder es la capacidad de una persona o grupo para obtener un beneficio de otra persona o grupo, por la fuerza, la convicción o la sumisión, mediante asimetrías en las relaciones entre ellos.

La reinterpretación iconográfica gira en torno a dos ejes: primero, la lateralidad o frontalidad del rostro; y segundo, la jerarquización de elementos asociados al Dios de las Tormentas, como la bigotera o los colmillos. Dicha categorización permite a su vez, definir un patrón con el cual sería posible describir la función de los personajes que integran la estructura de gobierno.

Con lo anterior se desea resaltar también la importancia del concepto de la impersonalidad del cargo, ya que la autoridad es inherente a la estructura, al cargo, mientras que el poder es inherente a la persona o grupo que lo ejerce. Es decir, no importa quién sino el cargo que ocupa. Dicha impersonalidad, mediante el uso de la máscara con elementos del Dios de las Tormentas como elemento legitimador, permitiría al Estado su conservación frente a intereses de grupo, como los de las élites intermedias, que dentro de esta propuesta representan un grupo de poder sin autoridad (poderes de facto).
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